Foto de red
En el quicio de la puerta
el cuerpo anhelante descansa
y el corazón deprisa palpita
al compás de unos pasos presurosos
por alcanzar pronto la meta.
Secos los ojos, dolidos por tu ausencia
se llenan de humedad a la serena.
Somos
barco y ancla
timón y proa
viento y vela
mar y espuma
agua salada.
Soy
canal y catarata
para tu piel agua fresca
vértigo y precipicio
agitación y calma
alimento para tu alma.
Somos
primavera y estío
excitación y templanza
pluma y libro
anochecer y madrugada
clamor adormecido.
En el quicio de la puerta
queda el corazón a la espera
de unos soles verde esmeralda
regocijo de latidos vividos
que llenan de frescura y vida
del cuerpo cada fibra.
De besos queda a la espera.
Copyright Fini López.