Quod si vivere in delectatione est Peccātum gloria est infernum.

El Tacto del Pecado

He aquí el Pecado, enarbolado en el Ser y en el Sentir, encumbrado en su gloria y en ella, sacralizado.


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miércoles, 6 de marzo de 2024

Hiedra al Cielo...


Tiento la oración bajo mis pies,
ahinojada entre los hábitos vencidos a la carne.
Mi aliento es el arrullo que calma Tu Sed,
el fiel y ferviente desvelo de la lujuria que se arranca
cuando soy cruz sobre Tus Piernas
y vértebra sobre Tus Costados.

Me engendra un silencio, casi volátil,
 y un arrullo de deseo se sostiene fecundo al albor de mis entrañas.
Siento mi gemido, desbocado, ahogado al filo de mi garganta
y mi piel tiembla sobre la desnudez de mi alma.
Mi cuerpo es Credo de Tu Voluntad,
una plegaria rendida a Tus Deseos y a Tu Fe,
enardecido sobre la humedad que se rinde abierta
cual llaga voraz, feroz y hambrienta.

Me cubre cada sendero callado de estos velos
y me hago talla infinita de susurros oblicuos
en el juego de Tus Manos,
custodio del instinto que resurge
para ser de Ti, en Ti,
ante Tu Ojos, 
hiedra al cielo
y merced de Tu Verbo.

martes, 25 de julio de 2023

Lacrimae sacrae


Mirándote a los ojos descubrí...

que el deseo ardía en llamas que nos consumían,
que mi ser temblaba de éxtasis ante Ti, Mi Señor,
como las telas de araña por un suave soplo de viento,
como la seda entregada a la piel.
Me incardiné a Tu Voluntad, 
sumida en el halo de devoción que me hace solo Tuya,
 respirando, desde el abismo de Mi Alma,
el sentido de saberme parte de Ti.
Rogué, con el callado verso que me nombra,
ser consagrada por Ti y
comulgar con la Virga impregnada de Tu Esencia, 
fulgor divino de fuego albino que me bendice 
cual lacrimae sacrae.
Y ahí, arropada en el arrullo de Tus Pies,
condensé mi energía para ser, de Ti, cáliz y oración.


* Virga tiene varias acepciones, una de ellas es sinónimo de báculo.


lunes, 1 de mayo de 2023

In Lumine Tuo


Si rezan los silencios, que me ampare la noche. 

Fuego de amor que arde en mi interior
y en Tu Llama purificadora me consumo
pues Tu Amor es resplandor sagrado que ilumina mis pasos,
rocío sereno que calma mi ser
y vino que embriaga mi alma.

Y es ella, en éxtasis salvador, gloria de felicidad.

Mi cuerpo es Tu santuario, 
un altar de ofrendas
en el que Mi devoción se postra ante Ti.
Aún siento el requiebro de este ardor que me atormenta y me eleva al cielo
porque Tu Presencia está encarnada en la profundidad de mi ser
 para dibujar, perenne, la pasión que cubre esta aflicción prófuga.

Oh, Mi Señor amado,
en Ti hallo la quietud de mi ser,
 y el canto alado de Tu Voz
me llama a la comunión más profunda 
que rebosa de perversa lujuria las plegarias que Te imploran.
Tus Manos, caricias divinas, exploran mi carne
como la sierpe fecunda la tierra
y es mi corazón el cuenco donde Tu Voluntad late.
Es en Ti, MI señor, con mi Entrega total,
donde encuentro la plenitud de mi ventura.


In lumine Tuo / en Tu luz

domingo, 19 de junio de 2022

Sierva...


Tiento a la oración sobre mis pies
y es el camino andado de Tu Mano 
siguiendo Tus Huellas sin dejar que las mías se disipen. 
Soy cruz entre Tus Piernas al silencio que me engendra 
sobre la desnudez de Mi Alma. 
Mi cuerpo es Credo de Tu Voluntad, 
aguardando en silencio el instinto que lo venera.

