Dracustio (Ruined Dragon en inglés) es un enemigo que aparece en Super Mario Odyssey, siendo el jefe de Vetustia. Es un dragón gigante de color morado que controla la electricidad y la puede usar para atacar. Se dice que el altar con forma de su cabeza en Vetustia fue construido para poder hablar con él y para contener sus rayos. Es posible que él sea la causa de que Vetustia esté completamente en ruinas (por eso el nombre del reino es Reino de las Ruinas). Vuelve a aparecer en el Castillo de Peach y cuando es derrotado deja una Multiluna. Y aparte Dracustio cada vez que le impacta un rayo al enemigo, este se pone más cachondo.
Apariencia[]
Como se mencionó al principio, Dracustio es un dragón enorme, pero delgado, con piel oscura de color morado. Todas patas tienen cuatro dedos con garras. Su alas son enormes en comparación con el resto de su cuerpo y son moradas en la parte de arriba haciéndose de color rojo oscuro abajo. Su cabeza y su cuello son bastante largos. Tiene dos cuernos en cada lado de la parte trasera de su cabeza y el cuerno de arriba es más grande que el de abajo. Se podría decir que toda su cabeza está hecha de cuernos pequeños.
Cuando se le ve por primera vez, Dracustio tiene una corona dorada con la forma de la cabeza de Bowser que está ahí gracias a que tiene unas cadenas unidas a unas espadas clavadas a su cabeza. Después de ser derrotado, pierde su corona
Apariciones[]
Super Mario Odyssey[]
Dracustio aparece por primera vez mientras Mario y Cappy van en la Odyssey y sienten una turbulencia, por lo que salen a ver. Cuando salen, ven a Bowser montando a Dracustio, él los ataca y hace que caigan en el Reino de las Ruinas. Mario tiene que subir todo para volverlo a encontrar y poder enfrentarlo.
En la batalla, ataca de dos formas. La primera es que lanza un rayo al centro que de ahí salen unas ruedas puntiagudas que pueden cambiar de dirección persiguiendo a Mario. Su segundo ataque es que deja su cabeza en el suelo y de él salen unas corrientes de energía onduladas que recorren todo el terreno. Después de su segundo ataque, Dracustio se queda indefenso en el suelo y Mario debe quitarle las espadas con Cappy para quitarle la corona y así dañarlo con un Salto Bomba. Mario debe hacer esto tres veces y cada vez los ataques de Dracustio son más difíciles de esquivar.
En la batalla en el Castillo de Peach, las cosas cambian un poco. El terreno tendrá hielo, por lo que Mario se puede resbalar, lo que hace más difícil la batalla. Además de esto, el segundo ataque de Dracustio tiene diferente forma, las corrientes no son onduladas, sino que forman un patrón zigzag hacia arriba y abajo.