Fotografía Oleg Oprisco.
Fue un verano atípico…
se cancelaron talleres,
las comidas de fin de curso.
De un día para otro
quedaron suspendidos los alfileres
en el aire contaminado
y la magia de las manualidades
quedó maltrecha, dejando
las obras medio hacer...inacabadas.
Callaron las risas, las preguntas,
desapareció el olor a café de media tarde,
las meriendas de cumpleaños…
Todo fue silencio, y bajaron la persiana
dejando atrás las reuniones.
Hoy, ya nada de aquello queda, parece
que nunca existió, pero me niego a ello.
Seguiré tejiendo sueños con lanas de colores
para pintar un arco iris entre tanto blanco
que sólo llena de frío el alma.
Rescataré del altillo la vieja maleta
y las agujas de la abuela, seguiré sola
con el corazón en un puño, en este encierro
obligado y en mis oídos
resonaran las carcajadas de Lucía
a la que espero ver algún día.
No quiero que este contratiempo llamado virus
seque mi entusiasmo y corte mi risa.
Copyright Fini López Santos.
Aportación a la convocatoria de Ginebra Blonde en su Blog Varietés.