¡Oh monstruo
de la santidad,
que supiste
merecer los cargos,
y
despreciarlos y servirlos; a quien fue
martirio la
mitra, afán el arzobispado,
la renta
necesidad, los pobres hijos,
y la grandeza y dignidades mortificación;
tan santo que
supiste fortalecer la ciencia
y doctrina de
humildad; tan docto,
que bastaste
a asegurar la doctrina y
estudios con
los tesoros de la misericordia;
tan rico, que
socorriste todos los pobres,
tan pobre,
que tu desnudez, ni parientes
no participaron
de tu riqueza, porque
acudiste
antes a la parentela del Padre
soberano, que
está en el cielo, que a la
multitud que
llega a los buenos sucesos
de la fortuna, solicitando el premio de los
trabajos
desta vida para la patria que es
el cielo!
Francisco de
Quevedo
"Epítome
a la historia de la vida ejemplar y gloriosa muerte del bienaventurado fray
Tomás de Villanueva"
Hoy es fiesta en mi pueblo, el día de nuestro patrón. Un pequeño homenaje desde este humilde sitio.