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viernes, 8 de febrero de 2013

No es para tanto

Mendigos que se llevan solos en Bordeaux, de Goya.

Todos mi pájaros
tienen las alas rotas,
los gatos no maullan
y a nadie le importa.

Aquí nunca sale el sol
porque nunca hubo noche
ni cielos estrellados.
Tampoco las calles,
que nunca se hicieron.
No es que nos falten
es que nunca existieron.

Todos mis muertos están muy presentes,
son muy callados
pero no falta ninguno.
Sé lo que saben
y no es necesario,
tampoco yo pienso
que sea muy extraño.

Todo lo que tengo
lo comparto con todos,
no me lo agradecen
ni tampoco lo espero.

Nunca tuve nada
y sería muy raro.

sábado, 25 de agosto de 2012

Ibérica y brutal

"Grande hazaña! Con Muertos!", de Los Desastres de la Guerra de Francisco de Goya

Traicioneros
rencorosos
siempre ofendidos.

Estamos hechos de partículas de odio
diluidas en la frágil memoria de nuestros abuelos
seniles
cobardes
mentirosos que no se atrevieron a contarnos
las historias de hambre y barbarie,
nuestro pasado de analfabetos acusicas y violentos,
de venganzas familiares y violaciones rituales.

"Aquello es pasado, hijo",
pero siguen señalándonos.
"Ahí van los salvajes", dicen mientras observan
a través de sus ojos dementes
correr a un grupo de niños.

Si no hubo tiempos mejores que este
pero estos tiempos son mucho más duros,
si no hay trabajo
ni casa
ni tiempo para el olvido,
habrá que romper con lo vivido e inventar algo divertido.

En otras circunstancias nos encantaría creer
en esas historias de inocencia virginal,
de amistades verdaderas para toda la vida,
de ganarse el pan con el sudor de la frente,
de crear una familia que esté siempre unida.

Pero ahora ya es tarde para nosotros,
somos el producto de todas vuestras mentiras,
vuestra derrota:
una generación de perdedores aburridos,
una nueva raza ibérica y brutal.

sábado, 31 de marzo de 2012

Sturm und Drang (a los románticos)

El Aquelarre, de Francisco de Goya (1798)

Adorad al Gran Cabrón hasta la náusea,
abridle vuestros corazones,
ofrecedle vuestras venas abiertas en vertical
para que abreve hasta saciarse.

Desentrañaos en lo alto de la montaña,
desgarrad vuestros ligamentos,
ofreceos a los buitres y a las hienas
hasta abandonar toda materialidad.

Intentad ahora, poetas, hablar del alma
con vuestras bocas sin dientes,
de las pasiones del corazón ya podrido
o deglutido,
posiblemente defecado,
en algún lugar escondido:
allí donde yacen descompuestos
los cuerpos de todos los románticos empedernidos.

jueves, 19 de enero de 2012

ELÁSTICOS

La fragua de Francisco de Goya (1819)

Frente a los hombres yunque
y las mujeres blindadas,
frente a las palabras de acero forjado
y las ideas de aleación de titanio
nosotros,
los niños elásticos de los días plomizo,
de cabezas sólidas deformables,
creados de materiales innobles
de bajo coeficiente de rigidez,
soportamos el peso
y aguantamos los golpes
donde los otros se quiebran
y siempre se rompen.