Siguiendo con el aprovechamiento de material de la entrada anterior, me puse a desarrollar una nueva versión de pulseras. Esta vez, con mostacillas enhebradas en un hilo perlé doble y adornadas con distintas figuritas metálicas y flores de tela.
La idea, hacer pulseras bien largas, que se puedan enrollar varias veces alrededor de la muñeca, con muchos adornos y detalles.
Estas, miden entre 35 y 50 cm para que den dos o tres vueltas... pero eso dependerá del ancho de la muñeca y del gusto personal. El procedimiento es muy simple y de seguro todas lo conocen, pero por si deseas tener una igual, te dejo un pequeño paso a paso a continuación.
MATERIALES:
– Retazos de tela de diferentes colores.
– Materiales para bijou. (Ganchos, broches, argollas, figuritas metálicas, piedras, cristales, mostacillas, alfileres de bijou, tapanudos, terminales... y todo lo que se te ocurra)
– Tijeras, aguja fina, hilo perlé o similar, bases metálicas para la flor, etc.
PROCEDIMIENTO:
1. Cortar un trozo de hilo perlé de unos 2 metros de largo. Doblar por la mitad y hacer un lazo para atar a una argolla o broche con varios nudos.
2. En los extremos, enhebrar una aguja bien finita que pase por ambos hilos. Aquí, comienza la parte divertida, haciendo patrones, jugando con la combinación de colores o lo que dicte tu inspiración. Cada cierta distancia, ir agregando todo tipo de adornos como piedritas, cristales, figuritas, flores...
3. Una vez obtenido el largo deseado, hacer unos nudos y añadir un broche o argolla para cerrar. Esconder los restos de hilo dentro de las mostacillas, devolviéndose por donde mismo, para que quede firme y no se desarme... Así también, me ahorro los tapanudos y algo de trabajo, jeje!
La flor es igual de sencilla. Se hace con unos círculos de tela, que se cortan dependiendo el tamaño de la base metálica que sostendrá la flor. Para pulseras, te recomiendo la pequeña, para que las flores sean livianas y no molesten en la mano... o se enganchen.
En cuanto a las telas, no sirven todas para este tipo de flor. Deben ser principalmente livianas, resistentes al calor y que se puedan doblar y enrollar para formar la tulipa. Las telas que me han dado mejor resultado son gasa, microfibra, lycra delgada, modal, malla o tul.
Una vez recortados los círculos y hechas las combinaciones de colores, viene el armado de la flor. Yo trabajo con cuatro círculos de aproximadamente 2,5 cm de diámetro, a los que primero, doy unas puntaditas en el centro para que sea más fácil unir todo después.
A parte, hay que cortar trozos de alambre y hacer un “rulo”. Se podría utilizar un alfiler de bijou y rezar para que la cabeza del alfiler no rebane las telas con el uso... Cada una tendrá sus métodos o técnicas... Por lo menos a mí, me resulta más fácil de este modo, porque el rulo queda enganchado en los hilos del círculo y ni se mueve.
También, se podría armar la flor sin tanto cahuín, pasando directamente el alambre por el centro de los círculos y por el agujero de la base... pero con el tiempo, he preferido darme este pequeño trabajo porque puedo apreciar mejor si las flores están más o menos del mismo porte... Como es un trabajo artesanal suele suceder que no quedan igual en forma o tamaño.
Doblar las telas para formar la tulipa también es a gusto personal. En mi caso, parto con el círculo interior enrollado como un “cuchuflí” y los siguientes “pétalos” los voy plegando alrededor, en ambos sentidos, hasta obtener una forma más o menos pareja. En seguida coloco la base, enhebro una mostacilla para dar firmeza, corto el exceso de alambre y hago otro rulo para terminar.
Espero que esta idea te guste y te animes a crear tus propias pulseras. Son ideales para regalar ahora que viene fin de año o para lucir en cualquier ocasión. Además, agregando un gancho y un eslabón de cadena, podrías transformar esta flor en unos aros como estos.
