Los soldados del Cuerpo de Exploración se encuentran acampando en una ciudad en ruinas a las afueras de la muralla Rose, mientras los oficiales discuten los planes a seguir, Hange exige a Erwin permiso para capturar un titán para su experimentación. Sin embargo él se niega argumentando que durante esta misión ya se han perdido demasiadas vidas.

En el Distrito Stohess se esconde una entrada a un lugar prácticamente secreto, una brecha a un lugar oculto para la civilización atacada por los titanes, pero que serviría como un lugar fallido para huir de ellos. Pero lo cierto es que no era lo que se esperaba, una ciudad plagada por ratas y enfermedades, llena de vagabundos sin lugar alguno en la parte superior del muro, un sitio deplorable que se sostenía con unas columnas aparentemente resistentes, realmente un sito deplorable. Pero, ese no era el panorama para algunos de ellos, ese sitio "deplorable" para algunos fue su cuna, un sitio milagroso donde sabían que estaban a salvo en una guerra que se vivía en el mundo superior. Un hogar, unos cimientos milagrosos donde vivir, esa era la historia de Levi Ackerman, Furlan Church e Isabel Magnolia.

Cuenta los tiempos y espacios entre los puntos de la trama, a través de los ojos y los oídos de las heroínas más duras, pero más taciturnas de la saga. Lo que pensaban, sentían y hacían en y fuera de la escena pasaba a primer plano a través de un medio muy adecuado para transmitir la interioridad: el lenguaje.