Cuando clara despertó en aquella habitación, lo que más le llamó la atención, fue un pequeño crucifijo de madera en una pared blanca, sin cuadros ni ventanas por dónde entrase luz, en un rincón de la habitación.
Había
un pequeño altar con velas blancas y negras encendidas, un rosario, estampitas
de diferentes santos y una figura de la Virgen de Guadalupe.
La
puerta de la habitación estaba entreabierta, cuando. Una señora mayor con pelo
canoso la contempló con una mirada tierna, le cogió de la mano mientras le
decía cariñosamente.
—No te
preocupes pequeña, que todo ha salido bien, durante unos días te dolerá, pero,
eso es normal, en seguida te daré un frasco de hierbas para que durante 40
días te hagas una infusión, te hará sentir mucho mejor y más fuerte. Y
recuerda, que este tiempo, tanto partos como albortos, la tumba está abierta.
La joven, le pregunto:
—
¿Por qué hay en esta habitación ese altar? ¿A qué virgen se le reza y para qué?
La mujer
mayor la miró fijamente a los ojos, y por un
momento se angustió, vio que el aura de la joven era negra
como el carbón.
Ella
sabía que cuando una tiene el aura negra, es porque la muerte andaba cerca o
les había echado un malefició.
Esta
se aclaró la voz, e intentando disimular su angustia, le dijo:
—Es un
altar dónde yo suelo rezar para que todo salga bien mientras mi hermana
practica la interrupción de la gestación del embarazo, ̶ Rezo a la virgen de Guadalupe—, para que proteja a la paciente
durante todo el tránsito.
̶ ¿No será
usted, por casualidad, una santera verdad? ̶ Le
dijo la joven mientras la mujer mayor le ayudaba a vestirse.
̶ ¡Sí!
Se miraron mutuamente, cuando la joven le dijo:
— ¿Puedo irme ya?
—Sí—, contesto la
mujer mayor, ̶, pero no
olvides lo que te he dicho antes, tienes que tomarte todos los días una
infusión, hierbas que te he preparado, Nada más llegues a casa cuando termines
de cenar, te tomas uno antes de irte a dormir, No se te pude olvidar ningún
día.
Clara llegó a casa, y vio que sus padres no habían llegado, se dirigió a la cocina y en la nevera vio una nota en la que ponía.
«En el micro tienes una pizza de jamón York y queso
̶ tu padre y yo ̶ hoy tenemos cena de empresa.
no llegaremos tarde, besos de mama».
Preparó
la cena, y mientras veía la tele, se comió la pizza, fregó los cubiertos y el
vaso de agua, puso agua a calentar en el micro para hacerse la infusión, Acto
seguido, echó azúcar, y, a pequeños sorbos, se la bebió. El sabor de las hierbas
era algo amargo.
Se
cambió de ropa se puso su pijama de unicornios rosas y azules, y se metió en
la cama, Poco después se quedó profundamente dormida.
En
la primera fase del sueño, vio cosas extrañas que no lograba entender.
Era
como si estuviese viendo una escena de una chica joven, a la que no conocía,
desde el techo de la habitación, Estaba la mujer de pelo cano rezando en el
altar, mientras que su hermana practicaba otra interrupción del embarazo. Pero
en este caso, la muerte estaba presente en forma de espectro negro que sobrevolaba
por la habitación.
Cuando
la santera, en estado de trance, le dijo a su hermana:
—¡¡Déjala, marchar!! ̶ Ya es tarde para ella y el feto... Viene con el tiempo pasado. Ahora es ella, la dama negra, la que los reclama…Deja que se vayan los dos, los padres de la joven lo entenderán.
La
doctora salió un rato después, y les dio la mala noticia, la joven había
fallecido. Había empezado a tener convulsiones, su cuerpo, comenzó a dar saltos
en la cama, con un hilo de voz decía que tenía mucho frío. su rostro se volvió
blanco, sus ojos hundidos tenían ojeras negras y profundas y
sus labios, se volvieron cianóticos. El último aliento que
salió de la boca fue una nube de vaho blanco y frío como el hielo.
La santera preparó el cuerpo en una bolsa negra de cadáveres, y acto seguido llamó a los padres para que se despidieran de la joven. Llamaron al servicio funerario, que prepararon a la mañana siguiente.
La enterraron en el cementerio de la ciudad.
Clara se removió en la cama mientras se quejaba en sueños, Entreabrió los ojos y vio que estaba en su casa, en su cama.
Tenía
la frente y el pelo empapado en sudor. Se levantó de la cama y fue al lavabo,
se lavó la cara y se refrescó un poco. Bebió un vaso de agua, y volvió a la
cama, quedándose dormida de nuevo.
El
segundo sueño fue más profundo y placentero. Iba caminando
por un hermoso parque donde había una fuente de
agua, era un día brillante con una cálida
y fresca brisa de otoño. Los árboles estaban
vestidos con sus hojas de otoño de colores
ocres, rojos, amarillos y marones.
Caminaba
y se oía el crujir de las hojas bajo sus pies, le relajaba, cuando de pronto, vio a una hermosa niña sentada en el suelo alfombrado, lleno de las hojas
caídas de los árboles, de unos 5 o 6 años, Era preciosa, tenía unos grandes
ojos azules y una sonrisa contagiosa, jugaba con una pequeña
pelota de espuma de colores con un cascabel en su interior.
Clara
se acercó a ella, y la niña le sonrió.
Buscó a su alrededor para ver si veía a su madre o padre, pero por allí no
había nadie.
Se
puso en cuclillas junto a la niña y le pregunto:
—¡Hola, qué haces aquí tan solita! — No estoy solita, mi mamá está aquí cerca, se fue a comprar el periódico para mi papá, y no creo que tarde en volver.
