Se llamaba Alhamed, conseguía sobrevivir con los dátiles que recogía por la mañana temprano, cuando el sol aún estaba semiescondido. Era un chico inteligente, despierto, que por designios de la vida y por necesidades familiares no pudo acabar ni los estudios de primaria. Su deseo: triunfar en la vida, igual que había visto llegar a lo mas alto a su ídolo Zidane. Las tardes las dedicaba a patear un vieja pelota de cuero desgastada del uso....su ilusión triunfar en la Europa que veía en la tele. Tras años de ahorro de lo poco que podía escatimar en su mercadeo con los dátiles y lo que consiguió de unos familiares , consiguió los suficientes dirhams como para comprar un maldito "billete" de ida a la tierra de sus sueños. Llegó el día de la marcha, un festin de su casa, ilusión de unos padres ya mayores por la esperanza que Alhamed les suponía: dinero suficiente para sobrevivir en esta tierra abandonada de Alá, de Dios, de....
Abrazado a la oscuridad, de la mano de una luna tapada por una densa neblina y agazapado entre los riscos de la costa, esperaba una señal junto a varias decenas de negros subsaharianos, marroquies incluso alguno de raza que por su tez clara y sus ojos rasgados no conseguía distinguir. Esperaba una señal del patrón de la patera que le llevará a la tierra esp
erada, a la tierra fin de sus penurias...Llega la hora y al movimiento de la luz de una linterna; sale de su escondrijo y tras una carrera que le parece interminable , sube como puede a una barca desvencijada...Hace mucho viento, el agua excesivamente movida..mojado, asustado, pegado a un hombre de color intenta encontrar el calor que ahora le falta...las olas chocan contra el montón de maderas semipodridas...el suelo lleno de agua....miedo, incertidumbre....el viaje le parece interminable...tiene ganas de volver...de estar junto a su madre, a sus hermanos...jugar con sus amigos.... pero piensa que a pesar de estar pasándolo mal...la aventura puede ser su salvación...!
aguanta Alhamed ¡, se dice, !
pronto llegarás !. Cuando había perdido la noción del tiempo, y más ensimismado en sus pensamientos se encontraba, escuchó:
!Saltad ¡
Sabía que ese era el momento esperado, que tendría correr con todo su corazón, con toda su alma...esconderse...huir de la posible vigilancia...buscar a alguien que pudiera ayudarle..algún paisano...cayó al agua, el agua le cubría, no hacía pie...en unos segundos pasó por su mente toda su corta vida, se hundía...el agua entraba por su nariz...todo había acabado...sus ilusiones...peor no había llegado su hora...alguien le había agarrado por su rota camisa...notaba la brisa de la madrugada...respiró profundamente, no veia, solo sentía su cuerpo mojado, la arena en sus pies.
Corrió por la playa, subió por los riscos...de pronto se encontró con una carretera una luz lo deslumbrabó...era una vieja motocicleta...se escondió...comenzaba a amanecer, pudo observar que el paisaje no distaba mucho del su abandonada ciudad: arena, palmeras...a lo lejos un pueblo...el paisaje le pareció familiar: era su pueblo.
Engaño, desilusión....quisiera despertar de ese mal sueño y no puede, pues esa noche no llegó a dormirse
Miles de personas arriesgan sus vidas cruzando el mar Mediterráneo y actualmente el Atlántico para poder abrazar la tierra "civilizada", buscando el bienestar, poder vivir dignamente. Muchas pierden la vida en este intento, otras son repatriadas devueltas a su pais de origen. Las mafias del transporte ilegal de humanos son las que ganan: son los nuevos traficantes de esclavos