Y soy, en Ti, hiedra al cielo
y un rosario de estigmas tallado en piel
cuando mi boca clama vientos de sal
y mi pensamiento se ahinoja ceremonial
ante la deífica sentencia que me clama 
Sierva de Mi Señor.

sábado, 2 de abril de 2022

Devota...

Sírvete Hembra, Mi Señor,
 en esta derrama de rosarios en letanías,
ecos de plegarias esparcidas en vano 
sobre la piel de Tu Gracia,
sobre la deidad de las quimeras.
Actos impuros hostigados en vaivenes
de ósculos, de acezos y soflamas
que aderezan  y alimentan esta condena
de mi carne entregada,
 crucificada en Tu Vicio
sobre las aguas de mis deseos.

Perfume redentor de estas extrañas rosas que sobre mí palpitan.
Estas gotas de rocío denso que cabalgan lentas
y se desbocan entre comisuras cual cópulas de besos,
clamor de la perversión que rinde, 
ensalzada la lujuria,
en el candil floreciente de mi piel.

Y ensalza, encumbra, devora,
Mi Señor,
estos amarres que me liberan,
que alientan mi espíritu en el Verbo latiente de Tu Credo.
Y séame de Ti, Devota consagrada.




jueves, 6 de enero de 2022

Kýrie...

Mi Señor, 
como un silencio desbordado desde mis ojos
afloran los deseos que me hacen Hembra de hueso ferviente.
Y de las cumbres de mi piel nacen invocaciones 
que se consagran a Tus Dedos, a Tu Boca y a la espina caricia de Tu Deseo
arremolinando, entre mis pliegues, el desvelo de Tu Carne.

Los callados verbos que se conjuran entre las comisuras de los labios,
los pálpitos fúlgidos que requiebran en el profundo oscuro de las entrañas
y el abanico que se yergue de respeto cubriendo, con sutileza, mi calma penitente...
Aquí laten.
En Tu Nombre colmado.

El siempre, que es menguante ante la apetencia, 
y eterno ante la Entrega que se ofrece a Tus Pies descalzos
cuando mis alas se encadenan al deseo de volar 
y Mi Voluntad se inclina ante el gesto de Tu Mano. 

Sea, Mi Señor, desde Ti,
Contigo, 
la ventura de mi vuelo:
 Elación de Mi Dádiva a Tus Pies humilde.


domingo, 1 de agosto de 2021

Stigmata...


La huella, el estigma... 
La razón de ser. 
Mi Señor.
La marca que transfigura el deseo. 
La luz que enriquece las sombras. 
El pulso que late bajo la llama... 
El Verbo.

El Santo Sepulcro que se abre entre los pliegues de mi carne.
La Redención de los sentidos al anhelo de la Cruz.
La penitencia transformada en cumbre de deseo.
Mártir.
Estigmatizada al hierro que se blande caricia de seda
a la Voluntad que humedece,
que enarbola el Placer.
A la Entrega elegida, prendida y deseada,
domada y enaltecida,
confiada al Instinto;
 al humilde Acto de Amor que engrandece el Alma.

lunes, 10 de mayo de 2021

Devoción...


Me desvelas en un Silencio quedo
acariciando hasta la más pequeña grieta que queda en mi Alma.
Pensamiento mudo que grita. 
Ecos plenos de arrullos tácitos.
Sin piel. 
Jaculatorias invocadas por impulsos armados de Entrega. 

Tú, mi Óbolo, 
mi amparo, mi auxilio.
Yo, viso de Tu Corazón. 

Devoción 
al callado vivo de Tus Ojos,
al plenilunio de Tu Carne,
al Ósculo radiante que cose Tu Boca a mis labios.

Rezo 
al susurro que se enhebra en mi pecho
cuando, silente, me veo Tu Obra, enaltecida y honrada
porque, Mi Señor, es Mi Ser,
tallado libre, plegaria a Ti
según Tu Voluntad.

Ante Tus Deseos me reverencio
elevando mi mirada a Tu Cielo.
Veo en Ti, Mi Señor, Mi Eucaristía
y a Tus Pies, Mi Entrega.

miércoles, 20 de enero de 2021

Ramera...

