ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de verano, 
julio y agosto:Un verano de fotografía”.

RodrigoFúster/ Gustab/ Campirela
Nuria de Espinosa/ Cecy/ Auroratris/
María/ Lunaroja/ Cora/ Chema
Dulce/ Lady_P/ Marifelita/ Dakota
AlmaLeonor_LP/ Patricia/ Tracy/
Ginebra Blonde.

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domingo, 14 de julio de 2024

Un verano de fotografía


(Autora: ©Cecy)

(Théo Gosselin)


Es una tarde de julio, son esas tardes cortas, que al invierno en medio de tanto frío polar se le presenta la noche de manera inesperada, temprana, y yo, tan friolenta me arropo como muchas veces en esta época, y en mi sillón me dejo acariciar por una manta, mientras miro una película de amor.

Al llegar a su fin, mis ojos húmedos, empañados, que, al querer ver más allá, las luces se me presentan más brillantes. Estoy saboreando la historia. Y me pregunto ¿Cómo lo hace? Crear tanta belleza de lo simple.

Y, de manera simple, mis pensamientos, recordaron:

Me vi sentada en ese tapial, con infinitos escalones en una noche abierta, en una plaza perdida entre tantos edificios de una ciudad que de día aparece furiosa, y sin embargo la noche con su luna redonda, te transporta al paraíso.

Al voltear estaban nuestros pies colgados, que se balanceaban al compás de una charla, y seguramente de muchas más, en noches eternas, donde la libertad era respirar profundo y sentir. 

¡Sentir la brisa de juventud y sueños!

Así pasé el rato, de fotografías guardadas, que fueron apareciendo como si estuviera ojeando un álbum, y se presentó el mar y su eterna música, que solo él puede emitir. La cálida presencia del sol reflejado en la espuma y; nuevamente nuestros pies dejando huella en la arena tibia. Un atardecer leyendo novelas con el ulular de las hojas del limonero de cuatro estaciones que aroman los postres después de la tertulia en familia. 

¡Me quedé dormida!

Y tu beso cálido me despertó para darme una taza de café que aromatizó el momento, mientras tu sonrisa me iluminó mientras te acurrucabas a mi lado.

¡Entendí, la belleza de lo simple!

Entonces, el verano en fotografía me entibió el frio polar. 

©Cecy

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Un verano de fotografía”)


domingo, 30 de junio de 2024

Surrealismo

(Autora: ©Cecy)


(Robin Isely)


Surrealismo atroz es lo que estoy viviendo. ¿Una nueva corriente? ¡NO! Esto, es aún peor. Si me hubieras dicho hace unos años atrás que viviría esto, te hubiese jurado que jamás, que es imposible que un engendro nos gobierne.

No sé por qué Dios no me lleva o el Demonio, la verdad ya me da igual, si este infierno es insostenible, la peste ya llegó, eso es lo que no se vio venir por más que muchos adivinadores, lo han advertido hasta en la mismísima Biblia.

Surrealismo es pensar que, en este siglo, haya tanto disfrute en hacer mal, en dañar, los ves cómo les salen por los poros felicidad cada vez que hacen algo en contra de los pobres, y siempre lo hacen en fechas religiosas, porque eso sí, todo lo hacen en nombre de las fuerzas del cielo.

No hay plata para: los niños con cáncer, para los jubilados, para las familias con hambre que necesitan de los comedores, hasta la comida dejan pudrir en galpones.

No hay interés para: hacer políticas que impliquen el bienestar de la población: salud, educación y trabajo.

Y a todo esto, se perdió un NENE de 5 años, como tantos otros niños en el pasado, pero como odian el “Estado”, todas las redes del país que trabajan para que esto no ocurra, las eliminó. ¡Claro! Qué se puede esperar de un Gobierno que dice, que los padres pueden elegir, vender, dejar morir, a sus propios hijos, imagínate con los ajenos.

