Que se quieran construir infraestructuras
propias de un país próspero cuando el paro brutal que padecemos hace que muchos pasen penurias de todo tipo, es en mi opinión motivo suficiente
para una revuelta ciudadana.
Lo curioso es el lugar en donde se ha
producido la rebeldía, la tranquila ciudad de Burgos. No obstante,
analizando el polémico proyecto del bulevar se entienden bien los motivos de la protesta.
- Muchos piensan que es un proyecto innecesario en este momento y con un elevado coste, ocho millones y medio de euros, que han de desembolsar unos ciudadanos que tienen como reto llegar a fin de mes lo más dignamente posible.
- Se estima que conllevará la pérdida de 300 plazas de aparcamiento gratuito.
- Y para rematar, aparece de nuevo en escena el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, vinculado al podrido caso Gurtel, y que fue encarcelado hace unos años a consecuencia de una oscura trama urbanística.
Si esto no justifica la
rebelión es que nos hemos vuelto bobos, y hasta merecemos que nos tomen el pelo por no saber decir basta. Hasta ahora hemos consentido
muchos atropellos, calladitos y modositos, a ver si con un poco de
suerte mantenemos lo que tenemos y a nosotros no nos toca el escarnio del paro, para poder aguantar el chaparrón hasta que escampe.
Pero a veces contra todo pronóstico
salta la chispa, y es esperanzador ver a la gente movilizarse en masa
y exigir a los que gestionan el dinero público que éste se destine a cosas útiles y necesarias, y no a proyectos millonarios que siempre
benefician a los mismos, no están los tiempos para aguantar
semejante desvergüenza.
Así pues, bravo por Burgos. En el
barrio de Gamonal han tenido la entereza de enfrentarse unidos a la
especulación descarada y con cargo al bolsillo del ciudadano.
Y
aunque creo que cuando uno llega al insulto o a la violencia pierde
toda la razón en su causa, creo también que las personas están por
encima de las formas. Y como parece que no hay otra de manera de
parar el abuso, no seré yo quien critique su forma de protesta. Se
han asegurado el ser escuchados, y es que tienen algo importante que
decir a sus dirigentes, a los antidisturbios y a todo el país.