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Con toda esta oleada de Pokemones, pelolais y Emos con que nos bombardea la Televisión hoy en día y dado el escaso conocimiento que tenía sobre el tema, me vi en la necesidad de informarme y comenzar un estudio intensivo sobre que significa ser parte de este tipo de agrupaciones que cada vez más invaden las calles de nuestra ciudad.

Es difícil para mí no realizar una crítica sobre todo desde un punto de vista estético, materia que me concierne... Sin embargo, creo que los seres que nos encontramos ajenos a esta tendencia, no nos queda otra alternativa que mirar desde la otra vereda e intentar aceptar este tipo de estilos que se lleva y que para mi gusto es solo parte de una moda pasajera como las muchas que han existido a través de los años.

Al momento de comenzar mi investigación, encontré una gran cantidad de información, toda muy subjetiva, muchas opiniones -algunas radicalmente opuestas- y términos complejos, es decir todo un mundo absolutamente nuevo. La gran variedad de tribus existentes en nuestro país y la aparición cada vez con mayor frecuencia de nuevas comunidades, muchas emparentadas entre sí, hace imposible realizar una clasificación exacta y un estudio acabado de todas ellas. La lista es larga, Punk, Hippies, Raperos, Skaters, Hardcores, Grunges, Góticos, Rockeros, Metaleros, Rastafaris, Skinhead, etc. sólo por nombrar algunos...

Pero, que son las tribus urbanas..?? En términos generales se define como "un grupo de personas con intereses comunes que se identifican con una tendencia musical, estética e ideológica, una especie de subcultura desarrollada principalmente en urbes o metrópolis cuyos miembros visten de forma similar y poseen hábitos e ideas en común.”

Algunos de los ejemplos más representativos que vemos en las calles serían:

Los Raperos. El movimiento Hip hop comenzó a surgir en Chile a mediados de los años 80, este tipo de comunidad es claramente identificable por sus letras improvisadas acompañadas por bases de percusión, sus jockeys, vestimentas muy amplias y pantalones a la cadera mostrando la ropa interior. Un referente en la actualidad sería Eminem.





Los Góticos. Se caracterizan por usar trajes muy elaborados de color negro adornados con encajes, vuelos y accesorios metálicos, por lo general se les asocia con lo Dark, depresivo y oscuro. Su referente es la cultura gótica.






Los Rastafaris. Son fácilmente identificables por sus peinados con trenzas o “dreadlocks”, es una cultura originaria de Jamaica se caracteriza por su vestimenta suelta con colores fuertes principalmente amarillos o verdes, su música es el reggae y tiene una clara connotación religiosa.





Los Metaleros. Comenzaron a aparecer en Chile en los años 80, se caracterizan por llevar el pelo extremadamente largo, pantalones muy ajustados y poleras negras con estampados de sus bandas de música preferidas.





Hoy en día, dentro de la fauna nueva encontramos a los Emos, una derivación del Punk pero más emocionales y melódicos. Las "pelolais", su denominación se debe a que tienen el pelo largo rubio y liso, todas regias, siempre altas delgadas y bien minas, son las barbies actuales, siempre tienen lo último que está a la moda y no escatiman en comprarlo. Un referente puede ser París Hilton.

Así también podemos encontrar algunos grupos que basan su estilo en el culto principalmente a la animación japonesa y en el que existe un claro fanatismo por representar en su vestimenta a las figuras de anime preferidas, ya sea vistiéndose directamente como ellos o llevando algún tipo de distintivo como chapitas, estampados o parches alusivos, es el caso de los Otakus, los Visual y su derivación los Oshare kei.

Pero lejos una de las tribus más extendida en estos momentos y que los medios de comunicación pusieron de moda es el grupo de los Pokemones, niños de entre 13 y 20 años que gusta del Reggaeton y del carrete por las tardes, usan piercing y su principal medio de comunicación es el Fotolog o Messenger donde buscan ser populares.


