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Ludovico cansado y estresado de trabajar en la oficina
un buen día, decide cambiar de aires y terminar con esa vida monótona y sin
emociones, después de meditarlo siguiendo el consejo del Doctor
Locterio, sabiendo este, que padecía del síndrome bipolar , aparte de otras
enfermedades , menos saber que también tenía una pequeña aversión “Apifobias” a
las abejas o avispas.
El doctor le recomendó que pasase unos días en un
lugar tranquilo, lejos del bullicio de la ciudad, eso mejoraría su salud
mental y espiritual, así lo hizo.
Miró por internet, una página donde alquilaban por
fines de semana, casas rurales.
Cuando ya vio, la casa que le gusto, hizo todas las
gestiones para alquilarla para ese fin de semana, tuvo mucha suerte, no estaba
muy lejos de la ciudad.
A la mañana siguiente, cogió su pequeña maleta y se
presentó en la oficina, y un chico muy majo le dio las llaves y gentilmente lo
acompaño con su coche hasta la casa rural.
Una vez, instalado en su nueva casa deshizo la maleta
y se preparó, un pequeño tentempié con unas olivas, un poco de jamón ibérico y
un mosto sin alcohol, se sentó en el porche a disfrutar de las bellas vistas de
las montañas y el cielo azul, una vez que termino de almorzar, se acostó para
descansar, más tarde recogería lo del picoteo.
Era bien entrada la madrugada, cuando un sonoro
zumbido lo despertó este asustado por el tremendo ruido no sabía de dónde
provenía, miró por toda la casa y no vio nada, asustado de aquel ruido,
salió de la casa.
A la mañana siguiente, vio con estupor cual era aquel
ruido de la noche anterior, era un gran nido de avispas que había enredado
entre las ramas de un árbol, este sin pensarlo mucho cogió una motosierra y
talo el árbol al son de “Árbol, vaaaaa” el gran árbol cayó sobre el tejado de
la casa, estas las avispas viéndose desprotegidas del nido, pagaron su rabia
con el pobre Ludovico, este salió picoteado y con ronchas.