La idea, hacer pulseras bien largas, que se puedan enrollar varias veces alrededor de la muñeca, con muchos adornos y detalles.
Estas, miden entre 35 y 50 cm para que den dos o tres vueltas... pero eso dependerá del ancho de la muñeca y del gusto personal. El procedimiento es muy simple y de seguro todas lo conocen, pero por si deseas tener una igual, te dejo un pequeño paso a paso a continuación.
MATERIALES:
– Retazos de tela de diferentes colores.
– Materiales para bijou. (Ganchos, broches, argollas, figuritas metálicas, piedras, cristales, mostacillas, alfileres de bijou, tapanudos, terminales... y todo lo que se te ocurra)
– Tijeras, aguja fina, hilo perlé o similar, bases metálicas para la flor, etc.
PROCEDIMIENTO:
1. Cortar un trozo de hilo perlé de unos 2 metros de largo. Doblar por la mitad y hacer un lazo para atar a una argolla o broche con varios nudos.
2. En los extremos, enhebrar una aguja bien finita que pase por ambos hilos. Aquí, comienza la parte divertida, haciendo patrones, jugando con la combinación de colores o lo que dicte tu inspiración. Cada cierta distancia, ir agregando todo tipo de adornos como piedritas, cristales, figuritas, flores...
3. Una vez obtenido el largo deseado, hacer unos nudos y añadir un broche o argolla para cerrar. Esconder los restos de hilo dentro de las mostacillas, devolviéndose por donde mismo, para que quede firme y no se desarme... Así también, me ahorro los tapanudos y algo de trabajo, jeje!
La flor es igual de sencilla. Se hace con unos círculos de tela, que se cortan dependiendo el tamaño de la base metálica que sostendrá la flor. Para pulseras, te recomiendo la pequeña, para que las flores sean livianas y no molesten en la mano... o se enganchen.
En cuanto a las telas, no sirven todas para este tipo de flor. Deben ser principalmente livianas, resistentes al calor y que se puedan doblar y enrollar para formar la tulipa. Las telas que me han dado mejor resultado son gasa, microfibra, lycra delgada, modal, malla o tul.
Una vez recortados los círculos y hechas las combinaciones de colores, viene el armado de la flor. Yo trabajo con cuatro círculos de aproximadamente 2,5 cm de diámetro, a los que primero, doy unas puntaditas en el centro para que sea más fácil unir todo después.
A parte, hay que cortar trozos de alambre y hacer un “rulo”. Se podría utilizar un alfiler de bijou y rezar para que la cabeza del alfiler no rebane las telas con el uso... Cada una tendrá sus métodos o técnicas... Por lo menos a mí, me resulta más fácil de este modo, porque el rulo queda enganchado en los hilos del círculo y ni se mueve.
También, se podría armar la flor sin tanto cahuín, pasando directamente el alambre por el centro de los círculos y por el agujero de la base... pero con el tiempo, he preferido darme este pequeño trabajo porque puedo apreciar mejor si las flores están más o menos del mismo porte... Como es un trabajo artesanal suele suceder que no quedan igual en forma o tamaño.
Doblar las telas para formar la tulipa también es a gusto personal. En mi caso, parto con el círculo interior enrollado como un “cuchuflí” y los siguientes “pétalos” los voy plegando alrededor, en ambos sentidos, hasta obtener una forma más o menos pareja. En seguida coloco la base, enhebro una mostacilla para dar firmeza, corto el exceso de alambre y hago otro rulo para terminar.
Espero que esta idea te guste y te animes a crear tus propias pulseras. Son ideales para regalar ahora que viene fin de año o para lucir en cualquier ocasión. Además, agregando un gancho y un eslabón de cadena, podrías transformar esta flor en unos aros como estos.
¡¡Gracias por leer y hasta pronto!! |