ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

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martes, 1 de octubre de 2019

Galatea R5


(Autora: ©Yessy Kan)

Miró su reloj, marcaba diez minutos pasadas las seis. Por alguna razón su contacto no estaba puntual, «Qué extraño, debo andar con pies de plomo,» pensó al instante. Caminó hasta la otra esquina de la calle, pegándose a la pared. Allí vio la alta farola, con la luz brillando sobre un carro militar aparcado sobre el muelle.

El susurro de una voz conocida se coló entre la bruma:

- ¿Qué importantes noticias traerás hoy? - preguntó Nikoláii al aire, como si hablara para sí mismo, antes de dirigirse a Verushka. Ella miró el oscuro agujero del cañón ante ella, y se preguntó si ese sería su final.

«!Maldito B4!», pensó enfurecida, «¿Me habrá traicionado?». En esos momentos no existía para ella nada en el mundo excepto el cemento que se extendía bajo sus pies. Su rostro era una máscara sombría y furiosa.

- No hay nada tan inevitable como un error al que le ha llegado su momento. - dijo con serenidad.
- No te veo saliendo indemne de esta, Verushka. Creo que lo peor te espera. -
- !Después de haber estado con los austriacos, nada de lo que puedas hacerme me asusta! - espetó. Su diabólico encanto resplandeció, pues detrás de su hermoso rostro había un espíritu templado, y un corazón tan sombrío como el infierno.

La obligó a caminar hacia unas columnas, que formaban parte de la arquitectura del Hotel. Luego se quedó pensativo unos momentos, recordó cómo se amaron; cuánto odio descubrir que su amada, era una doble espía judía identificada como la Galatea R5.

- Verushka ... Verushka ..., No esperaba eso de ti. Era tan improbable... después de todo el amor que nos juramos.  - dijo, mientras dio la vuelta y le puso las manos en los hombros.
- Mi vida no es un cuento de hadas, Nikoláii.  En ella no existe un príncipe azul y finales felices. - dijo con firmeza. La respuesta de la arrogante bailarina había hecho trizas su orgullo.
- Eso me suena a desafío directo. Me temo que no me dejas otra salida. -

En ese instante cruzó el fogonazo de un disparo. La bala se clavó en la grava, entre las botas del nazi. El agente B4 hizo un segundo disparo, que solo pudo impactar el hombro. Ella logró arremeter con una devastadora patada que lo hizo soltar el arma de su mano. Enseguida, una cuchilla resplandeció y el filo pasó a dos centímetros de su hermoso rostro. Con un movimiento rápido, ella se lanzó al suelo y recogió el arma, la cual, detonó dos veces sin contemplación directo a su corazón.

Después de varios meses, en una lejana ciudad de Polonia, Verushka y sus dos danzarinas ejecutaban la radical coreografía del famoso Nijinsky, llamada, el baile de las mariposas. Entre los espectadores había otro general nazi que seguramente se rendirá ante  la belleza de su anatomía, y sus ojos azules e inquietos que parecían ver a  través de cualquier subterfugio.


Relato perteneciente a la propuesta: "Pisando Fuerte"



martes, 28 de mayo de 2019

Deber De Linaje




(Autora: Yessy Kan)

De pie frente a un enorme librero, el abuelo levantó la mano, tiró de un libro y un antiguo joyero. Oskar le miró callado, atento, con los ojos muy abiertos. Luego, abrió la cajita y sacó, tras alguna vacilación, un reloj de plata, un anillo de zafiro estrella y un billete de tren.

- Ahora escúchame con mucha atención. - dijo, enseñándole el pedazo del amarillento papel. El pequeño lo miró y con una sonrisa amplia preguntó:
- ¿Que cuento me vas a contar hoy abuelo? -
- Esta vez no será un cuento chiquillo, es la historia que encierra este viejo billete.

El abuelo se acomodó en un enorme sofá y se sumergió en sus empolvados recuerdos.

« Cuando yo era pequeño, vivía con mi padre tu bisabuelo en un pueblo muy lejano, rodeado de verdes praderas, donde todo era hermoso y lleno de casas de colores. Un día, él me preguntó si me gustaria visitar a mi tía Violeta en el pueblo de Valkovia. Fue mi primer viaje en tren, cuando apenas tenía yo tu edad; si recuerdo muy bien tenía nueve años. El tren corría a toda velocidad por los rieles, con una rapidez tal, que ninguna imagen tenía tiempo de fijarse en la retina. Por alguna razón mi corazón comenzó a latir igualito como el reloj de plata de mi padre.

