Se acaba otro año y eso
es algo que siempre me revuelve un poco. Me da por pensar en la
inercia de mi vida, que fluye más o menos feliz y anodina.
No dispongo de tiempo
para dedicarle al blog, o tal vez me falta voluntad. Ojalá hubiese
algo sobre lo que mereciese la pena escribir.
No obstante, tengo la
esperanza de que este año que vamos a estrenar abrirá la puerta a
nuevos aires, más limpios, más respirables.
Pero bueno, en cualquier
caso, a quien se haya acercado a estas líneas le deseo lo mejor en
estas fechas.
Que tus sueños se hagan
realidad, o que al menos disfrutes saboreando esos momentos que igual
nunca sucederán, pero que se pueden vivir con emoción en nuestra
imaginación.
¡¡FELICES FIESTAS!!