Que nadie me espere
despierta,
la noche envolvió
mi tierra yerma,
del crepúsculo arrastro
el cansancio de mis piernas,
en un camino de hastío
horizonte baldío que ciega.
Que nadie me espere
despierta,
las nubes taparon mi cielo
la luna con su guerra
se apoderó del sol,
sintiéndose una reina,
los astros son testigos
para que no amanezca.
Que nadie me espere
despierta,
mis ojos se hicieron
a esta oscuridad tan espesa,
el corazón ya esta oprimido
en la caja que no suena,
ventana con muro de piedra
sin miedo a la tormenta.
Que nadie me espere
despierta,
que no quiero sentir
como golpea en la azotea,
clavando a punta de cincel
tallando en la piedra,
lo que el mundo quiere ver
así son sus reglas,
infierno el que claudica
en cosas etéreas.
No me esperéis despierta
dormitar en mi sistema,
elegí la libertad
de una soledad eterna.
Yayone Guereta.