En mi opinión las tribus urbanas han existido desde que se tiene memoria por esta necesidad del ser humano de buscar encajar en algún lado y ser aceptado por otros, esto se ha demostrado en el tiempo con ejemplos como los Hippies en los 70s, los Punks o Trashers en los 80s y los Grunge en los 90, grupos más extremos o radicales -por llamarlos de algún modo- debido a las limitaciones sociales de la época y lo que significaba además, pertenecer a alguno de estos grupos que en su momento la sociedad también les dio una connotación negativa. El mayor acceso a información que tienen los jóvenes hoy en día y la facilidad para comunicarse gracias a medios como Internet, han permitido una mayor libertad para agruparse, dando como resultado la gran diversidad de grupos y estilos que vemos en la actualidad que creo esa es la gran diferencia con las anteriores tendencias más focalizadas.

Todos en algún momento de nuestra adolescencia hemos buscamos nuestra identidad y sentido la necesidad de identificarnos con un grupo, ideología o música, creo que el hecho de sentirse incomprendido y fuera de lugar es parte de nuestro crecimiento y es solo eso, una etapa de nuestro desarrollo hacia la vida adulta, no hay porque verlo como algo alarmante, una vez que crecemos, maduramos y entendemos cual es nuestro camino.

Sin embargo, lo que no me parece correcto es lo que está sucediendo con nuestro lenguaje y que según veo se encuentra relacionado con este fenómeno de las tribus urbanas y la Internet, he visto con pena como se ha ido perdiendo la calidad de la escritura, las faltas de ortografías son garrafales y recurrentes, la incorporación de ciertas letras a cambio de otras como la “X” por ejemplo, hacen las frases absolutamente inteligible para una persona común.

Tenía la grata sensación que la masificación de Internet favorecería a todos por el incentivo que hace a la lectura, pero esta deformidad en las comunicaciones hoy en día es francamente alarmante, creo que no cuesta nada tomarse un tiempo para releer lo escrito y corregir los errores, aprendemos durante el proceso y enriquecemos nuestro vocabulario.

Siguiendo con lo referente al color, uno de los elementos que más diversifica y embellece la moda es el dibujo o estampado de las telas.

Desde la antigüedad que las civilizaciones primitivas han desarrollado el arte de colorear y decorar los tejidos para embellecer su aspecto y el ambiente que les rodeaba. Sus telas eran trabajadas manualmente con primitivos métodos que permitían la realización de piezas únicas de gran belleza.

Hoy en día la industria artesanal del estampado se ha especializado empleando métodos automatizados, que permiten realizar estampados de telas en forma instantánea en cosa de minutos.

En forma general, los estampados se clasifican según el tinte que en ellos se emplea y al dibujo, composición o motivo desarrollado.

Los tejidos monocromáticos o de un sólo color son los más comunes, su color se debe por lo general a un tinte que se aplica después de realizada la tela, las sedas, el rayón o las telas de tapicería son tratadas así.

Luego se encuentran los multicolores constituidos por hilos de varios colores, entre los que se encuentran los escoceses, tweeds, cuadros, puntos, rayas, motivos florales, etc.

Los motivos de tipo escocés o cuadros son realizados al momento de fabricar la tela. En estos géneros, los dibujos se forman por la combinación de hilos de diferentes colores teñidos previamente.

Para los tejidos rayados existe una particular definición según sea la estructura y composición de líneas, hilos y color. Es así como encontramos el rayado horizontal, el rayado en espiga, rayados verticales, diagonales, etc.

Desde el punto de vista estético, el tipo de estampado a utilizar dependerá mucho del tipo de cuerpo y gusto de cada persona. Si deseamos obtener un efecto verdaderamente armonioso es preciso poner especial cuidado en combinarlos acertadamente con los demás elementos del diseño de la prenda.

Tengamos siempre presente que las rayas, los cuadros o cualquier otro dibujo poseen sus propias líneas y estas deben ser armonizadas con el tipo de contextura física de la persona. Es importante considerar la dirección, la forma y el tamaño de la línea o dibujo ya que ellas permitirán disimular o acentuar ciertas partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los estampados grandes y espaciosos aumentan más que los estampados pequeños y juntos. Por lo que una mujer gruesa sólo debe usar estampados de dibujo pequeño y colores suaves, en lo posible en pequeñas extensiones y combinados con prendas de un solo tono.

El color en la moda no es posible considerarlo aisladamente sino que es necesario tomarlo como un elemento constitutivo del traje y que forma parte del conjunto.

