Quod si vivere in delectatione est Peccātum gloria est infernum.

El Tacto del Pecado

He aquí el Pecado, enarbolado en el Ser y en el Sentir, encumbrado en su gloria y en ella, sacralizado.


jueves, 28 de julio de 2022

Melaza...

Aun en tu libre destierro,
haces que mi cuerpo sea llama tintineante
y ansíe perderme en el finito de sensaciones 
que embriagan mi carne de lujuria desmedida
convirtiendo su fondo en cristalina melaza.

Fluctúan mis dedos indecorosos e intencionados 
como áspides entre los canales húmedos de mis entrañas 
sintiendo los vientos tibios que ensalzan mis gemidos 
y arrebolan los pensamientos que me hablan de ti,
engendrando un fuego que fluye tímido.

Las sierpes copulan una nueva en mí.
Danzo la candente algarabía de retorcidas pasiones
y arqueo mi espalda alzándome sobre los talones, 
enfundando estas ganas, 
estas súplicas que —me— derraban, 
sobre la nívea arpa de mi mano,
un manantial dulce y salvaje
en tu boca ausente.

domingo, 10 de julio de 2022

Misterio...

Róbame tu ausencia 
y deja que descarne cada poro de mi alma... 
hasta que la quietud me abandone.

Consiente que se desgarren mis entrañas
en mil lágrimas doradas,
en mil impulsos que vibran en Tu Nombre.

Golpea cada poro de mi piel
desde el quejido más hondo de la carne,
desde el instinto perverso que cuaja la voluntad...

Y permíteme perderme en el anhelo
que hace crujir Mis Sentidos
para colmarme de dulces y purpúreos estigmas
que se acunen entre Mis Sentires
desvelando este culto
que quema y cierra el misterio entre mis labios.

Remi Rebillard

domingo, 3 de julio de 2022

En fragua...

Lágrimas saladas exudadas de la carne agasajada.
Así somos cuando tu danza, 
espejo de mis retinas y delirio de mi cuerpo,
me enreda en alabastros sobre tintas negras.
Tus manos se hacen fondo en las grietas caladas de mi carne 
y soy yedra en el eco de tus huesos 
y en el murmullo de tus silencios
cual galopes mansos en los ciegos de libidos labios. 

Nace de mí la luz que escama los suspiros de tu boca, 
enarbolados en banderas vírgenes
entre mis vientos y mis lunas.
Y vienen los gestos crepusculares de salvajes fragancias adheridos
para tibiar las flamas densas de cuerpos enmudecidos en fragua.



La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.

La táctica del Pecado es enredarse hasta hacerte sucumbir.
Llegar al final tiene su interés. Puedes sorprenderte con sus pasos.