Deja la ventana de su dormitorio abierta en la noche furiosa. La luz del farol entra vaga y sinuosa.
La mujer de negro se sienta en la silla estratégicamente colocada en el centro de la habitación, al frente, la mesita de noche que simula ser escritorio y sostiene el portátil abierto, justo al lado de la ventana.
Abre las piernas con suavidad ... Cerrados los ojos, ella gime de placer hacia el horizonte que todo lo observa, se impregna con el sonido de la voz que empapa la piel.
Suspendida al mundo, golpea su sexo con lenidad entreabriendo sus labios al placer que la gobierna.
Con los ojos cerrados, suplica a los labios que besan sus labios excitados, que lamen y muerden con suavidad y penetran el fondo de su herida de mujer. Unos labios desprovistos de todo pudor y recato.
Se deja llevar hacía un dédalo de sombras en movimiento. Un gemido ronco se expande en su interior, proyectándola hacia la multiplicidad de pequeñas muertes que dinamitan sus labios mojados.
Al fondo, la silueta de unos labios se perfila en el ordenador y una voz ahíto de agua desborda el silencio.
"La complicidad es un animal hambriento que todo lo inunda al tiempo que ... Nos devora insaciable".
Dinámica para este jueves con María José y su Lugar de Encuentro, el tema: "Internet"