Madre nunca entendió que las personas somos distintas, que lo que a ella le disgustaba, a otros nos pudiera interesar. Ella siempre fue hábil para las manualidades, pero las rechazaba por sentir que eran menosprecio hacia su género.
La recuerdo balanceándose en su mecedora de madera color caoba, con su aguja de gancho y extendidos en sus piernas, sus hermosos tejidos. También la expresión que hacía cuando me acercaba para intentar aprender, jamás quiso enseñarme, era algo que no quería para sus hijas.
La recuerdo en uno de los negocios, ella era la encargada de la elaboración del pan dulce, sea que los hiciera o diera instrucciones para su elaboración.
Madre también confeccionaba prendas para sus hijas, tenía arraigada la manía de siempre querer verme portando faldas reducidas; yo era pequeña, pero nunca logró que me pusiera una.
Madre se perfeccionó y logró sacar el diplomado de alta costura, aún así, jamás quiso que aprendiera.
Pero creí ... Y aprendí.
Este relato participa en la dinámica: Un Jueves, Un Relato
Tema: Divertimento
Conduce: Neogeminis
161 palabras