Puedo hacer una gran lista de lo que se está viviendo, pero puedes google-arlo o simplemente hablar realmente con aquellos que se llaman gente de bien que precisamente es la gente que le han quitado la voz, la ilusión, y andan con una tristeza que es lo que ellos quieren, para que te enfermes y mueras, mientras el engendro viaja por el mundo con el dinero de un pueblo que cada día le cuesta más y gasta esa plata, la nuestra, solo para su ministerio de destrucción.

Este mundo se está transformando en algo muy raro, y muy despiadado.

Yo ya perdí toda ilusión, y no tengo un dejo de esperanza: lo que, sí tengo muy en claro, que ante un gobierno que usa su poder en reprimir y ser opresor y en nombre de la libertad no te da el derecho a que opines distinto porque te insulta, REBELARTE es un derecho adquirido.

©Cecy

(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: “Surrealismo”)


viernes, 31 de mayo de 2024

Tómate tu tiempo


(Autora: ©Cecy)

(Tom Bagshaw)

 
Todo es así, nada y todo cambia y vuelve como un círculo, vicioso, áspero y al mismo tiempo con mieles que nos endulzan por un rato. Dejé de creer y al mismo tiempo diviso muy a lo lejos una ilusoria chispa de esperanza, que me embriaga y no me deja tomar la decisión que muchas veces me ronda, inapropiada para muchos, fatal e imperdonable para unos pocos, y la que me haría dejar en paz a mi paz inexistente en estos momentos.
 
Mis demonios se han despertado con una furia que me consume por dentro, tengo tanta bronca y odio, que jamás sospeché que pudiera pasar. Dicen que si el camino se torna difícil es porque vas en la dirección correcta. ¿Correcta, para quién? Quién sabe, los que creen en Dios, aseguran muchos. Pero he visto a lo largo de la historia que, en nombre de Dios, han cometido las atrocidades más grandes del mundo.
 
Momentos de introspección me invaden, en noches eternas de insomnio, en las tinieblas de las soledades más profundas, en ese más oscuro océano de vida. Y esa noche las profundidades de ese mar que tanto amo, te da una revolcada que te deja tragando agua y dando vueltas una y otra vez, pierdes el timón, sientes que no puedes respirar y una mano te toma de los cabellos y con la fuerza de la mismas energías profundas y oscuras, te tira de él, y comienzas a subir, y subes, subes, subes.
 
Y, de repente, me vi, en un sueño caminando por calles vacías, en la alta madrugada, y mi niña estaba junto a mí, tomada de mi mano. No supe que era yo misma hasta mucho tiempo después.
 
Nos venían persiguiendo, mi corazón palpitaba al ritmo de mi respiración agitada, no había nadie, la acera de piedras antiguas, estaban luminosas por esa luna en lo alto del cielo. Seguramente había caído una leve llovizna que ayudaban a estar tan brillantes. ¿Quiénes me perseguían? ¿Eran mis propios fantasmas?
 
Nos deslizamos por las calles, que se hicieron pasillos en una torre de muchos pisos sobrios, había muchos elevadores, algunos ascensores que son los que más recuerdo, la niña continuaba tras de mí, sin decir una palabra, y mi mente se repetía que debía mantenerla a salvo, mientras pensaba en ese retorno eterno. ¡Estaba realmente asustada!
 
Anduvimos recorriendo esos pasillos angostos, y ascensores que no nos llevaban a ninguna parte, siempre terminaba en el mismo lugar, estábamos atrapadas, hasta que un raro sonido, me despertó.
 
Y escuche a mi niña decir: Tómate tu tiempo.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tómate tu tiempo”)

miércoles, 3 de abril de 2024

Subliminal

 

(Autora: ©Cecy)

(Artist - Giulia Valente)


Esta es la historia de una Maga, así la llamaba su madre desde niña. En su pueblo natal, vivía en una calle donde la gente en el solsticio de verano, se sentaba en la puerta de sus casas a mirar y hablar con sus vecinos. Ella junto a otros niños jugaban a infinidad de juegos: las escondidas, la pelota o simplemente a cantar y bailar canciones populares que habían aprendido por las costumbres familiares.
 
