Tu pensamiento refleja tu mundo interior

Al igual que dedicamos una parte de nuestros días a hacer deporte, a leer o ver la televisión, sería muy recomendable que además, nos “regalásemos” un intervalo de tiempo para reflexionar, para practicar la autoconciencia.

Pensemos en algo durante un momento. Nos han convencido durante mucho tiempo de que “debemos ser felices”, nos lo han repetido tantas veces que al final nos hemos convertido en adictos de las emociones positivas. Algo así provoca que, de algún modo, no toleremos o no entendamos el objeto de las emociones negativas.

Los recursos psicológicos que vamos a tener que desarrollar para ser emocionalmente fuertes no siempre son fáciles ni rápidos de asumir. Una tercera estrategia que nos puede resultar útil es la de darle un sentido distinto a los obstáculos.

Hay quien pasa gran parte de su vida nutriéndose de la atención ajena. Así, al disponer de la aprobación de los demás, de la complacencia de los amigos y de la familia, logran validarse y alimentar la propia autoestima. Esta práctica insana nos impide ser emocionalmente más fuertes. Lo que necesitamos no es atención, es respeto, el mismo que ofreceremos a los demás.

Algo que caracteriza a las personas fuertes emocionalmente es el entusiasmo. La personalidad entusiasta tiene una fuerza en su interior que le anima a superarse, a encontrar nuevos desafíos con los que crecer, a hallar ese impulso con el que dejar atrás los entornos tóxicos, las personas que no aportan y hacen daño.

Puede que a simple vista nos parezca algo ingenuo o incluso poco científico, pero en realidad el acto de dar gracias cada día por lo logrado, por lo que uno tiene, por lo que uno es y le rodea, es en realidad un ejercicio altamente saludable.

Ser emocionalmente más fuertes implica también ser capaces de luchar por aquello que deseamos sin miedos, sin inseguridades, sin tener que aplazar para mañana las necesidades que tenemos hoy.

Para concluir, comienza a practicar estas 7 maneras de ser emocionalmente más fuerte, pues es una tarea que en realidad nunca se termina.

La astrología está considerada en China una de las cinco artes más antiguas de adivinación. La carta natal de la astrología china se obtiene según datos precisos del día, mes, año, lugar, hora y país donde se nace. Su estudio es una de las más completas radiografías que pueden sacarse del alma, cuerpo y mente de un ser humano. Descubre cuáles son las características del animal que te representa de la mano de Ludovica Squirru Dari, la experta.

La astrología está considerada en China una de las cinco artes más antiguas de adivinación. La carta natal de la astrología china se obtiene según datos precisos del día, mes, año, lugar, hora y país donde se nace. Su estudio es una de las más completas radiografías que pueden sacarse del alma, cuerpo y mente de un ser humano.

Este horóscopo se basa principalmente en el año de nacimiento; por eso lo primero que debemos hacer es fijarnos en qué año nacimos. Cada signo se repite cada doce años; entonces, sabiendo el signo de un año y agregando o restando doce, coincidirá con el mismo signo animal. Por ejemplo: 1910 es Perro; 1922 y 1898 también son Perro.

La rata es muchas personas y temperamentos en una. Misteriosa, secreta, agresiva, magnética e individualista, detesta las aglomeraciones pero sabe ser sociable cuando sus intereses están en juego. Seductora, encantadora e intuitiva, sabe como nadie hacer hablar a los otros. Emplea con arte su astucia y habilidad para relacionarse con la gente y obtener sus objetivos, que siempre son ambiciosos. Manipuladora por momentos, la culpa no le saca el sueño. Detesta develar su inconsciente, es desconfiada y guarda celosamente sus secretos.

Brillante, de inteligencia aguda, lúcida y cortante, gran detallista y observadora, excelente consejera y crítica, puede analizar con microscopio cualquier situación y desmenuzarla hasta las últimas consecuencias.