Mi quietud,
mi paz infinita de un anhelo sostenido,
gana inmaculada bajo los auspicios de Mi Señor
que me ve coronada de verdes espinas y misericorde grana.

El silencio tiembla 
entre el encaje de pliegues que escoltan mi plegaria
mientras, Gloria Viva, Mi Señor, mi Dueño y Amante,derrama sus acólitos deseos
embalsamados en las letanías de mi piel trémula.

Mi hálito, 
majestad que libra mis ojos de la esclavitud impía,  
se hace suspiro de mi alma y vela de mi cuerpo 
despojado, entre amaneceres oscuros, de mi inocente desnudez.

Y se enroca mi destino en los mansos de Sus Manos,
desde los espliegos abiertos sobre los que mi carne cabalga,
indómita y sometida,
reinante del ósculo sagrado que marca mi zenit
y me encumbra, profanada, Ramera de Mi Señor
cual ofrenda hinojada
besando con la frente el altar de Sus Huellas.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Oblatio...


Mi Señor,
son en Tu Cruz mis velos,
desaojados de hastíos yermos
y de mis manos afloran espliegos trenzados
que aroman Tu verbo.

Crucificadas nuestras carnes
sutil la llama que desangra
este deseo (in)surgente contenido
en ánforas de nácar.
Pasión sacra de vicios insurrectos
que se desgrana
Virgen al tacto
inundando los acerbos de mi piel.
Y el baladre en mis costados
cose los estigmas que me laurean
y me consagran sepultura
para hacerme, de Tu Carne, refugio.

Lasciva la Savia que unge mi relente
cuando, latiente mi espíritu renace por Ella
siendo, yo, en cuerpo, rendición
y en alma, Esencia de Mi Señor.

Albaquía cada una de mis ofrendas
expiadas por la comunión de Tu Sangre
y en los grimorios de mis pliegues
alabado eres, Mi Señor,
Sustento de mi Pecado.

martes, 9 de junio de 2020

Transverberatĭo...


Y en el día del Señor...
a Sus Pies me embebo de mi propio deseo,
comulgando del Suyo
mientras mi voluntad se abre en palpito
y exudan mis entrañas.

Aletea mi aliento al juego de mi lengua.
Se enervan los sentidos al aroma de la victoria.
Sea Entrega y sea Voto.
Sea plegaria y sea batalla.

Nuestra Carne implora 
y el Verbo de Mi Señor me honra.
Es mi pecho, pulso
y gemido bravo el de mis labios henchidos.

Mis manos se hacen rezo
en la Sagita que late ebria.
Mi boca se hace salmo...
y cáliz. 
Mis ojos, 
colmados de la sal que bendice,
impretan el Xilema de Sus raíces
en el culmen que me haga Grial.

Y ya, exorcizada en la profanación,
enardecida en todos los Pecados,
ahinojada a Su Luz,
con Adoración y Humildad,
en este Éxtasis que me ilumina,
—flecha ígnea, señal magna, 
que atraviesa mi alma
y placer inefable de Mi Señor—,
elevo mi mirada al Orto
que es Él ante mí.
Yo, Su Coima,
Su Hetaria.
Su María Magdalena.
Él, Mi Todo.

Fotografía de Llilliam Liu 

martes, 5 de mayo de 2020

Lexía Excelsia...


Me someto... a  mi silencio y al canto pausado de Tu Lexía.
Traviesa de los mudos de mi mente, reverbera en las entrañas de mi sangre 
cual pulso que late desde las entrañas de esta mi Alma
que nace y muere carne.
Mis telas son ósculos que me velan y me invaden, 
y me subyacen a la entrega postrera.
Ahí, mis manos son cáliz de oración
 y mis piernas, una dulce llaga abierta de me doblega ante Tu Pilar.


Y en la cesura que rige el aliento de Tus Manos, en la febril salazón que gobierna mi piel, 
se desmansa Tu gesto y caen mis tules de negra lujuria descarnada, 
y se tornan flores de carmesí las hechuras níveas que se Te ofrecen
vírgenes en el reclamo. 

Coima la Hembra que profanas con desvelo. 