La maguita siempre se encontraba bajo la mirada atenta de su madre, quien, a su vez, además de amarla y protegerla le enseñaba estrictamente a cumplir con las normas disciplinarias y de escolarización. La incentivaba en aquellas prácticas artísticas como la pintura, piano y patín, así creció y se convirtió en La Maga que se esperaba de ella.
 
Un día se despertó y sintió muy dentro suyo que debía buscar su camino. Fue así como ante la mirada estricta que no conocía de su madre, se plantó, y aunque su incomprensión le dolió, partió sin un rumbo a otras tierras, fue un trayecto de locura, fascinación y también de miedos y contratiempos.
 
Hubo momentos confusos, le pesaba esa no aprobación de su madre y también sacaba de su interior esa luz de amor que había concebido de pequeña y se decía que todo estaría bien, siguió adelante: trabajó, estudió, se enamoró. También conoció el dolor, la perdida, la frustración. Y cómo seguir adelante en caminos de luz y sombras, hasta forjar su propia identidad.
 
Una noche, terminado un nuevo solsticio de verano, se encontró mirando su mesa de herramientas, adquiridas en toda esa vida, la miró, y también giró a ver su aprendizaje, se preguntó, ¿Quién soy? Soy todo eso que me precede. ¿A dónde voy? Donde mi sueño me lleve, así comenzó a escribir esta historia.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Subliminal”)


domingo, 31 de marzo de 2024

Mi motivación...


(Autora: ©Cecy)

(Kris Lewis)

 
Es el aroma del café con leche que retiene mi memoria, y lo selecciona, mientras me voy despertando; y mis pies saben llevarme, primero al agua, que me refresca la vida, y luego me viste de salida.
 
Son mis pasos, ellos juegan con las baldosas. Me llevan a tu encuentro, recorro el día entre las diversas sensaciones: ese viento que me revoletea de imprevisto, y se ríe, mientras, me enredo con las hojas de los árboles que miran desde lo alto.
 
Esperando que caiga la noche, me voy acercando tras la tarde distendida, con la música de tus palabras en mis oídos, y te imagino. Navego entre las páginas que se van despeinando con cada suspiro, y te invoca querido mío.
 
Y, cuando la redondez de tu amor entra por el plateado de mi ventana, desnuda de pesares, me entrego a la vida, con los aromas que me despiertan para siempre dormirme entre tus sueños conmigo…
 
 
(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: “Motivación”)


jueves, 29 de febrero de 2024

Metáforas

 

(Autora: ©Cecy)

(Katie Watersell)
 

Hubo unos años ciegos, el dolor fue tan profundo, que no pude hacer más que intentar que el silencio de esas paredes, llenas de mensajes indescifrables, para una mente que piensa en blanco, pudieran salir a la luz.
 
En el camino hubo señales, letreros con su nombre en diferentes versiones e idiomas nuevos, dentro de esa tecnología que no pude ver, pero estaban ahí. Esas aves de color negro, rondando y rondando, y, aun así, no las distinguía.
 
La brújula interior se puso en movimiento, abrupta e inesperadamente. Cuando el pilar de la casa comenzó a tambalear, navegué de un lado a otro hasta que la muerte se llevó lo que comprendí, mucho tiempo después, era la única columna que sostenía las muchas nadas, y cedió.
 
La luz tardó en llegar, ese hilo conector ya había muerto y fue cuando:

“… volví a este pueblo tratando de recomponer con tantas astillas dispersas el espejo roto de la memoria”
 
La lluvia arreció varios días, hasta que las gotas se secaron. Una pequeña luz, asomo disminuida, lenta, dejando ver, pequeños retratos de un pasado inmediato.
 