Está siempre a la defensiva pues es muy paranoica y siente que la pueden exterminar en cualquier momento. No se junta con cualquiera y no tiene intenciones de seguir al rebaño.

La tradición china dice que una rata que nace en verano cuenta con más posibilidades de sobrevivir que una que nace en invierno, porque en verano los graneros están repletos de comida, mientras en invierno se encuentran vacíos.

Él es el segundo animal que llegó a Buda, pero habría sido el primero si la rata no se le hubiera adelantado después de una larga travesía en la cual la llevó en su lomo, víctima de su irresistible seducción. Es el más tradicional de los doce signos y tiene una perseverancia fuera de lo común que, dicho sea de paso, lo convierte en un testarudo infernal. Su responsabilidad le permite tener la paciencia y el coraje necesarios para emprender proyectos a largo plazo.

Frente a las dificultades actúa con sangre fría, analiza todo antes de decidir, y una vez que adoptó una idea no la cambia. Se esfuerza por ocultar cuidadosamente sus emociones y detesta perder el tiempo; las charlas inútiles y la gente mediocre lo aburre. Este misterioso ser ama la soledad, la naturaleza, los amigos y la gente con energía positiva. Fiel, se puede contar con él para guardar un secreto o para brindar ayuda cuando comparte las creencias por las que se arriesga.

Es un guerrero invencible: detesta perder y la idea del fracaso le resulta insoportable; puede recordar a quienes le hicieron daño y embestirlos hasta provocarles la muerte.

En China dicen: “No provoquen a un búfalo, porque ve rojo”.

El tigre no esconde lo que le pasa y se muestra tal como es, aunque hay tigres sutiles. Sus virtudes y defectos están exaltados; es ardiente, dinámico, audaz, impulsivo, activo. En él la emoción domina a la razón. Imposible imponerle límites, la libertad es su llama sagrada y si se la cortan se convertirá en un ser frustrado. Su temeridad roza la inconciencia; con alma de kamikaze toma riesgos por placer y para llamar la atención.

Este idealista cree en el honor, en los mitos, en los príncipes y en las princesas. Sufre y se desangra por una realidad que es incompatible. Será D’Artagnan, y defenderá con capa y espada la justicia y el honor. Se arriesgará en cada acto de su vida y vivirá a pleno, como si fuera su última acción antes de caer vencido.

Debajo de estos aspectos brillantes, el tigre desea que lo alienten. La aprobación y el amor de los demás le resultan indispensables. Adora mandar y detesta obedecer. La vida cotidiana no le es fácil de transitar; prefiere las emociones y los grandes saltos hacia la presa indicada. Es muy ciclotímico, pero si quiere puede hacer grandes sacrificios. Su existencia es imprescindible en este mundo de colores grises. Las rayas del tigre se consideran fastuosas en China, donde se lo estima fundamental para protegerse de los ladrones, los fantasmas y el fuego; los niños llevan un sombrero con la forma de una cabeza de tigre para ahuyentar a los malos espíritus que se los quieran llevar. Su existencia será intensa: vivirá al borde de la muerte y solo será feliz cuando esté en situaciones límite.

El conejo o liebre para los chinos (gato para los vietnamitas) es el signo más afortunado del zodíaco oriental; virtuoso, refinado, estético, culto, sibarita, diplomático, detesta las discusiones, solo pierde su aparente serenidad en situaciones límite o cuando siente amenazada su seguridad, y jamás abandona los almohadones para luchar contra los molinos de viento.

A pesar de ser un soñador, no desea cambiar el mundo sino adaptarlo lo mejor posible a sus intereses. No se priva de nada. Tras un aspecto frágil, esconde una voluntad feroz para atrapar lo que tiene entre ceja y ceja. Es capaz de actuar con sangre fría, de ser simulador e hipócrita. Se convierte en astuto y taimado cuando desea obtener algo.

