Las mujeres somos como somos, a grandes rasgos: intuitivas, emocionales, arraigadas a la vida, entregadas a la crianza ... Y sin embargo, no somos tan diferentes a los hombres.
En los albores del tiempo a nosotras nos cortaron las alas y ningunearon en extremo, como a los pobres niños, reduciéndonos a seres débiles que se dejan llevar demasiado por los sentimientos. Hoy por hoy se gira hacia el otro extremo bajo el paraguas del "feminismo" y no sé si es todavía peor.
En el caso de los hombres, que sienten lo mismo que nosotras o parecido, tampoco se han librado del condicionamiento. Se les ha domado para que desechen todo lo que supuestamente no es varonil y luchen por reafirmar, incluso en contra de si mismos, su masculinidad: fuerza y dominio de la situación.
¿Será posible que no seamos capaces de salir de esos roles que encorsetan y dañan la convivencia?
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