ESPIRALES DE PASTA CON NATA Y BRIE
A diario preparo pasta o arroz; y hoy intentaba recordar, si mi madre en mi juventud l@s cocinaba a menudo; y he de decir que creo que preparaba paella los jueves, y macarrones los domingos o viceversa.
Era buena cocinera, pero las verduras y legumbres en mi casa estaban a la orden del día; casi cada noche se comían garbanzos o lentejas salteados con el aceite y la grasa que soltaba una tira de tocino frita o de lomo a la plancha; o verdura con patata y pescadilla enharinada y frita, y fruta para terminar.
Alternaba lo anterior, con tortilla de patata con cebolla, de espinacas y de berenjena; y uno de sus platos con más éxito para algunos domingos, eran los huevos rellenos de carne picada, gratinados con bechamel y queso, y los canelones que solo se servían en fiestas señaladas como cumpleaños y Navidad, porque en aquella época no existían los precocinados, y su preparación era muy laboriosa, pués nos juntábamos las dos famílias.
Parece que puedo ver como con su mano, daba vueltas a la manivela de la maquinita manual trituradora, a las distintas carnes, para convertirlas en picadillo para los canelones; que por cierto le salían riquísimos.
El queso se reservaba para los desayunos junto al jamón; y el membrillo y el pan con mantequilla o aceite coronado con azúcar, junto a una porción de chocolate negro, eran para las meriendas.
Que tiempos aquellos en los que no había escasez en mi casa propiamente dicha, pero si que la comida se moderaba porque mis padres habían vivido una guerra y una post-guerra en la que escaseaban muchos alimentos, y por respeto no se tiraba nada y se aprovechaba la comida al máximo.
Hoy he preparado esta pasta que véis, tratando de aprovechar alimentos de mi nevera; y tanto la sencillez como el buen sabor han sido dominantes, porqué ha salido muy rica.
PREPARACIÓN:
En primer lugar he hervido la pasta (espirales de colores) en agua y sal unos 11 minutos.
Transcurrido este tiempo, la he escurrido y la he devuelto a la cazuela; he echado por encima nata para cocinar junto a un poco de sal y pimienta blanca, he entremezclado ambas cosas, y con el fuego al mínimo he dejado cocinar 3 minutos.
Luego he llenado unas bandejitas aptas para horno o Air Fryer, he puesto por encima rodajas finas de tomate Andine Cornue, parecido al de pera pero con menos semillas
¡Ay, Dios! Conxita, qué buenos recuerdos nos compartes, esas cosas que te han marcado, formándote y haciendo que hoy seas lo que eres, una buena persona, y generosa, como la cocina de tu madre, que seguro para ti, era gloria bendita todo lo que os cocinaba.
ResponderEliminarTu plato es una delicia, pasta, tomate y queso, es la combinación perfecta; en casa también hago platos similares, de reciclaje, salen tan buenos que pienso sería interesante hacerlos a propósito, y a veces lo hago, pasando a ser incluidos entre los básicos imprescindibles.
Besos
QUERIDA CONCHA... te leo, y bien dices que esos 3 alimentos son los adecuados para degustar un plato de pasta que sepa a delícia.
EliminarEn estos días estoy un poco nostálgica, debe ser el início del otoño que nos hace más vulnerables, y logra que saquemos de nuestro cuerpo las "hojas muertas"
En fin toca seguir motivándonos y a la espera de que la luna llena se vaya reduciendo para estar mejor, porque para mi es la reina de muchos desatinos.
UN FUERTE ABRAZO ^:^
Desde luego, querida amiga que tiene buena pinta tu plato.
ResponderEliminarCreo que antes se comía mucho mejor que ahora. Las verduras y legumbres estaban a la orden del día y se iba combinando con carne o pescado. También se había mucho eso de dedicar un día a un plato, por ejemplo los lunes cocido, los sábados pollo asado, los domingos paella, pienso que se planificaba todo más y la dieta era más sana. Ahora es más salir al paso y creo que también menos sana.
Muchas gracias por tus recetas, como siempre es un placer leerte.
Un beso fuerte
QUERIDA ARACELI... muchas gracias por tu comentario, y aunque ahora hay platos más sibaritas visualmente hablando, si que las alubias de antes, con su buen trozo de butifarra, sabían mejor; y es que también nos conformábamos con poco (es un decir porque era mucho) pero si que éramos menos exigentes a la hora de preparar un plato y de llevarlo a la mesa con agrado por sencillo que fuera.
EliminarMe gusta avanzar, pero más de una vez echo de menos aquellas tertúlias largas en la mesa y los chistes de mi padre que aunque era muy moderado y educado, también era muy gracioso.
Te abrazo fuerte querida, me ha gustado verte por aquí. ^:^