Dinámica de esta semana: "Cambios"
Lugar de encuentro: Molí del Canyer
Siempre dijo que su casa era oscura. se quejaba de tener día y noche las luces encendidas [pensaba], "Hay que cambiar el color de las paredes por uno más claro, tal vez construir otra ventana". Nunca dedicó tiempo al lavado de cortinas, tienen su tiempo de uso, después de eso, se reemplazar por unas nuevas, así fue educada.
Una tarde de ocio, salió sola a recorrer las calles de la ciudad, entró en la tienda de telas y seleccionó una parecida a todas las que por casi tres décadas había colocado. Observó al tacto la textura, la suavidad, su caída, no terminaba de convencerse de pedirlas. Se quedó detenida en el largo recorrido de cada una de ellas, volvió a palparla, intentaba demostrarse que no solo a él le gustaba ese estilo.
¿Por qué esa? ... debo llevarla solo porque son sus gustos ...?
Caminó lento, hacia el fondo del local, vio un lienzo que captó su atención, blanco con detalles gris matizado. Llamó a la dependienta, le entregó una pequeña nota con las medidas precisas y regresó a su casa, iba feliz sin entender por qué un par de cortinas la tenía emocionada.
Días más tarde y aún con las cortinas embaladas, se descubrió recorriendo su textura, la familia estuvo en desacuerdo con el drástico cambio de estilo y terminaron olvidadas al fondo de un cajón.
A su regreso de un viaje de varias semanas, encontró modificaciones, pintura nueva en paredes del exterior, también en la cochera y sus distintas puertas, se veía hermosa, pero el interior le seguía pareciendo tétrico, sentía la misma atmósfera densa.
Sacó las cortinas de su empaque, ¡demonios!, seguían gustándole, las extendió a lo largo del sofá y se dio a la tarea de colocarlas. En ese momento, una luz intensa iluminó el interior, las paredes se volvieron brillantes, disfrutó el acabado de los muebles de madera, el espacio acogedor de la vivienda, por vez primera se sintió una con su hogar.
Volvió a la tienda de telas y solicitó un mantel a juego con las cortinas, al colocarlo, quedó sorprendida de los pequeños cambios marcando una drástica diferencia ... Estaba sucediendo, se dio cuenta que su mente empezaba a relajarse.
Sonrió mientras pensaba ... "Siempre queda el rescoldo de lo que fuimos y cuando lo dejamos salir, resurge con fuerza".