Por su inteligencia práctica se adapta a todas las situaciones y las aprovecha. Detesta que desordenen sus cosas. Impenetrable y discreto, buscará infatigablemente la armonía, la tranquilidad y la paz. Sabe escuchar a los demás y comprenderlos, pero no comparte sus problemas.

Como es sensible y el mundo de las emociones le da miedo, jamás se compromete afectivamente. Necesita sentirse seguro: evita las elecciones desgarradoras o tomar riesgos que le provoquen angustia. Tiene sus límites emocionales, por eso puede ser juzgado como cínico o indiferente, cuando en realidad él trata de sobrevivir con su propio ritmo. Es suficientemente hábil para usar sus debilidades como trampolín para triunfar.

Desde las épocas imperiales el dragón representó las mejores virtudes del hombre. A los emperadores se los llamaba dragones, que significa hijos del cielo. La tradición se mantuvo, y como el dragón es el único animal quimérico-mitológico del zodíaco chino, pues todos los demás existen, se lo venera y respeta más que a otros signos. Junto con la serpiente, son considerados signos kármicos; esto significa que no se vuelven a reencarnar porque tienen varias vidas en esta vida y renacen, como el ave Fénix, de sus propias cenizas.

Sea varón o mujer, el dragón nunca pasa inadvertido; tiene una energía desbordante, arroja llamaradas y se impone por su avasallante personalidad. Impetuoso, le gustan los desafíos, los conflictos, los peligros. Necesita un objetivo para poder vivir, y no es mesurado.

Un poco megalómano, no le interesa la opinión de los demás y piensa que es el dueño de la verdad. Tiene necesidad de entusiasmarse y sobre todo de fundar imperios. Su carisma es un imán y con su ejemplo convence a las multitudes: decidido e intolerante, siempre se impone. Dicta y ordena, detesta recibir órdenes y que se resistan a sus impulsos.

Necesita ser la vedet, le gusta la espectacularidad. Le encanta dar consejos y criticar; es totalmente subjetivo pues le cuesta asumir sus defectos y modificarlos.

El dragón no nació para las medias tintas; todo lo que haga será polémico y trascendente. Ama el riesgo y la espectacularidad y jamás retrocede cuando toma una decisión. Su único problema es que debe vivir en la Tierra…

La serpiente es, junto al dragón, el signo más venerado y respetado en Oriente. Su presencia no pasa inadvertida, está rodeada de un halo de misterio que se siente al tomar contacto o con solo percibirla a la distancia. Su energía es condensada y está dirigida hacia un objetivo muy claro y definido. Cuando alguien es el blanco de ella hay dos caminos: huir despavorido o dejarse enroscar hasta que el destino opte por uno, pues una vez que ella decide apresarte, no way out.

La serpiente es considerada sabia, pues su excepcional intuición le permite saber qué debe hacer antes de actuar, y entonces se desplaza por los laberintos de la vida con una gran soltura; tiene una antena parabólica que le dicta los pasos que debe seguir para alcanzar la cima del Aconcagua.

En general este signo produce grandes filósofos, científicos y artistas, pues su inteligencia y sagacidad, unidas a un carácter estable y constante, da por resultado una destacada personalidad. Es un hábil estratega que sabe los puntos vulnerables de quien tiene enfrente y apela a todos sus recursos para conquistarlo y seducirlo. Sean hombres o mujeres, son refinados, cultos y muy estéticos. A veces (no muchas) hablan poco, son excelentes interlocutores buscados por los demás para disertar en temas filosóficos, metafísicos o abstractos.

Nació para triunfar y si usa su irresistible seducción y sus recursos –no siempre legales–, llegará lejos en la vida. Tiene sangre fría, calcula las jugadas y no se detiene ante ningún obstáculo. Lúcida y cerebral, la vida es para ella una jugada de ajedrez. Si fracasa, se sentirá muy disminuida y tendrá cierta tendencia suicida o autodestructiva. Mundana, adora salir con gente conocida, figurar, estar en la vidriera y codearse con el jet set. Es esnob y muy intrigante. Necesita que la adulen y agasajen permanentemente para sentirse querida y fundamental en la vida de los demás.