De presto, mientras el tren subía y bajaba por la empinada pendiente, un grupo de semidioses comenzaron a masacrar a todo licántropo que se encontraba a bordo. Era una élite de guerreros, llamada "Solares", que se encargaron de olfatearnos y eliminarnos con sus espadas mágicas de Ciprés. Mi padre muy mal herido huyó conmigo a las montañas, donde una hermosa ninfa decidió ayudarnos, pero mi padre murió con los días. Ella cuido de mi hasta la adolescencia, y es allí, cuando decido retornar a mi pueblo natal... »

- Abuelo, eso quiere decir que ... - 
- Ssshsss ... Pero vamos querido, déjame llegar al final. - interrumpió, con media sonrisa.

« Los primeros años fueron duros, me costó tanto controlar mis nuevas capacidades, pero poco a poco fui descifrando y dominando la transmutación mágica de este libro, las cuales actúan en los planos mental y físico de esta era. Desde entonces, nuestra raza ha crecido y multiplicado sin ser derrotada por los "Solares" »

Oskar le miró sorprendido, con curiosidad y exaltación, pero no dijo nada. El abuelo se levantó, manteniendo en su mano los elementos y le dijó:

- Tu chiquillo, como el primogénito de mi familia, llegó la hora de entregarte el tesoro de mis antepasados. Con ellos guiaras tu nueva generacion hasta hacerlos inmortales. ¡Seas bienvenido al clan de los Krespos!

El pequeño lobezno de cabellos castaños y ojos azules lo abrazó emocionado, y él lo estrechó contra su pecho.
- ¿Que tal si celebramos con un pedazo de tarta de manzana que hizo tu abuela?  - preguntó.
Esa noche la luna llena, silenciosa y blanca como el marfil, apareció en el cielo rodeada de estrellitas parpadeantes.


Relato perteneciente a la propuesta "Secretos"


martes, 2 de abril de 2019

La Chica De Hateville




Lilith Blue encendió un cigarrillo. Absorbió el humo y lo retuvo, saboreando la etérea toxina. Cuando lo exhaló, intentó formar anillos; puso sus labios carnosos en forma de círculo, y lo fue expulsando poco a poco. De repente un misterioso personaje apareció debajo de un farol, la vacilante luz iluminó sin sutilezas las líneas frías y angulosas de su rostro cuando se acercó a ella.
- ¿Alguna información? -
- Aún no. Luigi Lasagna es muy perspicaz. -
- Sigue insistiendo. Eso acaba por debilitar la resistencia de las personas. -
- ¿Y si me descubre? -
- Dependerá de ti. De cual sea la mejor opción en ese momento. Espero tu señal. - concluyó.

El gánster de la mafia italiana Pepperoni estaba otra vez pisando suelo en el tranquilo pueblo de Hateville. Luigi Lasagna era un hombre nefasto, que había llenado las calles de alcohol, armas, prostitución y robo de arte, entre otros. Los grupos de hombres y mujeres se formaban en las esquinas, para conversar de como enfrentarlo y sacarlo de una vez por todas. Pero Lilith Blue tenía ya preparada su propia venganza, lo de ella era personal y no dejaría a nadie adelantarse.

★━━━━★

Lilith se levantó de la cama y se puso el vestido rojo crespón, de escote profundo, y abertura lateral que le llegaba casi al muslo. Luigi estaba tendido sobre las sábanas blancas, drogado, incapaz de moverse por sí mismo.

- ¿Que... había en la ... bebida?, - Maldita, !te mataré!  - masculló.
- Aah no creo que puedas cumplir ese deseo. - contestó, y se echó a reír.

Después, amarró sus manos y pies y lo introdujo en la maletera del coche. Cerró la puerta y se dirigió al asiento del timón. Humedeció sus labios escarlata, ese era el sabor de su victoria. Pisó el acelerador del auto, y las ruedas chirriaron, en medio del silencio. «No debió dejarme viva.» pensó.