Nuevamente unas lágrimas asomaban para limpiar, el camino por el cual un ave de suave mirar señaló que me encontraba en esa jaula, y la memoria volvió hablar.
 
La memoria recompuso la realidad, el espejo es solo para peinar sabiduría, me dijo el bonito rojo. La jaula la tienen ellos, que mareados, terminarán picoteados por la llave, de su propia ambición.
 
Pronostico este presente que me tiene viva, que el amor es lo único que nos salvará de todo lo malo que hay en un mundo sombrío reinado por cuervos.
 
Metáfora: frase de la novela:
“Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Metáforas”)


miércoles, 31 de enero de 2024

Un nuevo mundo


(Autora: ©Cecy)

(Chie Yoshii)


Corrí hasta el escondite con mi gato atigrado, quien siempre me supo conducir. Caminamos toda la noche y todo el día por esos túneles estrechos, con poco oxígeno y agua. Es uno de los entrenamientos que debíamos hacer rigorosamente una vez al mes.
 
Desde muy pequeña me enseñaron varias disciplinas, mi preferida siempre fue el arco y la flecha, además de las que nos ayudaría a proteger nuestra tierra, las ciencias: matemáticas, botánica, geografía, pero sobre todo historia. Conocer nuestro pasado, ayuda a tener una excelente atención al presente y desarrollar alertas para el futuro. Aunque no pensemos en él, nuestro presente está situado en instruir sobre nuestro pasado.
 
Tenemos grandes bibliotecas en cualquier parte del mundo, para que todos estudiemos la historia de la humanidad, de nuestros antepasados, tenemos variedad de idiomas, pero hay uno que es
universal, que nace y eso también lo aprendes de los demás, es el amor y empatía.
 
Aprendimos de nuestra propia historia, y tenemos presente que debemos trasmitir, enseñar a los que vienen, que hubo un mundo que se fue deteriorando cuando la ambición desmedida, la envidia y la ira, se hicieron muy amigas del egoísmo y el individualismo. Así aparecieron humanos con síntomas severos, que les provocó la enfermedad del poder, la más peligrosa. Hicieron de sus reinados a costas del malestar de los otros en favor de su poderío. Esta enfermedad se propagó por todo el mundo, hasta que fueron un grupo muy pequeño donde se concentraba toda la riqueza. Mientras la humanidad empezó a padecer hambre, guerras, pandemias, la gente moría hasta de tristeza.
 
De a poco se fueron quedando solos, y se convirtieron en monstruos. En verdad siempre lo fueron, pero con el tiempo se les hizo piel. Su soberbia era tan grande, como sus ansias de poder, jamás pudieron ver más allá de sus ombligos, se quedaron solos y al acecho. Los humanos lograron organizarse, de a poco, escondiéndose, creando túneles donde poder subsistir. Salían por las noches cuando los monstruos dormían, para buscar alimento, pasaron año tras año, construyendo un nuevo mundo, enseñando a los herederos, todo lo necesario para subsistir.
 
Este mundo nuevo, no necesita de riquezas, solo lugares naturales, bellos, como Dios los ha creado, para que nosotros lo cuidemos, nos creó un paraíso que no necesitaba nada más que nuestro amor. Nuestro nuevo mundo lo defenderé a arco y flecha por todos los que nos precedieron junto a mi gato atigrado...
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Un nuevo mundo”)

domingo, 31 de diciembre de 2023

Deseos

 

(Autroa: ©Cecy)

(Ginebra Siddal)
 
El dolor que experimenté mientras se desplegaban las alas, me hizo ir y volver del cielo varias veces ese día y los que vendrían después.
 
