Este fin de semana me voy a vestir de otoño.
He colocado el sillón al lado de la ventana para escuchar el sonido de la lluvia caer.
Estrenaré un nuevo té verde que me han regalado, aromatizado con vainilla, corteza de naranja y pétalos de flores.
Nos hará falta una mantita, pero me arroparé con la lectura de un buen libro. Os deseo un feliz fin de semana.
Los días de otoño se dibujan transparentes
sobre el manto dorado del bosque…
Los días de otoño sonríen al mundo entero.
Qué agradable conciliar el sueño sin deseo,
saciado de flores y fatigado de verdor,
y que en el cabecero luzca una guirnalda de vid roja…
El día de otoño carece ya de anhelo,
sus dedos son de un frío implacable,
y en sus sueños se ve por todas partes
cómo caen copos blancos incesantes…
Edith Södergran (Encontraste un alma)