Cuando llegó al camino donde debía desviarse, se ubicó al lado izquierdo de la vía, allí, le esperaba un cadillac town sedan. El primero en salir fue Giuseppe Prosciutto, el jefe de la Triada Mascarpone, amante incondicional de la mujer fatal, y archienemigo de Luigi Lasagna.

La observó mientras se bajaba del auto, admirando el suave movimiento de sus finas piernas y las curvas bajo el suave crespón rojo. Los ojos le brillaron cuando vio su cabello azabache, que le daba una apariencia diferente a lo que él estaba acostumbrado. - Ha pasado mucho tiempo,  Giuseppe. - le dijo con su pícara sonrisa de siempre.

Con el correr de los años lo que más recordó Prosciutto en análisis fue la mirada azul que le transmitió serenidad, el fuerte aroma a jazmín, y el sonido sensual de su voz.  Se acercó a ella y puso las manos en su cintura. Sus ojos lo miraron con su peculiar misterio femenino y algo más que no pudo leer. Sintió el suave impacto de su cuerpo, despertando sensaciones y percepciones que habían estado registradas en el olvido.

- ¿Quieres champán para brindar? - dijo, mientras hacía un ademán al guardaespaldas para que les sirviera bebidas.
- No, mejor un Strega fría. -
- Te encanta esta pócima amorosa, ¿cierto? -
- Es un embrujo. -
Se acercó a ella y se tomó un sorbo del vino espumoso. Ella entreabrió su camisa y pasó los dedos moviéndolos en su espectacular torso. Él deslizó una mano alrededor de su cintura, y apretó los músculos de su firme trasero.

De presto un escolta tiró a Luigi, haciéndolo rodar a los pies del jefe, interrumpiendo al mastín napolitano de su trance.

- Aquí lo tiene jefe. - le dijo, empujándolo contra el pavimento. El infeliz se arrastró de espaldas como una araña por el piso, temblando por el miedo.
- ¡Asesino traidor! - gritó Giuseppe enfurecido, y le propinó varias patadas, hasta que se quedó sin fuerzas.  
- ¿Cara mia, porque? .... E io che pensavo che mi amassi davvero ... - murmuró Luigi entre sollozos.
- Por mi familia - musitó ella, mientras alzaba la copa.
Giuseppe se viró y ordenó a sus guardaespaldas que se lo llevarán a la cabaña de la Cosa Nostra, donde después saldarían cuentas.


Relato perteneciente a la propuesta "De Revista (Pulp-Art)"



lunes, 25 de febrero de 2019

Pasión Morfeista




El mar con su paisaje apacible y sereno gozaba su reposo. El dios de los sueños la veía dormida sobre su manto púrpura. Toda áurea, virgen, majestuosa, toda una hermosa tentación de frescor matutino. Sus mejillas rosadas aun destellaban el calor de la agitación orgiástica del alba, mientras su aura levitaba entre espumas húmedas de ensueños.

Morfeo intoxicado de pasión, quiso retenerla en su onírico reinado, pero sabía que, !era una locura! jamás perduraría en un lugar donde nunca llegaría la luz del sol, y cuyo interior solamente está rodeado por indescifrables cortinas de humo.

Se sentía impotente.

Deseaba tanto poder palpar las líneas de sus caderas marcadas sobre el lino fino de coral, tocar el perfilado seno al descubierto, acariciar las blancas llanuras de sus brazos, sentir el cálido hálito que escapaba de su boca fresa. La provocación de la lánguida y pluvial belleza, lo hizo estallar en infinitas Burbujas De Amor, sobre aquel blando lecho de nubes etéreas.


Relato perteneciente a la propuesta "Coloreando Sentires"




domingo, 27 de enero de 2019

La Chocolatofilia...





Hoy puede ser un gran día. Lo miro de abajo arriba con ojos de deseo e impotencia. Susurra mi nombre. ¿Qué quieres de mí? no contesta. Me muerdo el labio inferior, el capricho y las ansias están por traicionarme. La tentación es más fuerte, se vuelve pesada. Me bloquea, no logró reflexionar las consecuencias. Cuanto me apetece rasgar su traje dorado y de dobleces metálicos. Sé que su exótico cuerpo marrón me es prohibido. ¡Claro! esa deber ser la razón, por la cual, lo ansío tan lascivamente.

