Ginebra desde su blog Varietés nos propone un reto para el mes de abril, sobre adicciones y acompañarlas con unas imágenes que me han cautivado de Fernando Vicente.
Comparto tantas de esas adicciones que propone que... aquí van dos de mis favoritas.
soñar
Aurículares on.
Como si cada acorde de la guitarra de Slash la propulsase, se eleva más y más alto hacia ese cielo rojizo del amanecer. Y cuando su voz empieza a cantar, gira en un bucle, carpado, en tirabuzón... como una saltadora de trampolín en competición. Se desplaza en su vuelo de manera etérea. Consigue no caer irremediablemente en una piscina de realidades acompañada del consecuente estruendo. Ella permanece flotando. Estira sus brazos, alarga los dedos, teclea el viento de nuevo al ritmo de esa guitarra.
Recorre el camino hasta el trabajo fuera del bus, metros por encima de él, su alma le acompaña sonriendo, canta a gritos en silencio, hacia dentro, hacia un interior intenso, ajena al resto de los acompañantes adormilados de trayecto. Consigue ver el amanecer, alguna bandada de pájaros e intenta subir un poco más hacia el Sol...
Where do we go?
Where do we go now?
Where do we go?
- Ven alma, vamos al trabajo - le dice mientras tira de un cordelito invisible para recogerla. Algún día te voy a perder con tu adicción a la música.
- Pero yo sólo quería soñar... Mañana quiero que pongas...
- Shhh esto no es un programa de peticiones musicales.
"La vida está hecha de pequeños placeres" (Paulo Coelho)
Sólo tienes que buscar tu adicción.
música
Una muy buena adicción , soñar y escuchar música, quien da más ajjaja. Me ha gustado tu planteamiento y ese Guns ainsssssssssss qué bonita canción. Un besazo.
ResponderEliminarQue relato mas delicado, toques de dulzura y casi magia, y es que soñar tiene encanto y la música acompaña y acaricia. Un abrazo grande
ResponderEliminarEstoy contigo en que es imposible elegir adicciones, tenemos tantas.... Las tuyas también las tengo yo.
ResponderEliminarY luego están los adictos al trabajo y por ende, a las horas extras. El trabajador concienciado, el esclavo perfecto. Qué adicción más nociva a la vez que elogiada por el empresario. Mucho mejor la música.;)
ResponderEliminarTenemos tantas adicciones como gustos por soñar cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La música nos provoca ese deseo constante, es una liberación del alma y esa canción para mí la mejor de los Guns.
ResponderEliminarBesos dulces Sylvia.
Precioso y evocador. Con muy bonitas imágenes para el deleite. Nos has llevado de tu mágica mano a esos cielos donde uno llega cuando siente y vuela a través de esas dulces adicciones, como son la música y soñar, y que tú has resuelto desde la belleza y delicadeza de tu pluma.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sylvia.
Un relato muy hermoso en forma y fondo.
Abrazo grande 💙
Entre sueños y música, los adictivos placeres que son vida, pasión e intensidad en este relato que inspira
ResponderEliminarMe encantó!!
Ten un lindo fin de semana amiga Sylvia
No quisiera tener una adicción me sentiría terrible .Tengo un gran amor y eso es irresistible.
ResponderEliminarsaludos bonito tu blog
Pequeños placeres que conviene no olvidar tener porque nutren el espíritu y nos brindan energía vivificante. Besos, Sylvia.
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