De la mano de nuestra amiga Neogeminis , nos propone que hagamos un relato sobre una de las foto que tienen en su convocatoria que lleva por nombre "Vuelo simbólico" Y yo he elegido esta, este es mi humilde aporte , espero que sea lo que ella quiere , si queréis leer más relatos pinchad Aquí .
El olivo…
Nací en un campo de olivos…. Hermosos y milenarios olivos.
Y con multitud de ramas que en conjunto, hacían de aquel árbol tuviese una gran copa , cargada de un fruto muy preciado tanto como el oro , los humanos lo llaman el oro líquido , por su sabor intenso , su característico olor y sobre todo su color dorado , que eclipsa a todo aquel buen entendedor de este gran manjar.
Cómo
os decía, crecí entre olivos yo fui uno
de tantos en aquel campo.
Recuerdo,
que cuando llegaba la hora del famoso “Vareo” todos los olivos.
Estaban
ansiosos, porque los trabajadores o vareadores,
viniesen con sus capazos y varas, para
hacer caer las olivas del árbol, con ligeros toques de palos largos, eso
sí, sin llegar a dañar el olivo.
Era
como si los olivos, una vez liberados de sus frutos, estos estuviesen más
ligeros como una pluma.
Una
vez que los olivos se quedan sin sus frutos, estos están preparados para un
nuevo renacer, esperaran un tiempo hasta que el buen tiempo , los llenen de los preciados frutos las olivas.
Por
fin llego mí tiempo, cuando yo también di mis valiosos frutos, y como era costumbre
a mí también me varearon, con el mismo mimo
y cariño.
Como
a mis hermanos los olivos, y pude comprobar esa ligereza de la que hablaban los
árboles, este año los vareadores cuando
terminaron sus peonadas de trabajo, dijeron que este había sido un buen año.
La oliva
era más grande, y había muchas más que el año anterior.
Y
con una buena noticia, para todos los olivos de aquel bello campo.
Íbamos
a entrar a formar parte del “Patrimonio
de la Unesco de la humanidad” que
se celebraría el verano de 2023*
Fin.
Os deseo a todos un feliz viernes y mejor fin de semana , besos de flor.