Foto de la red
Reconocemos la vejez en otras caras,
parece que el espejo engaña y no es cierto,
es nuestra mirada la que no se extraña, será
quizá porque nos vemos sin mirarnos.
Reconoces el paso del tiempo en aquellos
que hace tiempo no ves y descubres sus cuerpos
ajados y el cambio de su faz con un tono mate
que solo lo disimula el maquillaje.
Solo entonces percibes que ya no eres aquella
adolescente que enamoraba y se ilusionaba
a su poca edad, con amores pasajeros
llenos de tabú, clandestinos.
Suelen ser las fotografías las que nos
devuelven de un mazazo la realidad que
a veces no queremos reconocer pero
que está llena de recuerdos.
Mi aroma…tu sabor.
Tu ternura…mi dolor.
Mi olor…tú dulzura.
Tu amor…mi ceguera.
Copyright Fini López Santos