sábado, 16 de junio de 2018

V

Pasan los días como si no pasase nada,
un pozo en la verticalidad del momento
oscuro, estrecho, distante instante
que ya dura demasiado.

Lentamente tus pupilas se dilatan
-ojos de conejo solitario sorprendido
de noche en medio de la carretera-
los músculos se contraen
y las palabras se ajan.

No puedes trepar,
hace tiempo que guardas con mimo
tus uñas podridas, dedos rotos,
collar de tus propios huesitos.

Nadie te busca ni te encontrará jamás.
Y aunque lo hiciese
hallaría una bestia
que no querría rescatar.

Nada te salvará,
ningún fenómeno meteorológico
conspirará a tu favor
para que salgas a flote.

Tampoco morirás rápido.
La eterna desventura,
escapar cavando
para enterrarse vivo.

miércoles, 13 de junio de 2018

777

Llorarán los cielos,
el cemento que habitamos
sollozará y gemirá de dolor
retorciéndose hasta el estrangulamiento.
Caerán colosas estructuras
devoradas por su propio fuego,
borrarán las líneas y los sentidos
para ver surgir de nuevo
otras máquinas predestinadas
a sucumbir en su momento.
Ahora y en la hora de nuestra mente
nuestro cuerpo castigado sin piedad, sin descanso.
Alegrías son penas y con ellas el castigo,
no hay más futuro que este
y ya se está muriendo.

lunes, 11 de junio de 2018

EL MIRLO

Para piar debe haber quien escuche;
para ir, un lugar.
Sin embargo nada impide
el vuelo errático
sobre un imaginario radical.

Gloria a los intrépidos, a los osados,
a los que atraviesan el tiempo
cabalgando sobre su miedo
y se mondan la piel a mordiscos
por un instante de verdad.

Abajo se santigua el buen ladrón
haciendo sitio a la muerte.
No importa qué humano,
qué material, qué entidad;
si golpeas fuerte siempre encuentras
alguna veta que saquear.

Nadie será sublimado esta madrugada
pero el valiente huye feliz.
Canta el mirlo, la noche
vuelve a enmudecer.