Deshaces mis arreboles en caricias ascendentes 
y mis labios regurgitan lirios tibios de cristal. 
Embebidos en esta excelsia de deseo, versan letras de fuego el significado de Mi Ser. 
 Pertenencia de Alma al Bálsamo que prende mis bilis y las iza como llamas. 

Hierven súplicas calladas en Mi, 
 la Elegida por el Señor.
 Y humilde y venerada, rindo Sierva.

domingo, 12 de abril de 2020

Pía...

Siento el suspiro de Su Aliento 
abriendo llagas calladas en las comisuras de Mi Alma. 
Su paso es calmo en cada uno de mis latidos, 
y una pequeña luz, 
hambrienta de mi carne, sedienta de todos mis temores, 
se revela en la plenitud de mi noche más oscura. 

Vibro en estos pulsos que me inundan de Él, 
resucitado entre los pliegues de mi piel, 
inspirado desde los adentros más profundos de Mi Ser. 

Insufla llama viva a Mi Esencia 
y traspasa los umbrales de esta Mi Ánima 
que, gentil y pía, besa Sus Huellas sobre las piedras
que le ungen para hacerme, de Mi Señor, 
su más humilde Sierva.
Redentor Él, hace cuenta de mi virtud.
Y de Su Mano, a Su Diestra,
me ensalza Suya.


martes, 24 de marzo de 2020

Sudario...


Me cubre este velo que late a la altura de mis cabillos
henchidos, abiertos al consentimiento de Tu Boca.
Te haces misterio entre los enjambres de mi profunda oscuridad
cuando, al abrigo de mi piel, nacen tibios mis cristales.

Me enderezo en la sombra de un aliento desvirgado.
A la sazón, implorado y consumido.
A las veces, redimido en los bocados de areolas
que rompen Tus Alientos
y se bañan, severos, en los arrebatos de Tus Espumas.

Son mis suspiros, quejidos de placer para la Mano de Mi Señor
que acuna mi boca en el balanceo de Sus Dedos.
Y mi rezo, obsceno y húmedo, 
se vuelve salvaje al trote.

Atributo Divino que se hace cuchillo en mis pliegues
y yo, penitente y postrada a Tus Pies,
rindo pleitesía a los Deseos de Mi Señor.
Me evocas.
Me inspiras.
Me elevas como falsa virgen a los altares de Tu Carne
y me bendices, Mi Señor, con la Esencia que de Ti emana
mientras todos mis Demonios, exorcizados y conjurados, 
hierven desposeídos en la brea nívea que me comulga.

Y es mi mi piel, Mi Señor, 
rubescente y túmida,
sudario de la Tuya.
Y mi boca,
cáliz de Tu Vida.



martes, 4 de febrero de 2020

Sagrario...

Fotografiía de Scott Chalmers


Mi Señor.
Sea ante Tu Presencia  Inmaculada mi cuerpo velado.
Humilde mi plegaria
—Hetaira la Hembra
y entregado mi Sino.
De Ti anhelo el regalo del Consejo, 
la Hebra de mi Pensamiento
y la Encarnación de mi carne.
Redención hecha Pasión.

Séame concedido del silencio, helechos de Tus Manos.
Hilván de quejidos y estigmas en los llanos de mi piel.
Y haré rezo al florecer Tu obra en mí.
Mil corintos ensalzados.

Gozaré en el infinito de Tu Huella
 cual bálsamo encarnado de Mi Señor,
y horadaré en mi plegaria cada verso sacro.
Eucaristía sobre mí cual hálito perfecto que emana Tu Dicha
y sagrario de Tus Dominios.

Haz de mí,
hierática esfinge con cuerdas entornada
y rea de esta Necesidad de ServirTe,
Santo Sacrifico de Mi Señor,
Letanía de Tu Verbo.
Templo y Tabernáculo de Tu Gracia.


martes, 19 de marzo de 2019

Tomará de Mi Esencia...

pues he ante Él la sierva del Señor. 

Peter Basch, Julie Newmar, 1950s 

Prosternada, 
rendida en pleitesía, 
consagrada a Su adoración... 
mi cuerpo se ofreció en conmemoración Suya. 