Mientras esperaban a que llegase su madre, Clara cuidó a la pequeña.
Juntas se pusieron a darle de comer a las palomas que había en el parque.
Carla le pregunto si tenía hambre.
— Si, le dijo la pequeña.
—¿Te
apetecería comer un delicioso helado de chocolate?
̶ ¡Bien! ̶ Dijo
la niña, con una dulce sonrisa en su carita.
Salieron
del parque y se dirigieron a un pequeño puesto de helados. Clara pidió dos
vasos de helado, uno de chocolate y nata, y el otro de pistacho. Y volvieron de
nuevo al parque a ver si veían a la madre de la pequeña.
Una
vez que terminaron con el helado, con el sol en todo lo alto del cielo, se
tumbaron a tomar el sol, en un mullido colchón de hojas marrones, rojizas y
amarillentas.
El
calorcito que desprendían los rayos de sol era un bálsamo para ambas, estaban
como dos pequeños gatitos jugando con las hojas en una linda y cálida tarde de
otoño.
Los
días y semanas fueron pasando y entre Clara y la pequeña se fue forjando una
fuerte amistad que dio paso a un cariño mutuo.
Una
mañana vio, que solo le quedaban hierbas para una sola infusión. La agradeció,
el sabor era amargo, algo que no acababa de acostumbrarse. Sin embargo, también
observó desde que empezó a tomárselas era como si algo dentro de ella hubiese
cambiado, tanto física como emocionalmente.
Se
veía más fuerte y no tenía esa flojedad que sentía cuando llego desde aquella
clínica.
En ese tiempo, tanto fue el cambio en ella que sus mismos padres lo notaron. Ya no era la típica niña Ni-ni, que ni estudia ni trabaja y mucho menos a la niñata que le gustaba ir de fiesta, llegar a casa bien entrada la madrugada y como decían sus amigas «Sola y borracha quiero llegar a casa». Hacer botellón, fumar porros y comerse unas cuantas rulas, y echar a perder su juventud.
Esa Clara, ya no volvería jamás, Ya que murió el día que empezó a tomar aquellas hierbas milagrosas.
Habían
pasado 12 años y, en ese tiempo, terminó su carrera de pediatría infantil, conoció
a su marido Rodrigo y fueron padres de una preciosa niña.
La
llamaron Alba, nació sana, fuerte, alegre. Era un terremoto de dulce criatura.
Tenía
la edad de 2 años "pero", Alba no hablaba, solo lo hacía con gestos.
Cuando tenía ganas de comer cogía una cuchara y se la llevaba a la boca, cuando
tenía sueño tomaba la pequeña manta de su cama y el chupete, y buscaba a su
madre para que la durmiese.
El
médico la examino y no vio nada extraño en ella, Para más seguridad le hicieron
pruebas de audición y comprobaron que la niña oía perfectamente, con lo cual
descartaron que estuviese sorda. Le miraron las cuerdas vocales y no vieron
nada anómalo en ellas, así que llegaron a la conclusión de que la niña, no
quería hablar.
Llegaron
a pensar los padres de Alba que tal vez la niña fuese un poco retrasada o
tuviese alguna discapacidad, pero los médicos tanto el neurólogo. como los
logopedas, dijeron que no, que el coeficiente intelectual en un niño
a esa edad era normal entre: 90 y 110, ella estaba en ese baremo.
—
Señora Clara, permítame que le diga que a su hija no le pasa nada y es una niña
normal, lo que pasa es que no quiere hablar, digamos que es un poco
perezosa, pero no se preocupe, cuando ella quiera ya hablará.
Ya
sabiendo lo que le pasaba, los padres se armaron de paciencia y decidieron
dejar de insistir.
Un
año más tarde, en un hermoso día de abril, Clara le dijo a su marido que se iba
al parque para ver si la podía tranquilizar un rato, la notaba
un poco nerviosa e irritada. Cogió el capazo de la niña y una de sus
muñecas y se fue al parque. Saco una manta, la extendió en el
césped y sentó a la niña. Esta le reclamaba su muñeca,
enseguida se la dio para que jugara con ella.
Mientras
la veía jugar alegremente, Clara le pregunto.
— ¿Alba,
cariño tienes hambre? ¿Quieres un Petit suisse, de
fresa?
La
niña hizo un gesto negativo con la cabeza, y volvió a jugar con su muñeca.
Pasado
un rato, Alba miro fijamente a su madre y Clara le devolvió la mirada, Por un
momento sintió como un escalofrío recorría su espalda, cuando le dijo:
— ¡Qué
te pasa cariño, qué tienes! ̶ Cuando la
niña pregunto:
— ¿Mami, porque tú no quisiste a mi hermana? ¡Es que acaso ella no era tan buena como yo, y por eso decidiste dejarla en aquel horrendo, y frío lugar donde van todos los niños que no quieren!…¿Eh, mami?
Fin.
Nota; Quiero agradecer a tod@s las buenas personas que me leen cada día y me comentan , y me dan buenos consejos a la hora de intentar hacer bien aunque solo sea una vez, mis escritos ,cuentos y relatos porque gracias a todos vosotros ,esta humilde servidora de todos vosotros lo agradezco enormemente , cada día aprendo un poco más de lo complicado y difícil que es escribir algo que merezca la pena, no quiero imaginar el arduo trabajo que supone escribir un libro...... A TOD@S VOSOTROS GRACIAS DE CORAZÓN.
Os deseo a todos un feliz fin de semana , besos de vuestra amiga que os quiere flor.
Pd; Este fin de semana , intentare ponerme al día con todos los blog pendientes , incluidos los del "Reto tintero de oro"