(Autor:
©Chema)
Estaba en casa un domingo por la tarde, sin saber qué hacer. Entonces pensé que al día siguiente tenía que dar una clase de física de 2º de bachillerato, concretamente sobre el tema de gravitación. Así que decidí repasar los problemas más complicados que suelen poner, con el libro de física de Paul Tipler.
Un ejercicio muy típico que ponen es calcular la velocidad de escape del campo gravitatorio terrestre. Es de unos 11 km/s, esto lo aprendí en la aventura ‘aterrizaje en la luna’ de Tintín. Todos hemos fantaseado alguna vez con desafiar la gravedad terrestre, y viajar a otros lugares en un vuelo sin fin.
Aunque en realidad, yo me conformaría con una escapada breve, como el viaje soñado que narraba el pasado verano. Estar unos días lejos de casa, a veces es necesario para la salud mental.
Mientras repaso los temas de física, escucho una playlist de rock hecha por mí. Está sonando ‘in trance’ del grupo alemán Scorpions. Desde hace dos años, mi percepción del tiempo es extraña: lo largo se me puede hacer corto, lo corto se me puede hacer largo. O puedo estar tan absorto en una tarea que las horas pasan sin darme cuenta. Es un estado mental que se asemeja al trance mencionado en el tema de Scorpions.
Entre problema y problema sobre energías potenciales gravitatorias, suena ‘I’ll stand by you’ de Pretenders. En este tema, Chrissie Hynde se mostraba más tierna que en los inicios de la banda. Hay un fragmento de la letra que dice “take me in, into your darkest hour”. A veces tenemos la sensación de estar viviendo la hora más oscura, pero cuando pasa el tiempo te parece que no era para tanto, y hasta lo romantizas.
Decido descansar un poco de tantas fórmulas -con integrales y derivadas incluidas-, y abro en una nueva pestaña del navegador el foro naranja. Continúo inmerso en el proceso de conocer realidades diferentes al entorno en el que crecí. En realidad, nunca dejamos de aprender, y ésa es una manera de seguir siendo joven. Es como un nuevo crecimiento.
Veo un nuevo hilo creado por la forera más especial. Trata sobre la huella que nos deja la educación recibida durante la infancia y adolescencia. Le respondo con seriedad, y al final le hago un comentario entre afectuoso y bromista en modo spoiler. Tenemos nuestro lenguaje propio, nuestra complicidad, nuestras travesuras mentales.
Cierro la pestaña del foro, ya miraré luego si mi amiga responde o reacciona. Vuelvo al libro de física, y veo un problema sobre calcular el punto entre la tierra y la luna en el que se igualan las fuerzas gravitatorias de ambos astros. Cojo un folio y mis rotus para resolverlo.
Resulta curioso pensar que la caída de una manzana sobre la cabeza de Isaac Newton y la rotación de los planetas tienen un mismo origen. La gravedad sigue siendo una fuerza de naturaleza misteriosa, que aún no se ha logrado desentrañar del todo. Se habla de unas partículas subatómicas llamadas gravitones, pero de momento son hipótesis.
Durante el último siglo se han hecho grandes descubrimientos científicos, pero aún estamos inmersos en la búsqueda del alma. Se dice que pesa 21 gramos, y Descartes propuso la teoría de la glándula pineal que comunica alma y cuerpo.
En cualquier caso, la atracción más fuerte no es la gravitatoria ni la eléctrica. Es la atracción interna entre almas, que suele ir acompañada de una conexión telepática. Vivimos días extraños, pero se hacen más llevaderos con personas que llenan esos días de poesía.
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: "Mosaico")