Foto autoría: Fini López Santos.
Fue un romper las entrañas,
desajuste de huesos,
se rasgaron las carnes
y el dolor insoportable y
seco,
dio paso al mayor de los
vacíos.
En ese instante llegaste y
te perdí.
Dejaste atrás nuestra
conexión
exigiendo confianza,
libertad,
tu independencia de mí,
y así seguiste y sigues.
Te quise libre de todo
yugo,
de tus errores aprendiz,
luchadora cual vikinga
sabedora de tus cualidades.
Fuiste de mis penas la
alegría,
de admiración cuarenta
años.
¡Eres el espejo en donde
me miro!
Copyright Fini López
Santos.