Desde muy pequeña, soñaba con ser grande, y sobre todo sabía muy bien como quería que fuera mi futuro, además de independiente. Nadie debía señalar qué y cómo hacer las cosas. De todos modos, jamás olvide las palabras de mis abuelas y mi madre. En cada decisión me preguntaba que habrían hecho ellas, o que me hubieran aconsejado, mi independencia tenía el costo de mi propia experiencia.
 
Nací con el don de la música, mi instrumento debía ser obsesivamente cuidado las veinticuatro horas del día, todos los días del año, si quería triunfar. Además de estudiar en el conservatorio de música. Brotaba desde mis entrañas una pasión incontenible cuando de cantar se trataba.
 
Interpreté en todos los escenarios del mundo las obras más aplaudidas de las óperas más famosas: “La Traviata de Aida de Verdi; La Flauta Mágica de Mozart; Madama Butterfly de Puccini; El Barbero de Sevilla de Rossini” y muchas más.
 
Amé profundamente, me divertí, tuve el mundo a mis pies. También llore con cada amor que se despedía, todos me querían bajo el escenario cargando una vida con niños, jardines y una hermosa casa llena de flores y sirvientes. Nada mal para quienes desean formar una familia, no estaba entre mis deseos, ser esposa y madre.
 
Tengo una hermosa familia de hermanos y hermanas que poblaron mi vida de sobrinos y sobrinas. Venían cada año en las fiestas, y disfrutaba unos días con todos ellos, junto al mar en un retiro aislado de todo y todos, para mi descanso. Donde vivo hoy, ya retirada de la vida pública pero jamás de la privada.
 
Agradezco infinitamente esas alas que a medida que se desplegaban, y a pesar del dolor del sacrificio, todos lo que desee, se cumplió, porque cuanto más trabajaba, más deseos se cumplían. Tengo una vejez poblada de recuerdos, una casa al lado del mar donde corretean los hijos de los hijos de la descendencia familiar. Y puedo oler las flores que cultivo cada día, y mientras cierro los ojos, concluyo que he vivido como he querido.
 
Y mi deseo en estas fiestas de diciembre para todos los seres queridos que pueblan mi cariño, es simplemente que la vida les de mucha salud para ir por sus sueños cualquiera que deseen. Porque todo lo construido con amor y dedicación, forja un camino poblado de trabajo y responsabilidad con uno mismo, en el cual se cosecha una felicidad, para compartir con aquellos que elegimos desde el corazón...
 
(Ginebra Siddal)

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo

©Cecy
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Deseos”)


jueves, 30 de noviembre de 2023

Samhain

 

(Autora: ©Cecy)

(Rusty McDonald)

“Simona son unos días nada más, nos vamos temprano en la mañana y el lunes te prometo, amiga, que llegas a cumplir con tus obligaciones. Solo tienes que pedir a tu jefe que te dé permiso.”

Simona pensaba una y otra vez, en las palabras de Laura. Sería una buena idea ir tres días a acampar a los bosques de la Villa cerca del mar, de todos modos, no afectaría su rutina. Aunque noviembre, siempre había sido un mes de transición, afectado a dejar todo listo para las fiestas de fin de año, y eso incluía: las del trabajo, familiares y amigos.

Llegaron al mediodía, algunas amigas ya estaban desde el día anterior, solo les quedó acomodarse en el camping y disfrutar de esos días a pura naturaleza. Apenas posaron los pies en el pasto y levantaron la vista, se deleitaron con esos pinos que competían entre sí, quién de ellos estaba más cerca del cielo, se respiraba aroma a paz.

A todas las sorprendió lo sucesos que comenzaron después de la siesta: se escuchó una voz hermosa cantando en la puerta de las tiendas donde descansaban. Al salir el espectáculo se intensificó, la hermosa voz, interpretaba la canción de Eladia Blázquez “honrar la vida”, siguieron recitales de poesías, y un monólogo en referencia a la muerte que es parte de la vida. Estos simples y emotivos actos eran la invitación para que al otro día se unieran al fogón en la playa misma.