Debemos aprender a emplear el color de manera eficiente en nuestro vestuario debido a que es uno de los factores que más contribuye a favorecer o no nuestra imagen. Al hacer uso de ciertas pautas o reglas del color en nuestro beneficio podremos destacar ciertos atributos o disimular aquellas partes menos atractivas.

En primer lugar, se debe tener en cuenta el color de piel, ojos y cabello. Es necesario intentar descubrir las ilusiones ópticas que pueden crearse a base del color, gracias a esto se puede modificar la apariencia, longitud o ancho de una persona. Por ejemplo, los colores fríos como el azul, verde o violeta tienden a mantener las proporciones de la figura, mientras que los colores cálidos, como el rojo, amarillo o naranja, dan la sensación de amplitud.

La intensidad del color es otro aspecto que influye, pues los más vivos parecen aumentar la estatura y los volúmenes, mientras que los apagados, producen el efecto contrario.

En cuanto a los esquemas de color, podemos decir que los elementos cromáticos de un diseño o de un conjunto están definidos por los principios de la armonía del color. Los monocromáticos, son los más utilizados, es la armonía basada en un solo color, el traje y sus complementos se presentan en distintos matices más claros o más oscuros. Este efecto produce distinción y elegancia, que puede ser acentuado aún más si el color seleccionado repite el de los ojos o del cabello. En ocasiones y cuando el efecto produzca cierta monotonía se le podrá complementar con algún detalle o accesorio en un color contrastante. En un conjunto gris por ejemplo, el color puede ser amenizado con un pañuelo o cinturón en rosa, cereza, pardo, beige o en general, cualquier color que no produzca un contraste exagerado.

Es importante considerar que los contrastes llamativos acentuarán las medidas y las proporciones del traje, mientras que los contrastes más sutiles disminuirán en apariencia. Conviene recalcar además que en todo contraste siempre los colores claros llamarán más la atención que los oscuros, por lo que es importante saber que partes del cuerpo deseamos resaltar y cuales pretendemos disimular.

Los conjuntos realizados con colores que se encuentran cercanos o relacionados en el círculo cromático como anaranjado y rojo; amarillo y verde son regidos por los mismos principios anteriores, debiendo considerar además que siempre se debe imponer un color sobre otro para que no compitan entre sí.

Los colores complementarios como el rojo y el verde, son difíciles de armonizar y pueden destruir la composición. La ropa deportiva y de verano aceptan este tipo de colores contrastantes. Sin embargo, se debe cuidar de no exagerar, tratando de neutralizarlos cuando se utilice en grandes extensiones.

Por lo general, los colores puros como el amarillo, verde o rojo no se utilizan solos, mientras que el blanco, negro, gris o pardo son más bien neutros y pueden ser combinados con cualquier color.

Los matices claros armonizan con todos los colores del espectro y asimismo lo hacen entre sí. Cualquier color en tono pálido, se puede combinar con chaquetas, zapatos o complementos de un color más fuerte, oscuro o intenso y por el contrario los matices oscuros en abrigos o chaquetas pueden combinarse con bolsos, bufandas o pañuelos en color claro.

En cuanto al tipo de piel, el blanco y los matices claros, acentúan el color de la piel y por el contrario los colores oscuros se imponen y la apagan. En forma general, la mujer morena, trigueña o bronceada, pertenece a los colores cálidos como dorados, ocres, cafés, terracotas, amarillos o naranjas, etc. mientras que la mujer blanca, blanca rosada o blanca con cabello muy oscuro, pertenece a los colores fríos, en la gama de los plateados, grises, azules, morados, lilas, rosados, fucsias, etc.

Los trajes en blanco favorecen de manera general a todo tipo de piel, debido a que este color es el que más refleja la luz, contrastando e iluminando la tez. El negro es el mejor complemento para destacar colores puros y accesorios intensos, favorece a las pieles y cabellos claros, pero no se recomienda para pieles muy pálidas ya que las hace ver amarillentas. Para ellas, resulta más atractivo vestir colores primarios puros, como el amarillo, azul, o rojo, y combinarlos con tonos medios y oscuros, que hagan contraste.

Si se tiene piel morena, los colores intensos y llamativos, resultan los más favorecedores, y las combinaciones más acertadas serían los tonos medios y claros. Finalmente, el tono bronceado de una piel debe resaltarse combinando colores básicos con tonos claros y luminosos como blanco o pastel.