Gradual, serena y sin pausas, confieso, mi obstinado inconfeso.
Obsesiva pasión, deseo voraz y travieso.
Cuando lo veo no puedo dejar de pensar,
lo que mi tibia lengua pueda hacer sin parar.

¡Tantálico suplicio!
Enloquecedor, inquietante es mi vicio.
Y aunque batalle entre cuerpo y mente,
mi debate se balancea por el columpio de la (twilight zone),
donde mi corazón late que late,
por ese exquisito y bendito chocolate.


Relato perteneciente a la propuesta "Del Cielo Y La Tierra"





martes, 20 de noviembre de 2018

Hólar


El "rey de los anillos" se encuentra en su mayor acercamiento a la tierra, debido a eso, nos encontramos frente al Cinturón de Asteroides the Belt. Hace una hora interceptamos la llamada de socorro intergaláctico. Sin estar seguro de su determinación, el Comandante Ashtar envía un equipo de rescate desde la Estación Espacial BQuázar.

De regreso a la instalación médica, el teniente Ritz-Roy me deja en la sala un alienígena llamado Hólar. Según el reporte, después de su abducción, por parte de los feroces Megadentes, éste, pudo sobrevivir flotando mal herido en la superficie del tercer anillo.

Él me observa restringido desde su silla, su cabeza se ladea de izquierda a derecha, como si estuviese evaluando lo que estoy haciendo. Su simple presencia enorme y letal de grado militar es aterrador. Me mira fijamente, con sus grandes pupilas verticales de amarillo refulgente. Desconcertada desvío la mirada, respiro profundo, y prosigo a limpiar sus heridas con yodo quimérico. Un extraño olor a glicinas emana su cuerpo escamoso, de piel verde oscura, y suave al tacto.

Inesperadamente, nuestra nave se zarandea. El resplandor que se ve a través de las ventanas es cegador, proviene de una nave nodriza plateada que dispara por doquier. Las puertas traseras se abren, y una horda de invasores encéladotrianos pelean con mis compañeros en una lucha encarnizada. Entre la desesperación y el pánico, logro ingerir una cápsula que contiene la Ecuación de Skálhol, la única que existe para la búsqueda de civilizaciones extraterrestres.

- Intrusos terrestres, ¿cómo se atreven a rescatarte? - gruñe, la mirada de la alienígena, se dirige a mí.
- ¿Qué pasa con la humana? - pregunta, la furia brilla en sus ojos ámbar.
- Madre. Ella es solamente la oficial médico. - responde, Hólar parece nervioso, mientras habla.

Al instante, se escucha un estruendo de fondo, una explosión. Trozos de metal, madera y vidrio vuelan por los aires. Un pedazo de madera golpea el costado de mi cabeza, apenas puedo abrir los ojos, el dolor es insoportable. Alguien remueve el metálico casco de mi cabeza y me levanta. No puedo distinguir a la figura que me carga, pero si sentir el aura vertiginosa de ese ser, que se alza al infinito.

No sé cuánto tiempo ha pasado. Solo sé que me he incorporado con dificultad, un poco desorientada. Pero puedo ver mi reflejo en una línea de espejos perpendiculares; mi fisonomía humana, mi piel aterciopelada y blanquecina ha desaparecido. Me han transmutado a un reptil robusto, grotesco de azul-pardo, con tentáculos retráctiles en las manos y pies. ¡Qué asco! me veo tan horrorosa.

Hólar está a mi lado. Según él, cuando me recupere, seré la copiloto de su nave OrmeThion. Eso será... hasta que un día logre escapar y, vaya en busca de mi amado planeta Tierra.


Relato perteneciente a la propuesta: "La llamada"



jueves, 25 de octubre de 2018

¡Oh My Dragga!


Una noche, Michèle Lapachelle se escapó en su Lamborghini, del lujoso Gaycindario donde vivía. Recorrió toda la avenida Pinker, llegó al malecón de Piaget, se desvió a un costado de la Torre de Freud,  y cruzó el túnel Lacan hasta llegar a la fuente de Polífilo.

Allí, en su lugar favorito, y a dos cuadras de la casa en la que creció, recordó por última vez los momentos felices y amargos de su niñez. 