Mi melena se ensortijó en Sus Manos como un ramal. 
Se asió como fuego a hoja seca y, 
 en un impulso, 
 mi rostro quedó yaciente en el roce caliente y erecto de Su Piel. 

Su Balano se hizo sitio entre mis labios, 
como el cuerpo comulgado del Señor, 
ungido en mi saliva, 
entroncado hacia mi garganta en una agónica sensación 
arrojada sobre un delirio de lágrimas nacientes. 

Mi mirada se cegó en la oscuridad de Su Carne, 
 en el plañidero ósculo de sentirLe en lo más hondo, 
en el tiritar de los dientes 
y en el látigo coruscante de mi lengua que, 
ávida, 
dibujaba senderos circulares alargando el camino que tañía Sus Entrañas. 

Me hice cáliz bendecido de la savia exulta de Su gozo. 
Fui hembra comulgada y santificada en la cruz de Sus Piernas, 
en el atabal de Sus gemidos 
y en el improperio de Su Verbo. Y di gracias...

Gracias, Señor por la exaltación de Mi Ser, 
en la beatificación de Mi Sentir... 
Por ser Obra en Sus Manos.
Aquí tienes mi deseo...
A Tus Pies, Mi Señor.



Toma y bebe de Mí, 
porque esta es Mi Sangre, 
Sangre de la alianza nueva y eterna, 
que ha sido derramada por ti... 
para gozo de Tu Señor.


domingo, 3 de febrero de 2019

Eucharistiae...

Se adivina Tu Nombre como tallas de rosario: 
Cuentas de alabastro negro 
perfumando las llagas de mis manos, 
germinado silencio en las cuentas de mi boca, 
susurrando por las comisuras hilos de aliento. 

Y nacen alas blancas para esta Libertad
anhelada y consumada: 
alumbrada desde Tus Manos,
Señor: 
Cruz elevada desde mis cetros 
cuando la plegaria se erige muda, 
cuando, excoriada, mi piel se atavia
de Sentimiento, de Fuerza, de Vida... 
y de las ansias postradas ante Ti 
para Tu Comunión y mi Grial:
Eucharistiae.


domingo, 20 de enero de 2019

Signo...


Y ante la Presencia de Mi Señor 
doblego mi Voluntad a Su Voluntad. 
Oro mi estigma
pues Su Marca es signo de Mi Pertenencia a Él. 

En cada ápice de mi piel hay una flor que se abre a Su Rocío 
y siento en cada una de mis aristas, Su Mano...
perfilando (me).

Mi oración es plegaría y agradecimiento. 
Y en Su Verbo comulgo pues él es Mi Señor. 
A Él me debo y a Él me entrego. 

domingo, 13 de enero de 2019

Luz de Mi Señor...


Existe un latido en mi alma. 
Impulso que me eleva, 
caricia perpetua en el fondo del ser 
abierta como flor de espino blanco. 

Arrebatos de piel y sentido 
dibujados por Ti, 
Mi Señor, 
como rocío al borde de mis labios. 

Eres esa Luz que me inspira, 
desprendedora en mí del aura mística 
engendrada del Ánima. 
Revoloteo de una emoción consentida, 
entregada como rezo y plegaria a Ti, 
Mi Señor, 
siendo mis rodillas clavadas en tierra, 
inicial y postrero gesto de mi Entrega 
y ahinojado mi ser ante Ti.



sábado, 15 de septiembre de 2018

Estigma soy...


Todos los Pecados quedan sacrificados en mi piel... 
—y en mi mente, donde viste la noche—:
Estigmas de Deseo y de Saber. 

Trémula, los comulgo entre los labios 
y,  asiéndolos a la firme convicción del Maestro, 
me convierto en lo que (Te) Soy. 
Bebí... y contuve, 
en el cáliz de mi boca, 
el alabastro fundido de las comisuras de tu carne... 
Y descubrí el verso de Tus Manos 
en la quietud convulsa de mi alma. 




La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.

La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.
Llegar al final tiene su interés. Puedes sorprenderte con sus pasos.