Mira mi
barco, se hunde,
mira mi mano,
se quema.
El agua
calentita arruga manos,
el agua
traicionera hunde mi barco.
Navego de
papel en mi barquito,
soy una
personita de mentira.
Tiro de él,
lo atosigo, le hago daño,
y el barquito
se hunde en la bañera.
¿Cómo podré
ayudar a los que gritan?
¿Cómo poner a
salvo a tanta gente?
El barco está
mojado de nostalgia,
de lágrimas,
de seres que lo habitan.
Llevo un
siglo de tiempo
hundiendo mi
barquito y su papel,
aguanto porque
lo seco.
Y sigo.
Elsa Veiga (
Manejemos la pena)