<< - Mamá, no queremos ir con Mike a la escuela. Todos dicen que es un maricón. - >>

<< - ¡Maldición! este niño nos va salir mariquita. - protestaba el padre. >>

<< - Déjenle en paz, algún día cambiará, ya verán. - contestaba la mamá. >>

Y efectivamente tuvo razón, un día cuando tenía catorce años, fastidiado de prejuicios y odios homofóbicos por su propia familia decidió echarse encima - en forma de rebeldía - una cubeta de pintura rosada. El no sollozó, pero las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mezcladas con el líquido color rosa encendido. ¡Cuánto quiso ser huérfano! una forma de eliminar simbólicamente a sus padres. Esa fue la última vez que vio a su familia.

Cuando se quedó solo, no todo le fue color de rosa. Su Odisea lo obligó a enfrentarse a un mundo racista, misógino, y homofóbico. El salir del closet, había cambiado la historia prediseñada de sus padres, y ese giro, había forjado su destino. Se refugió en la danza, el baile, el cual, le permitió encontrar en el arte un espacio para dejarse llevar por su personalidad. Jamás dudó que quería ser un creador, quería hacer historias mágicas sobre el escenario con mucho glamour.

El tiempo pasó y todo cambió. La perseverancia, tenacidad y sacrificio le cedieron el auténtico éxito. Michèle Lapachelle hizo su sueño realidad, llegar a ser una hermosa Drag Queen de voluminosos labios, enormes pestañas y supermelena engominada de color rubio platinado.

Michèle suspiró, sus penetrantes ojos verdes se llenaron de brillo, y una solitaria lágrima se delineo sobre su piel de porcelana, sus uñas se doblaron dolorosamente cuando apretó su puño en la foto familiar, luego la dejó caer en la fuente de agua. Recobro el aliento y murmuró tristemente: - Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. - Luego, se dio media vuelta, y se alejó tan rápido como sus stilettos se lo permitieron.

No más drama, ahora tenía sus famosos espectáculos, la escuela de danza, y sus alumnas, los mejores alicientes para poder disfrutar a plenitud su extravagante y maravillosa vida.


Relato perteneciente a la propuesta: "Alicientes"



domingo, 30 de septiembre de 2018



Gérard y Bérénice se bajaron del TODOTERRENO deportivo, y saltaron a su vez de la camioneta. Ella miró desde lejos la MONTAÑA de Fusi Yama.

- ¡Qué maravilla! vamos, es el momento de disfrutarla. - dijo Bérénice.

Después de caminar media hora, ya en el pie de la montaña, decidieron cuál sería el método de subida, en aquella alocada y romántica aventura. Optaron por el estilo alpino, el que dominaban, y que les permitiría alcanzar la cima en poco tiempo.

Al cabo de una hora, se detuvieron en un enorme árbol, rodeado de una hilera de rocas negras, desde donde pudieron contemplar la extraña fase fantasmagoria de la luna de sangre.

Sin que lo advirtiera, se apareció frente a ellos un Fujiko, vestido de largas ropas blancas.
- No debieron traspasar la ruta al anillo de las tinieblas, extranjeros. - dijo el peregrino.
- ¿Por qué no? de acuerdo al MAPA es nuestra ruta. - respondió Gérard. 
- Ahí está el gran enigma de ese mapa. ¡Deben regresar! - añadió, y se perdió entre la maleza.
- ¿Qué vamos hacer? - preguntó ella, con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Él desdobló el mapa, y le enseñó la misma ruta que había marcado anteriormente con un círculo rojo. - Espera. Consultemos la BRÚJULA. - insistió Bérénice.
- ¿Eh, qué pasa? ¡Sus polos están invertidos! -
- Es debido a la atracción magnética de la lava, por eso pierden su eficacia, explicó. - Él le acarició el rostro con ternura, apartó un mechón rubio de sus ojos y le dio un apasionado beso.
-Ella suspiró, no muy convencida.
- No debes preocuparte. A propósito, ¿No te parece que este lugar es fabuloso para perdernos en la quietud de la noche? Será mejor montar la tienda antes que anochezca, sugirió. - Ella aceptó con la mirada.

Bérénice terminó de tomarse una coca-cola life cuando oyó un ruido.

- ¿Escuchaste? -
- No te muevas - dijo él. - Quédate donde estas. -

Sacó el machete de su mochila y examinó alrededor de la tienda. Solo se encontró con los fuertes silbidos del viento, moviendo ramas y hojas secas. - ¡Todo bien! Es el viento que nos arrulla en esta luna llena. - dijo. Luego, la cargó en sus tiernos, fogosos y apasionados brazos, y entró con ella a su nido de amor.