Las serpientes de verano y las nacidas durante el día serán más trabajadoras y constantes que las nacidas en invierno y de noche. Su mayor virtud es su habilidad para resolver
problemas en cinco minutos y producir sucesos milagrosos; su peor defecto es su sed de venganza cuando alguien la traiciona o no sigue las pautas que determina.

El caballo es un ser instintivo, irracional e intuitivo al que no hay que pedirle absolutamente nada que no le nazca espontáneamente. Su vida estará impregnada de acontecimientos llenos de matices y altibajos. Es un esclavo de sus emociones, por eso su vida estará signada por la pasión y eso le impedirá lograr un equilibrio emocional.

Se lo reconoce apenas llega a un lugar por su llamativa presencia; es muy sexy, simpático, y se viste muy bien. Tiene una voz muy particular, que sale como un relincho de su atractiva mandíbula. Su esencia es noble y buscará siempre defender la libertad, la justicia y los derechos humanos; tiene pasta de líder y adora arengar a las multitudes. Es popular y siempre participa en todo tipo de manifestaciones políticas y culturales. Por él pasa la vida, la novedad, el hoy, el presente.

El caballo tiene una personalidad transparente; es imposible que trate de ocultar algo, pues se le nota de inmediato. Es impaciente, necio y muy esquemático en su manera de vivir; no le gusta que lo contradigan y le cambien los planes. Le gusta mandar y que lo obedezcan. Si no lo siguen en su galope es capaz de volverse loco.

Necesita estar rodeado de gente que lo estimule, adule y acompañe en sus travesías; es caprichoso e infantil en sus reacciones. Tiene una manera muy inmadura de encarar la vida y escapa al dolor y al sufrimiento con reacciones hipocondríacas o dramáticas.

Tiene orgullo, amor propio y sangre caliente cuando lo provocan y no duda en vengarse drásticamente si lo hieren.

El caballo despista a los demás por su apariencia. Su aspecto exterior es fuerte y brioso, pero interiormente es débil e inseguro. Tiene cualidades de triunfador, pero a veces se boicotea y castiga a sí mismo. Su orgullo satánico le impide aceptar lo que le pasa y ser más humilde. Le cuesta aceptar consejos y mutar su filosofía de vida. Buscará incansablemente trascender por las buenas o por las malas…

La cabra nació bajo el signo del arte y de la belleza. Es tierna y pacífica; vive inmersa en un universo mágico hecho de fantasía y estética. Para su estabilidad psicofísica necesita un lugar refinado, con buen gusto y armonía, para desplazarse silenciosamente.

Artista, creativa, intuitiva, no tiene el menor sentido práctico. Es esencialmente dependiente, necesita un mecenas o un asesor que la mantenga. Detesta los trabajos fastidisos y la vida cotidiana con su aburrida rutina; prefiere pasar hambre y necesidades antes que gastar su precioso tiempo en nimiedades.

En China la tradición dice que la cabra necesita del i-sho-ku-ju, que es techo, comida y vestimenta para estar en equilibrio; si no lo tiene puede terminar debajo de un puente.

Esta seductora irresistible sabe qué puertas debe tocar o a quién convencer para conseguir que la halaguen y protejan. Si tiene que luchar lo hará con sus armas: el encanto y la inercia. Es tan resistente como haragana, tan tenaz como caprichosa. Será difícil que alguien se enoje definitivamente con ella, pues sabe esconderse como nadie detrás de una máscara y apelar a todo tipo de artimañas para escalar el Everest.

Existen dos tipos de cabras: las artistas, capaces de marcar un hito en la historia con su indiscutido talento, y las que son parásitos de los demás, que es otro tipo de arte. Pero hay que reconocer que su corazón es bondadoso, tienen un espíritu samaritano y están siempre dispuestas a ayudar al prójimo en los momentos de adversidad.

