Todo empezó una noche
de extrañas confidencias
aprovechando el derroche
de momentos y vivencias.
¡Como recuerdo tu cara!
Si, cuando te intenté besar,
evitando después el pensar
qué nos volveríamos a encontrar.
Y sentimos el azote traidor
de una vida anterior
olvidando el gran dolor
de un apasionado amor.
Pedí a mis caricias calma,
a mis besos añoranza,
a mi desnudo corazón
le pedí bajase el telón.
Quise amarte sin mentiras
sin prisas, pausadamente
quise verte complaciente
después, todo fueron despedidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario