En casi todas las relaciones siempre uno de los integrantes es de carácter más fuerte que el otro, así mismo, uno es más intenso, también los hay despistados.
Así son las parejas, vehementes, despreocupadas, apasionadas, frías, dóciles, controladoras... De todo hay en este vasto espacio que habitamos.
Sucedió un día al llevar al colegio a mi hija. Salimos de casa tarde y me llevé el auto que estaba adelante, el de mi marido, mi hija se había retrasado,(como siempre), no me preocupé demasiado, como sea, siempre llegaba a tiempo, me concentré en pisar a fondo el acelerador y evitar al máximo algún accidente.
En algún momento el móvil cayó de mi pierna y se fue a esconder bajo el asiento, desistí al primer intento de recuperarlo y me centré en lo principal, que mi hija estuviera puntual en su clase.
Con la adrenalina a tope, la vuelta a casa fue con gran esfuerzo por regresarme la calma, bajé del auto y ocupé mi tiempo.
Entrado el medio día, necesitaba hacer una llamada, busqué el móvil por todos lados... ¡Nada!, destendí camas, levanté almohadas, quizás en la sala, tal vez la cocina, el dichoso móvil no aparecía.
Encendí el móvil de reserva, abrí mi cuenta y luego la aplicación de Google Plus, busqué por aquí y por allá hasta activar el localizador... Y ploff.
En algún momento el móvil cayó de mi pierna y se fue a esconder bajo el asiento, desistí al primer intento de recuperarlo y me centré en lo principal, que mi hija estuviera puntual en su clase.
Con la adrenalina a tope, la vuelta a casa fue con gran esfuerzo por regresarme la calma, bajé del auto y ocupé mi tiempo.
Entrado el medio día, necesitaba hacer una llamada, busqué el móvil por todos lados... ¡Nada!, destendí camas, levanté almohadas, quizás en la sala, tal vez la cocina, el dichoso móvil no aparecía.
Encendí el móvil de reserva, abrí mi cuenta y luego la aplicación de Google Plus, busqué por aquí y por allá hasta activar el localizador... Y ploff.
Usted está aquí...
💔