oFREC
Las viñas, los olivos y la encina.
La tarde lenta, el viento y el camino.
Mi soledad se irá por donde vino.
Hasta el mayo dolor se nos termina
si queremos ser otro sin destino,
uno que mira cabecear el lino
mientras recibe el beso que imagina.
Vente conmigo al campo si no sabes
qué hacer con tantas páginas borrosas.
Yo pongo las palabras y tú el beso.
Álamos altos y colinas suaves.
Vamos a ver qué dicen estas cosas.
Un poema se escribe para eso.