foto sacada de internet |
Tambaleas el
epicentro de mi equilibrio con el temple de tus palabras haciendo que me sujete
a la empuñadura de tu aorta mientras oras sortilegios al embeleso de mi
caracola. Me va
venciendo la resaca de la realidad a la vez que cuelas milimétricas acrobacias
hasta el núcleo donde me sustento, descargas los murmullos en perfecta simetría
venciendo a la red protectora que me separa de tu tentación.
Hipnótica
voy columpiándome como funambulista por la cornisa de tu oda.
Sabes que tu
vicio encontrará el derrumbe del mío y la certeza que serenará a los remolinos
de mi acuífero, por eso sigues invirtiendo en tu serenata todas las notas
necesarias para la ovación final y así conseguir el trofeo de mi rendición.´
Soliloquio
acaparador de mis sentidos.
Mi
vencimiento se aproxima ante la tersura de tu cadena que desliza con placaje el
veneno que copulará con mi resistencia, germinando y ramificándose en ferviente
celo. Continúas inoculando con fiereza palabras encendidas que ocupando el canal
de mi sentido retumban en mi raciocinio aflojando el cerrojo de mi cancela.
En la sien
laten las réplicas de tus ecos virulentos a
juego con tu pérfida seducción,
instrumento estudiado para el dominio de mis tensiones. Me vislumbro cerrando
los ojos a la cordura para que el opio de tu voz se filtre en mi voluntad
sometiéndola a tu ordenada perversión, y alcanzando la abertura de mi boca
quieres aspirar el oxígeno de mis besos ya infectados por los tuyos llevándome
a tu nirvana con alevosía y premeditación.