Nació bajo el signo de la fantasía; seductor, inventivo, original, cada mono que nace en el mundo rompe el molde. Es el animal más dotado y domina a los demás por su intelecto; sus dones de observador son de una temeraria lucidez. Sorprendente, magnético y talentoso, resuelve todos los problemas que aparecen en su vida con resolución y firmeza; su virtuosismo y energía convencen a los demás de sus deseos.

Su gran egotrip avasalla; no existe nada más importante en el mundo que él; luego viene el resto de la humanidad. Con su irresistible encanto los convencerá de que son fundamentales en su existencia. Es un manipulador genial y un temible adversario. Hábil y diplomático, puede ser servicial y altruista; ayuda a quien lo necesita con total naturalidad y sutileza.

Es un mago; aparece y desaparece cuando lo desea. Salta de rama en rama, no se deja atrapar. Si alguien lo consigue, ¡congratulaciones! Su mente es una computadora; sabe qué piensan los demás y se los dice; es un viejo sabio que sorprende con sus juicios y opiniones. Absolutamente ciclotímico y antojadizo, alegre y pesimista, se siente un poco incomprendido y no duda en reconocer sus errores. Vive activo: time is money. Necesita emprender miles de cosas y no soporta aburrirse. Quizá la mayor virtud del mono es reconocer que tiene un sentido del humor extraordinario; no solo con los demás, sino fundamentalmente consigo mismo. Nadie como él se toma el pelo, se ríe de sus dramas y trata de ver el lado positivo de sus experiencias. Es tan agudo y crítico en el análisis de su vida que para muchos es un superficial al que todo le resbala y que no tiene sentimientos. Esta máscara es la que mayores malentendidos y decepciones le provoca con los demás; lo convierte en un gran solitario que después de animar la fiesta se recluye para conectar su magia con fuerzas desconocidas del más allá que lo alimentan. La sabiduría china dice que el mono mejora con la edad, y yo, como empleada del cosmos, agrego: Todo tiempo presente es mejor.

Es un gran misterio descubrir cómo es el gallo y cuáles son sus sentimientos, deseos, opiniones, ambiciones y gustos; su personalidad es contradictoria. En China piensan que el color rojo de su cresta ahuyenta al diablo y a los seres maléficos. Su gran franqueza cae bastante mal; carece de diplomacia y su espontaneidad sacude a los demás. Cuando el gallo es excéntrico, se convierte en centro de atención y se pavonea, produce admiración, estupor o un rechazo absoluto en la gente. Necesita llamar la atención de alguna manera, inclusive pasando inadvertido. Le encanta figurar, participar en reuniones, fiestas, actos públicos, y conversar animadamente.

Nació para participar y dejar su sello en todo lo que hace. Bajo su aspecto atildado es un conformista que esconde cuidadosamente su gusto por los temas serios. Prefiere pasar por un superficial antes que exponer delante de todo el mundo su yo profundo, pero cuando se siente cómodo o se desinhibe es capaz de transformarse por completo y conmovernos con su sensibilidad exquisita. Es un perfeccionista casi obsesivo, olvida lo esencial y se muere de inquietud si alguien le cambia el vaso de lugar. Tiene una tendencia a observarse cuidadosamente y su humor cambiante desconcierta a la gente que lo rodea. Algo vanidoso y fanfarrón, a veces tiene una actitud prepotente con la gente que lo rodea, y causa conflictos. Necesita que lo adulen y estimulen en sus acciones y opiniones, y no soporta la indiferencia.

El gallo tiene un gran corazón, es capaz de desvivirse por alguien a quien quiere y admira, y dejar de lado sus necesidades para complacer a quien ama. Es inteligente, práctico, sólido, valiente y eficaz; no duda en luchar y comprometerse para afirmar sus opiniones.

