Las tres y quince de la madrugada ... El insomnio me inunda y despierto, sin poder evitarlo, gruesas sombras escurren por mis costados, me quedo acostada, quiero disfrutar del silencio y el ruido de mis pensamientos me alteran la calma.
Me levanto y camino descalza. Me preparo la ducha y mientras las gotas escurren, tu recuerdo se esparce, como si el agua que moja mi cuerpo cargara en su centro tus besos.
¿ Alguna vez piensas en mí ?
Yo reconozco que en noches de insomnio siempre invades mi pensamiento, me lleno de ti y dejo que tu hambre me devore la boca y quema ... Porque me llegas tan dentro, que mi mente vuela ... Vuelvo a la cama ... Recuerdo y te siento ... Te dejo hacer y me disfruto con calma.