Es el viento
el que te trae a mi centro
parpadeo con el que golpeas sacudiendo,
vendaval de brisa
si tu boca me ronda
hundiéndose en la mía.
Es mi rostro sonrojado
el que pones
cuando tus ojos clavan mis pupilas
alterando mi fragilidad,
y me avergüenzo
como una niña.
Y las mariposas revolotean juguetonas
bailando al son de las caricias,
y girando la mirada
tímida,
alzo la vista al cielo
y la piel cobra vida.
Miro las nubes
y todas dibujan en mil formas
la tuya con la mía.
y busco el consuelo del abrazo
al amparo del cuerpo tibio
fundiéndose con el consentido beso.
No me tiembla el pulso si te digo,
vida...
llenas todos los espacios del tiempo
pones mi mundo patas arriba
siendo mi dicha,
la paz de mis tormentos.
Yayone Guereta.
Precioso, lleno de dulzura y sentimiento.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias, Clara SL. Bienvenida a este rincón .
EliminarUn saludo.