Después de poseerla salvajemente, de extraerle toda la adrenalina sexual acumulada por aquella espera; Gérard lanzó un gruñido de placer. Seguido, le dio un beso, suave húmedo, y deslizó un brazo debajo de su cabeza. El cuerpo de Bérénice le pedía descanso. Su sexo le ardía, el olor y el sabor de él la tenían extenuada, casi paralizada.

En ese instante, miró  desde el suelo la CUERDA que, sostenía la linterna que empezó a moverse por sí sola. Se encogió del susto, y clavó las uñas en los desnudos muslos de su amado novio.

De presto, los ojos de Gérard se transformaron en dos profundos lagos de color carmesí. Una mano inhumana, con garfios acabados en largas y amarillentas uñas, se enterró en su desnudo vientre, para sacar el feto que nacía en sus entrañas, y que con gran voracidad comenzó a engullir.

Luego, la silueta del LOBO succubus se fundió en la noche dejando de ser un ente discernible de las sombras. El viejo Fujiko lo observó alejarse, mientras subía por la vereda, ofreciendo oraciones a la cima de la montaña, en nombre de los amantes de la luna de sangre.


Relato perteneciente a la propuesta "Mar, O Montaña"



sábado, 30 de junio de 2018



Al traspasar el umbral una mano aferró bruscamente las suyas: - te esperaba. - dijo, casi en susurro. Él la tomó apasionadamente con impulso y desespero de la barbilla, acercó la nariz a su cuello e inspiró, absorbiendo el olor de su piel. Luego, pasó la lengua sobre la dulce carne de su carótida, donde su lengua jugueteó al compás de los latidos de su corazón.

- Te he esperado desde hace tanto tiempo, tantos años solo mirándote, fantaseando con tu cuerpo. - agrego. Ella sonrió de forma perversa al confirmar el mutuo sentimiento y ver lo inofensivo que se veía bajo su hechizo.

Una vez en la alcoba, la fue desvistiendo y trazando un camino de mordiscos por toda su delicada anatomía. La hembra gimió, cerrando los ojos mientras se retorcía como una gata en celo. Los fuertes brazos la sujetaron con desesperación y de pronto, un rugir se atoró en su garganta al ser inyectada por dos punzones de marfil, que prontamente comenzaron a succionar la sangre híbrida de los Klan Sapiens del cual pertenecía.

Pero la fémina se debatió en forcejeo, mientras sintió la piel desgarrarse entre espasmos dolorosos de los finos colmillos insertados en la yugular. De súbito se desprendió de su presa y su cuerpo se transformó al instante, feroz como sus propias fauces. Él se abalanzó con fuerza sobre ella y comenzaron a rodar en el suelo, chocaron contra las paredes y el techo, golpeándose, arañandose, mordiéndose mientras se retorcían y gemían.

Durante una fracción de segundo, un estallido de dolor lacero el costado derecho del hematófago para luego salir volado por los aires. - ¡Mil rayos te carguen, licántropa! - le gritó pálido temblando de rabia. Ella sintió su miedo, olio la adrenalina del pánico que invadió ese cuerpo blanco, terso, perfecto, que solo una Omega Klan como ella podía hacer sentir.

Él cayó de rodillas, los cortes fatales con elixir magenta de sus garras hizo efecto de inmediato. El cuerpo se retorció preso de convulsiones mientras su preciada sangre de puro estirpe pugnó por salir victorioso de aquella batalla. Sin perder tiempo, ella comenzó a corroer sus órganos y tejidos antes que estos perdieran el poder vital del rey de los Alfas. Comió, saboreó, y tragó todo lo que pudo, hasta convulsionar en un orgasmo abismal que la llevó a proferir un gruñido ancestral propio de su clan.
©Yessy Kan

Relato perteneciente a la propuesta "Entra"










Esa tarde la señorita Lizzie Mallowe iba sentada en el último vagón del tren. Observaba los paisajes, y la metamorfosis que sufren los colores de verdes a amarillos, ocres, rojos y naranjas. Una sensación glacial, un abatimiento de irremediable tristeza invadió su pensamiento. Abrió la ventana, respiró aire fresco y se quedó escuchando el sonido de las vías. De presto, todo tenía sentido, incluidos los mensajes secretos entre las partituras de compases musicales que le había entregado Francois Renault semanas antes de su asesinato.

Cuando llegó a la estación, se puso de pie y esperó que el tren se detuviera por completo. La dama del vestido negro descendió al andén con rapidez, e indicó al mozo portaequipajes que le bajara de inmediato su maleta, luego se echó a caminar de prisa entre la multitud.

Repentinamente, un hombre de bigotillo rojizo y saco ajustado saltó por encima de un baúl deslizándose entre la gente, y con ágiles movimientos se dirigió hacia a ella con cuchillo en mano. El estruendo de una segunda locomotora que abandonaba la estación, impidió que la dama escuchara el grito de alerta de un joven fotógrafo de la prensa libre, que se encontraba a unos metros de ella. Al intuir lo inevitable encendió su cámara kodak, y se apresuró a fotografiar la escalofriante escena.

¡Viva la nación Ωmega! - rugió el verdugo. Su noble sangre se empapó en el negro terciopelo de su vestido, y sus rizados cabellos rubios atados con una rosa roja adornaron el corte profundo en su cuello.
©Yessy Kan

Relato perteneciente a la propuesta "Silencio, Se Rueda"










EL SEXO SENTIDO

- Majestad, ha llegado Shirley Plywood de las fronteras del Pacífico Norte. - anuncia su acompañante al dar un paso al frente y hacer una pequeña reverencia. Antes de erguirse, Yasser absorbe el aroma de una vela aromática a sándalo, y se pone en pie, extendiendo la mano derecha. Obediente Shirley le entrega la suya blanca y delicada. A través del antifaz que cubre parte de su rostro marroquí, mira una brillante cruz de diamantes sobre los opulentos senos que desbordan del sujetador adornado con zafiros, rubíes y perlas.

- Dirígela a la bañera exclusiva del harem  - ordena, mientras da un paso atrás y suelta a la presa. La ve alejarse, escoltada por el sirviente, moviendo la perfecta anchura de sus caderas marcadas por la falda diáfana escarpada. Luego, saca un revólver de su túnica y la deposita en la mesa.

Después del riguroso baño y exfoliación de su cuerpo, Shirley espera en el amplio vest��bulo, en el que el sol salpica el interior a través de los huecos de la cúpula. Las paredes están cubiertas con azulejos y cerámicas en blanco sobre azul con la inscripción "Amarse a uno mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida". Oscar Wilde. (Escritor, poeta y dramaturgo de origen irlandés.​ 1854-1900) Gotas de agua cristalina resbalan por el cuello y se detienen en el borde de la seda violeta que cubre sus generosas formas.

Por fin, él Sultán aparece, portando en la mano una pequeña bandeja de plata con un látigo, una madeja de nylon, esposas y una llave.
- ¿Cuerda o grilletes? - pregunta, elevando las cejas con gesto inquisitivo.
- Esposas. - responde ella, inclinando la cabeza.
La poca experiencia de Yasser le permite a Shirley poder pensar el juego a su medida, y ella a disfrutar de una Dominatrix entregada y dispuesta a llevar a cabo la misión.

Yasser se deshace del caftán y turbante, los arroja sobre un sillón.
Ella hace que le muestre las muñecas, y le ata a una argolla que está cerca de una fuente de mármol y oro. 

- Nada es comparable al deleite de sentir mis manos azotándote, corrigiéndote, enseñándote, dejándome descubrir que ordenar, mandar, imponer, castigar y dominar, no es un privilegio solo para ti. 
- le dice, mientras el látigo en sus manos lo va azotando hasta hacerlo temblar de placer en el dolor.

- Estás, pues, en mi poder. No hay para ti salvación posible. –
- Haz de mí lo que te plazca mi ama. - susurra.
- ¡De rodillas! - le ordena.

Él se arrodilla y sin preguntar nada, sin decir nada se acerca a su sexo y lo lame con delicadeza. Después, un rápido movimiento, el silbido del látigo impacta de nuevo en la carne de su cuerpo.
- ¡No pares, por favor, no pares! - suplica.
Ella sujeta la cabeza contra su pelvis a pausado ritmo y con un veloz movimiento de Aikido; silencioso y mortal le rompe el cuello. Sin perder tiempo, se dirige al teléfono para comunicar el éxito de su misión. Con agilidad acelera el paso hasta la antesala de espejos y cristales, se viste rápidamente y saca una piruleta de fresa que lleva a su boca. Al salir de la mansión le espera en una moto Kawasaki Ninja otro agente encubierto de la milicia Françoise.
©Yessy Kan

Relato perteneciente a la propuesta "Citas Y Sueños"











¡BADA BOOM!


De tus labios color fresa…
quiero libar el néctar con suma sutileza
mi dulce princesa
ya tu sabes,
adoro el sabor de tu boca cereza
Baby,
esta química viene con furia
esta noche no habrá sermón ni escritura
que pare nuestra lujuria
llegó tu detective bandolero
ver tu sexy uniforme de enfermera yo quiero
con mi látigo ser un grosero
en este día catorce de Febrero
Me siento como una hornilla
al tocar la media de tu pantorrilla
prepara tu jeringuilla
con el mejor calmante mi chiquilla
Ya métele tijera a la cuerda
corta derecha dale a la izquierda
sacude cadera ponte como gata fiera
y pídeme lo que quieras
No perdamos tiempo, a disfrutar encanto
lúcete con esos tacones altos
Haz que me dé un infarto
que la bruja y la monja de 'lao se fastidien un rato
Nena es que tú me gustas tanto
si te atreves, yo te complazco
ya olvídate de tu chofer mulatto.
©Yessy Kan



Poema perteneciente a la propuesta "Pasad, Pecadores"










Esta mañana para mi sorpresa, nos encontramos en la biblioteca con el joven que recién se mudó al edificio. Un atractivo y suculento bocadillo que Fiorella, desde hace varios días se quiere devorar. No dudo que lo logre, ella es una experta en el manejo de las emociones, fuerte y sin escrúpulos.

Miro el reloj. Apenas son las ocho, y media. Al otro extremo, parado entre los anaqueles de libros está el susodicho que, con varios libros en mano parece estar indeciso. Una montaña rusa de emociones intenta que pierda mi equilibrio, pero los exámenes finales están a la vuelta de la esquina, y no quiero que nada me disturbe. Aunque conociendo la postura de mi amiga, creo que no podré evitarlo. Ella es una persona controladora, y manipuladora; con un sorprendente alter ego extrovertido y alocado.

- No te muevas, regreso enseguida. - susurra.

Sin mediar palabra, Fiorella camina hacia él, con una sonrisa brillante, contorneando sus sensuales caderas. Las tentaciones son desafíos para ella, solo quiere la aventura de lo prohibido, la espera y luego la recompensa de la conquista.

Y allá va, tal cual es, atrevida, lasciva, sexy y sobre todo muy provocativa. Pasa por su lado perturbándolo, envolviéndolo en la llama triunfal de su deseo. Los ojos del adonis se clavan en los de ella; está muy desconcertado. Mueve la cabeza de un lado a otro, asegurándose que nadie se encuentre alrededor y sonríe con picardía. Luego detiene su vista en la opulenta firmeza de su busto, en sus labios color cereza. En un impulso irrefrenable, ella lo besa con pasión poética y desbocada. Él, responde al beso de la misma forma, saboreando aquella calidez que no deja de poseer con gruñidos de placer.

Una de sus manos le sube la falda y le acaricia los muslos con agonizante lentitud; luego ella se pierde en la mirada profunda de los ojos color zafiro del joven. Sus pechos arden, la piel está sensible, y su sexo palpitante, mientras se mueve contra aquellos dedos expertos que, con precisión llegan a activar una descarga de estremecimientos; sus caderas bailan al ritmo de sus necesidades.

Fiorella no sabe que yo la he descubierto, que ya conozco su doble personalidad. Ese lado hipersexual, con el cual siente que, su único atractivo es a nivel de solo sexo. Pero no la juzgo, debo aceptarla como es, nuestra amistad es inquebrantable, y jamás permitiré que lo nuestro acabe. Ella es el motor perverso de mis deseos reprimidos, con esa careta que va más allá, y con la cual, oculto mis libidinosas tentaciones.

©Yessy Kan

Relato perteneciente a la propuesta "Tentación (es)"


Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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