No salían de la sorpresa, y esperar al día siguiente las llenó de ansiedad.
Fueron en procesión a la playa, se encontraron con un enorme fogón, guitarreada, danzas, comida, una fiesta iluminada por pequeños faroles de creatividad casera, que hacían de esa playa oscura, un cuadro iluminado, con la presencia inmensa de la noche y el agua del mar.

Desde la sombra de la fiesta, Simona sintió que alguien la observaba, sintió con mucha intensidad que la mirada de ese alguien le tocaba el cabello, era inquietante, al mismo tiempo que atávico.

Las danzas alrededor de la fogata que estaba preparada para ser encendida a la medianoche y los movimientos de todas esas hermosas mujeres y niñas de toda la villa, que las iban invitando a unirse, fueron hipnóticas. Y mágica la presencia de ese hombre que la tomó de las manos y danzaron hasta que el amanecer las sorprendiera con los primeros y luminosos rayos de un sol, distinto.

Se sintió diferente Simona y sus amigas, que regresaron en silencio a descansar, para partir a primeras horas de la tarde.

El viaje de regreso, no significó solo regresar a sus lugares de origen. Magnifico otro estado espiritual, encuentro con todas las mujeres que hasta el día de hoy les abrieron camino. 

¿Y él? No halló explicación posible, y ni siquiera se animó a preguntar a sus amigas quién era, porque descubrió en sucesivas y posteriores charlas que ella, solo, sola, danzó entre las nubes y montañas que formaron la espuma del mar…

©Cecy 

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Samhain”)

miércoles, 31 de marzo de 2021

 

(Autora: ©Cecy)

Mosaico:


Aquella tarde, cuando el ama de llaves del Reverendo me invitó a pasar a la cocina por una taza de té, y dejar que los señores hablaran sobre la investigación histórica que realizaba mi esposo, en ningún momento, creí, que la lectura de la borra de las hierbas, cambiaría el curso de mi vida.
 
¿Cómo podría ser algo real? Me reí de los nervios, cuando ella se ofreció y yo acepté. Seriamente me dijo que mi vida se veía bifurcada, interrumpida, algo inexplicable. Dios mediante lo recuerdo a flor de piel, y aún hoy, me estremezco.
 
Me retiré antes con la excusa de descansar, y en el trayecto a casa, entre los aromas a tierra húmeda, hierbas, y las flores de algunos árboles, se colaba la voz de la Señora Graham, repitiéndose sus palabras en mi cabeza.
 
Tenían algo de proféticas esas palabras, estaba escrito en las borras y vino a mí como un aire tormentoso.
 
Esa voz calló, cuando traspasé la puerta de esa inmensa casa que desconocí la primera vez.
 
Anida en mis cabellos las mariposas de diferentes colores y se representan cada una, en los recuerdos, que le dan ímpetu al cosquilleo que me lleva. Ahora, sentada aquí, mirando tras la penumbra de mi bifurcada vida, es la fiebre del mismo infierno que me llama, cada día; y me despierto por las noches y en puntas de pie, recorro cada pasadizo inexplicable que me devuelve a tus manos, porque necesito que se apoderen de mí.
 
Escucho las teclas del pianoforte, juegan entre si y le dan vida al Nocturno de Chopin, y mi juventud, se apodera y se sonroja ante tu presencia, que mira intimidante. Mis ojos se dejan llevar desvergonzadamente ante tu boca. Es un embrujo que se adueña de mi voluntad, deseando e imaginando todos los contornos que esos labios peligrosamente sensuales, invadirán.
 
Mientras me succionas, y tus labios quedan extenuados y rojos, no me dejo volver, es la sangre que nos late.
 
En la secuencia que se sucede cada día, y vivo mi interrumpida vida, dios mediante no me arrepiento del abismo, mientras me sigo estremeciendo.
 

