Hoy en día las vitaminas son los componentes más populares en los tratamientos de belleza y en todo tipo de máscaras y menjunjes para la piel.
Aunque no existe evidencia certera de sus beneficios en el uso tópico. En general, los expertos recomiendan para una piel hermosa, más que una crema "hiper multivitamínica", una vida saludable, una dieta equilibrada, suficientes horas de sueño, hidratación adecuada y MUCHO protector solar... pero como las cremas con vitaminas son una realidad, no está demás averiguar para qué sirven cada una de ellas:
VITAMINA A: En su forma tópica funciona como antioxidante, desarma las moléculas denominadas radicales libres. Estas son liberadas por los glóbulos blancos siempre que se produce una irritación en la piel, ya sea por el sol, humo o la contaminación ambiental. Si no se controlan los radicales libres, el colágeno sufre daños, lo que redunda en las odiadas arrugas o peor, afecta el ADN lo que puede derivar en un cáncer de piel.
El ácido retinoico es un derivado de la vitamina A y se utiliza en tratamientos para reducir los pliegues y lineas de expresión, eliminar manchas, suavizar la piel y así frenar las señales de envejecimiento. El retinol y los derivados de la vitamina A funcionan también como exfoliantes... a medida que envejecemos, las células de la piel necesitan más tiempo para renovarse, si este proceso se acelera la piel se verá más joven. Contienen esta vitamina las etiquetas que señalen RETINOL, ACETATO DE RETINILO, PALMITATO DE RETINILO O LINOLEATO DE RETINILO.
VITAMINA B: Esta es hidratante, la vitamina B3 (Niacina) y B5 (ácido pantoténico) son aditamentos bien populares en las nuevas fórmulas de belleza principalmente porque conservan la humedad de la piel. Por qué es bueno esto..?? Porque una piel bien hidratada es menos propensa a irritarse y por consiguiente envejece menos.
VITAMINA C: Funciona como un antioxidante neutralizando los radicales libres y ayudando a proteger la piel de los efectos nocivos del sol, aunque no es un sustituto de las pantallas solares. Varias lociones humectantes, tónicos y leches de limpieza ya la traen incorporada en sus productos.
VITAMINA D: Mención aparte merece esta vitamina debido a su importante rol en nuestro organismo, nos ayuda a mantener el buen estado de huesos y dientes debido a su contribución en la absorción de calcio. Una forma de obtenerla es a través de nuestra piel mediante la luz solar lo que estimularía su producción. Otras fuentes de vitamina D son el aceite de hígado de pescado y los productos lácteos.
VITAMINA E: Al igual que la A y la C, la vitamina E es antioxidante y pareciera que brinda incluso mayor protección del sol cuando se le agrega a las pantallas solares. Por sus propiedades humectantes, se le encuentra en una gran variedad de cremas para las manos y protectores labiales. Los médicos advierten eso sí, que esta vitamina puede ocasionar dermatitis en algunas personas. Se cree también que frotando una cápsula de vitamina E en las cicatrices estas pueden eliminarse o aplicando directo sobre una quemadura ayudaría a regenerar la piel pero no existe evidencia médica al respecto.
En resumen, aplicar concentraciones adecuadas de vitaminas estimula la producción de nuevas células, lo que ayudaría a la piel a repararse a sí misma, producir colágeno, estimular el desarrollo del sistema micro-vascular y prevenir el fotoenvejecimiento.
El uso de vitamina A se recomienda durante la mañana y la C durante la noche.
Un tratamiento bien supervisado de ÁCIDO GLICÓLICO podría producir muy buenos resultados si lo que deseamos es mejorar en forma rápida el aspecto de nuestra piel. Este tratamiento funciona como una descamación superficial, eliminando células muertas y acelerando el proceso de renovación. Ojo, que deben tener especial cuidado las personas que sufren fotoenvejecimiento, acné activo o manchas en la piel.
Aunque no existe evidencia certera de sus beneficios en el uso tópico. En general, los expertos recomiendan para una piel hermosa, más que una crema "hiper multivitamínica", una vida saludable, una dieta equilibrada, suficientes horas de sueño, hidratación adecuada y MUCHO protector solar... pero como las cremas con vitaminas son una realidad, no está demás averiguar para qué sirven cada una de ellas:
VITAMINA A: En su forma tópica funciona como antioxidante, desarma las moléculas denominadas radicales libres. Estas son liberadas por los glóbulos blancos siempre que se produce una irritación en la piel, ya sea por el sol, humo o la contaminación ambiental. Si no se controlan los radicales libres, el colágeno sufre daños, lo que redunda en las odiadas arrugas o peor, afecta el ADN lo que puede derivar en un cáncer de piel.
El ácido retinoico es un derivado de la vitamina A y se utiliza en tratamientos para reducir los pliegues y lineas de expresión, eliminar manchas, suavizar la piel y así frenar las señales de envejecimiento. El retinol y los derivados de la vitamina A funcionan también como exfoliantes... a medida que envejecemos, las células de la piel necesitan más tiempo para renovarse, si este proceso se acelera la piel se verá más joven. Contienen esta vitamina las etiquetas que señalen RETINOL, ACETATO DE RETINILO, PALMITATO DE RETINILO O LINOLEATO DE RETINILO.
VITAMINA B: Esta es hidratante, la vitamina B3 (Niacina) y B5 (ácido pantoténico) son aditamentos bien populares en las nuevas fórmulas de belleza principalmente porque conservan la humedad de la piel. Por qué es bueno esto..?? Porque una piel bien hidratada es menos propensa a irritarse y por consiguiente envejece menos.
VITAMINA C: Funciona como un antioxidante neutralizando los radicales libres y ayudando a proteger la piel de los efectos nocivos del sol, aunque no es un sustituto de las pantallas solares. Varias lociones humectantes, tónicos y leches de limpieza ya la traen incorporada en sus productos.
VITAMINA D: Mención aparte merece esta vitamina debido a su importante rol en nuestro organismo, nos ayuda a mantener el buen estado de huesos y dientes debido a su contribución en la absorción de calcio. Una forma de obtenerla es a través de nuestra piel mediante la luz solar lo que estimularía su producción. Otras fuentes de vitamina D son el aceite de hígado de pescado y los productos lácteos.
VITAMINA E: Al igual que la A y la C, la vitamina E es antioxidante y pareciera que brinda incluso mayor protección del sol cuando se le agrega a las pantallas solares. Por sus propiedades humectantes, se le encuentra en una gran variedad de cremas para las manos y protectores labiales. Los médicos advierten eso sí, que esta vitamina puede ocasionar dermatitis en algunas personas. Se cree también que frotando una cápsula de vitamina E en las cicatrices estas pueden eliminarse o aplicando directo sobre una quemadura ayudaría a regenerar la piel pero no existe evidencia médica al respecto.
En resumen, aplicar concentraciones adecuadas de vitaminas estimula la producción de nuevas células, lo que ayudaría a la piel a repararse a sí misma, producir colágeno, estimular el desarrollo del sistema micro-vascular y prevenir el fotoenvejecimiento.
El uso de vitamina A se recomienda durante la mañana y la C durante la noche.
Un tratamiento bien supervisado de ÁCIDO GLICÓLICO podría producir muy buenos resultados si lo que deseamos es mejorar en forma rápida el aspecto de nuestra piel. Este tratamiento funciona como una descamación superficial, eliminando células muertas y acelerando el proceso de renovación. Ojo, que deben tener especial cuidado las personas que sufren fotoenvejecimiento, acné activo o manchas en la piel.