Cuando tiene una gran vocación o ama su profesión se dedica con ahínco, y con sus patas y su pico busca un gusano en el desierto. El gallo es el Don Quijote del zodíaco, y sus hazañas a veces parecen de ciencia ficción.

16/02/2018 – 04/02/2019 – PERRO DE TIERRA

No es fácil conocer a un perro; como el animal, necesitan agudizar el olfato para saber si esa persona merece entrar en su canil o si pasará por su vida como un simple actor invitado.

La prueba es tenaz; a veces muerden, ladran, aúllan, husmean tanto a quien se acerca que hay que tener humor y amor para sobrevivir a este examen. Pero si usted efectivamente pasa la prueba de fuego, debe ser porque es una buena persona y tiene virtudes de esas que escasean últimamente.

El perro nació bajo el signo de la lealtad. Pasará su vida defendiendo los derechos humanos, la libertad y la justicia. Es muy humano, trabajador y fiel a sus creencias. Conoce todo sobre el género humano, saca los colmillos para pelear y defender a los oprimidos. De sus juicios no se salva nadie, tampoco de sus frases mordaces, y no duda en tratar de perros rabiosos a sus explotadores. Su lógica resulta infalible, es realista y conoce el precio que hay que pagar por cada cosa. Es más pesimista que optimista; piensa que la vida se parece demasiado al purgatorio. En caso de crisis, esto le permite no derrumbarse. Está preparado para recibir malas noticias, es un observador del mundo en que vivimos, y tiene los pies en la tierra.

El perro es fiel, leal, íntegro y lúcido. Cuando ama a alguien es incondicional y capaz de soportar situaciones kafkianas, pero jamás abandona a su amo. Es tímido, a veces actúa de una manera exhibicionista para llamar la atención o defenderse, pero luego se arrepiente y se esconde en su cucha. Inquieto, movedizo, nervioso, nunca descansa, siempre está alerta y dispuesto a salir a la lucha. Es el mejor interlocutor, le apasionan las historias de los demás, los problemas metafísicos y el esoterismo. Sus consejos valen oro y casi siempre acierta en sus juicios. Los chinos le otorgan su confianza porque olfatea las emboscadas y los peligros ocultos.

El cerdo siempre nos sorprende; a veces parece un ser tosco, limitado y convencional, pero en todo cerdo se esconde un tesoro que hay que saber descubrir. Este tímido e introvertido exponente será el mejor o peor amigo de uno, según cómo se lo sepa abordar. Y allí está el punto G del cerdo. Puede ser la persona más tierna, confiable, graciosa y sociable o el más desagradable de los mortales. Todo depende de la suerte de uno para que él derribe sus barreras y nos deje ingresar en su exclusivo chiquero.

Tiene el sí flojo; se ocupa de los problemas ajenos más que de los suyos. Siempre está dispuesto a sacrificarse, a encontrar soluciones, a participar y colaborar en lo que le pidan. Se involucra de tal manera que los convierte en propios. Instintivamente protector, para algunos es un jabalí salvaje, muy peligroso cuando lo provocan o tratan de herir a sus seres queridos. Incapaz de disimular, no soporta que pongan en duda su honestidad. No acusa a nadie por sus propios fracasos y cuando el exterior le es hostil no le da mucha importancia. Detesta las peleas, las relaciones tensas y las discusiones. Pero si tiran demasiado de la cuerda, usa la fuerza y puede convertirse en un temible adversario.

Es sociable sin ser mundano, y puede ser muy divertido, pero únicamente con sus íntimos, aunque si está un poquito entonado es capaz de revelarse como el cómico de la noche y dejar a todo el mundo hechizado con su humor negro o directo.

Solitario, toma sus decisiones sin pedir la opinión de los demás y avanza solo como un grande. Su sensualidad es enorme y puede llevarlo a la lujuria. Los chinos ven en el cerdo un buen augurio de prosperidad familiar.

Soy espiritual