Seré océano que baña tu cuerpo
mar que sacia la sed de tus deseos,
magma que alivia tu averno,
piel que se funde con sudor en los poros húmedos de tu sexo,
mirada que despierta tu cielo
la mano que calma tu fuego,
infierno en el que quieren morir tus desvelos,
de tu verbo la lengua que conjuga el beso.
Beso que deletreo en la virilidad que quiero,
musa de tu lienzo,
escultor que definió este Ser
esculpido con mimo
moldeado a fuego lento,
para ser fusión a corazón abierto.
De tu exigencia convertirme
en agua y alimento,
de tus manos soy deseo
a los vaivenes agitados que imploran tus sueños.
Remolino que altera cimientos
los que tiemblan si mi boca muerde tu pecho.
Noches de insomnio
como lobos hambrientos,
así de salvajes
libres e insaciables.
Bajo la luz de la luna roja apasionada
que se filtra por la ventana,
alumbra el lecho que en secreto nos guarda.
Te tomo,
me tomas,
lujuria de cueros,
desde el crepúsculo
hasta el primer resplandor
que anuncia el alba.
Yayone Guereta.