(Relato perteneciente a la propuesta: "Secuencias")


lunes, 8 de marzo de 2021

 

(Autora: ©Cecy)

Imagen: Christian Schloe


Obra: The Platters “Only You”


Había andado varios días por el camino que la hechicera le había indicado, y en todas esas calles él se encontró con las versiones que alguno de los identificadores le devolvía. Sediento por el agobiante calor, sintió que sus fuerzas decaían. Al momento pensó que era engañado por una ilusión óptica al ver el bar, casi desvaneciéndose llegó, y con la voz ronca y quebrada pidió un vaso de agua, y otro, y otro más…
 
Algunos hombres se quedaron mirándolo. Cuando la fonola comenzó a brindar sus primeros acordes, y la mujer que, sentada a su lado, cantaba. Mientras se esparcía por el lugar las flores que el tiempo se había llevado, junto a los versos y besos que se sostenían en sus recuerdos, sorprendiéndolo al saciar su sed.
 
Esa imagen tan nítida le llevó a arrodillarse delante de la mujer, besó su mano y apoyando su frente en ella, le pidió sin hablar que le concediera el deseo de alcanzarla.
 
Ella, la madre de todas las diosas sin más le regalo un amuleto, que él debía usar haciendo honor, a la oportunidad que se le presentaba.
 
Lo llevó consigo hasta que la idea de respirarla se le hizo realidad, después de tres días de andar, pidió el deseo de parar el mundo. Entrelazaron sus manos y no hubo tiempo que pudiera sacarlos de la maldición de estar eternamente condenados. Se miraron, y fue en ese instante que le cantó…
ella tendrá que volver al árbol de las lágrimas...

 

(Relato perteneciente a la propuesta: "Una Idea")


domingo, 31 de enero de 2021

Luces

 

(Autora: ©Cecy)

No conocía más allá de la isla donde había nacido, no sabía qué había detrás de esa inmensa masa de agua, salada, que lo cubría todo y limitaba con el cielo. A veces sentía agobio de esa cárcel natural, que hubo un tiempo en que fue tan feliz, y ahora, cada día la enfrentaba a la tragedia que su abuela le confesó en su lecho de muerte.
 
Habían llegado con sus padres, su abuela y otras familias, cuando pudieron escapar de las guerras bacteriológicas que se habían esparcido por todo el planeta, su padre alcanzado por el virus partió unos días después de haber llegado, y su madre dándole la vida.
 
No se explicaron qué protección guardaba esa isla que la llamaron “luces de vida”, que pudieron sobrevivir todos estos años. Su nona con tanto amor y en la soledad de los pocos que eran. Tan aguerridos para luchar por mejorar y cuidar la especie.
 
En la triste soledad de una noche su abuela se le apareció en sueños, y despertó repitiendo las palabras que le regaló, esas palabras que le cambiaría la perspectiva “hay una energía muscular en la luz solar que corresponde a la energía espiritual del viento” y así siguió ese día, repitiéndolas una y otra vez.
 
Esa tarde caminaba por la playa, cuando vio a su amigo reparando la embarcación que había estado anclada por los años que ellos portaban, se acercó a pasitos lentos, pero decisivos. Y se sentó en silencio a contemplarlo. Sintió el sol en su cuerpo y el viento al mismo tiempo refrescándola.
 
Fue en ese instante, que él tomó su mano, caminaron alrededor de la embarcación, después de un rato en silencio, ella le dijo: "las velas son el espíritu de esta embarcación", él, la miró con adoración y le dijo: "nuestra embarcación, nos llevará a recorrer nuestro camino", el camino de la experiencia, que nos llevará más sabios a casa.
 
Ella se sintió emerger de la esclavitud a la libertad, mientras las palabras de su abuela se hicieron luz.
 


*Hay una energía muscular en la luz solar que corresponde a la energía espiritual del viento. “Annie Dillard”

(Relato perteneciente a la propuesta: "Luces")


Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin