(Autor: ©Pedro M. Martínez)
Soy responsable de lo que digo/no de lo que entiendas dicen que dijo Bob Marley, a saber, sin pecar de egotismo, o pecando, he dicho eso mismo muchas veces, quizás lo he copiado de otros, corta y pega de manual, Manuel, la misma frase evoluciona a medida que nos alejamos del yo, de su anulación, del sentido heroico de entender al otro (entre nosotros no tengo demasiado interés) como Gide buscándose en sus sentimientos, en el excesivo quererse a sí mismo que refleja en su Journal (el resto de su obra, muy extensa, es insoportable, rara, antigua) o Kafka, a mí esta gente tan atormentada que ve bichos me da dolor de cabeza, me agobia, tío, agóbiate tú solo, pesado, es que mi padre no me quería (o su madre o una tía), vete a otro pueblo, deja Praga que hace un frío del copón (por cierto, cambiando el tema, antes de la pandemia era ya un parque de atracciones centroeuropeo, una pena), (espera, espera y lo de Reinhard Heydrich ¿qué?), (o Jan Saudek, qué fotos), (vale, que esto va de cinismo ¿no?, voy, sigo), estábamos (¿?) en Pavese que utiliza el yo en sus novelas y escribe su diario en segunda persona, con ese lío acaban como acaban, mal, con todos mis respetos, claro, el respeto es importante aunque me importe poco el reproche por mojarle la oreja a un Baudelaire (esa foto napoleónica de Nadar) del que pronto se cumplirán los 200 años de su nacimiento (de Baudelaire, no te líes) y era raro entonces y ahora, tétrico, da miedo, espero que no se enfade nadie que esto de las bitácoras está lleno de tiquismiquis con sus vacas sagradas, que para qué queremos becerros de oro, que se magnifica la B con la A, BAH, que me he dejado a Stendhal (lo mejor, su síndrome) pero no sé si estoy confundiendo ironía con cinismo o mala leche con cinismo o resentimiento con cinismo o cinismo con narcisismo o nos sos vos soy yo o solo me queda (de momento) Sontag (Susan) de la que envidio ese mechón de pelo blanco y su cerebro adelantado (no su vida privada, tan trágica) porque si ahora me planto con la melena al viento, en pelotas, digo que soy un perro, te apunto con mi cayado y te remito a Alcifrón para que te lo explique vas a empezar a enfadarte pensando en lo que entiendes, que no, no pienses, lee y sonríe, esto es un ejercicio de cinismo al estilo antiguo (nada menos que los siglos IV y III a. C.) que luego ya, como ahora somos más listos, unos listos, no queda más remedio que adaptarlo a este descreimiento de esos otros que decía antes (en realidad no recuerdo haberlo dicho) que hacen fiestas en plena escalada de contagios (solo se contagia lo malo, joder), los que se vacunan antes que nadie y en general de todos los que no piensen como yo, que a saber lo que saben para que no (me) entiendan, no pillen lo que digo, que no me llamo Antístenes de puro milagro (como un servidor –de usted- vestía con mantón, zurrón y bastón), tampoco me llamo Truman (Capote), ni Holden Cauldfield, ni Bartleby, ni leches, que cinismo es no creer en la sinceridad del otro/a y aunque me lo jures no has llegado hasta aquí ni borracho ¿ves? si hay que ser cínico a la fuerza. Por cierto, en honor a la verdad (la única de todo esto) es que no tengo ni idea de quién ese Bob Marley.
(Texto perteneciente a la propuesta: "Cinismo")