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Usuario:Cacen Gymraeg/Lobby Falklands

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La Falkland House es la oficina de representación del gobierno del Territorio Británico de Ultramar de las Islas Malvinas en Londres, Reino Unido.[1]
Logo de la Falkland Islands Company.

El Lobby Falklands es un lobby o grupo de presión existente en el Reino Unido para mantener una política favorable a la población británica de las islas Malvinas en la disputa de soberanía del territorio con la Argentina, especialmente intentando otorgar el derecho de autodeterminación a la población, contrariamente a la postura de las Naciones Unidas.

Características

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Uno de sus miembros principales es la Falklands Islands Company, una poderosa empresa que históricamente manejó tanto la economía como la vida política de las islas, concentrando el comercio, el tráfico y la explotación ovina. Con el tiempo se transformó en un poder paralelo al de la autoridad colonial británica, llegando a condicionar las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido tanto como para llegar a frustrar un intento de acercamiento diplomático concreto por la disputa de la soberanía las islas en 1968.[2]​ La compañía concretó el grupo de presión en defensa de su monopolio económico que fue central para plasmar la política británica al respecto.[3]

A partir de 1969 y hatsa la actualidad la condición básica del Reino Unido para efectuar la restitución de las islas a la Argentina pasó a ser la de los deseos de los isleños. Este vuelco en la postura británica fue producto de la acción del lobby de los isleños que, desde febrero de 1968 mediante una fuerte campaña, activaron la oposición a las negociaciones en el Parlamento y en la opinión pública británica.[4]

Historia

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Rol entre 1968 y 1982

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Reacciones al Memorándum de Entendimiento de 1968

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Edificio histórico de la Falkland Islands Company en Puerto Argentino/Stanley.

Sydney Miller fue miembro del Consejo Legislativo de la islas representando a la isla Gran Malvina entre 1964 y 1971. En 1968 junto con otros tres miembros del consejo, rompió su juramento de confidencialidad para hacer una petición directa a la Cámara de los Comunes en Londres con respecto a las conversaciones secretas del Gobierno británico, las que habían concluido con un memorándum de entendimiento con la Argentina para la transferencia de soberanía. Después de eso, Miller visitó Londres donde puso presión a miembros del parlamento y la prensa con una campaña nacionalista en la que exponía los argumentos a favor de la autodeterminación de los malvinenses.[5]

El memorándum de entendimiento se firmó en agosto de 1968, en Londres entre el embajador argentino Eduardo Mc Laughlin y el ministro Lord Chalfont, incluyendo los siguientes artículos:[6][4]

El objetivo común es solucionar definitivamente y en forma amistosa la disputa sobre la soberanía, teniendo debidamente en cuenta los intereses de la población de las Islas. A fin de crear las condiciones en las que pueda alcanzarse ese objetivo, los dos gobiernos se proponen realizar rápidos progresos con medidas prácticas para promover la libertad de comunicaciones y movimiento entre el territorio continental y las Islas, en ambas direcciones, de un modo tal que estimule el desarrollo de vínculos culturales, económicos y otros.
A tal efecto y en el deseo de contribuir a esa solución, el gobierno de la República Argentina promoverá la libre comunicación y movimiento entre el continente y las Islas y el gobierno del Reino Unido colaborará en la ejecución de esta política. Las discusiones sobre las medidas prácticas a adoptarse tendrán lugar de inmediato en Buenos Aires.
El gobierno del Reino Unido, como parte de esa solución final, reconocerá la soberanía de la República Argentina sobre las Islas a partir de una fecha a ser convenida tan pronto como sea posible después de que (i) los dos gobiernos hayan resuelto la actual divergencia entre ellos respecto del criterio conforme al cual el gobierno del Reino Unido considerará si los intereses de los isleños estarían asegurados por las salvaguardias y garantías a ser ofrecidas por el gobierno argentino y (ii) el gobierno del Reino Unido se halle entonces satisfecho de que aquellos intereses estén asegurados así.

La respuesta de los británicos en las islas a dicho memorándum de entendimiento no fue muy favorable. La campaña en el Parlamento Británico y la prensa para protestar por la inminente «entrega» de las islas a la Argentina, rindió sus frutos y se creó el Falklands Islands Emergency Committee (también denominado United Kingdom-Falkland Islands Committee y más conocido como el Lobby Falklands) cuyo director era, a su vez, director de la Falklands Islands Company, la compañía privada británica que controlaba casi toda la economía de las islas.[7][4]​ Dicho comité estaba conformado también por algunas autoridades británicas de la colonia y miembros del Parlamento y la opinión pública británica.[4]

Para lograr la oposición parlamentaria, el comité envió una carta abierta a todos los parlamentarios en febrero de 1968, levantando una ola de temor ante un inminente traspaso de soberanía a la Argentina. A fines de marzo del mismo año se llevaron a cabo los debates parlamentarios para aclarar el tema de las negociaciones. En el interrogatorio Lord Chalfont, ministro de estado del Foreign and Commonwealth Office, representó al ejecutivo británico. Durante el debate, el ministro admitió que si se deseaban mantener buenas relaciones con la Argentina, los británicos deberían estar dispuestos a admitir que al igual que ellos estaban convencidos de la legalidad de su soberanía, los argentinos también estaban convencidos de su reivindicación.[4]

Lord Chalfont también admitió que las negociaciones eran «delicadas» y por lo tanto confidenciales, pero que el gobierno británico quería que continuaran. A su vez, descartó la posibilidad de otorgar la independencia a las Malvinas debido su escasa población, su situación geográfica y sus escasos recursos. Declaró ante el Parlamento que las intenciones del Gobierno eran lograr un arreglo satisfactorio entre los isleños y la Argentina en un política a largo plazo, bajo los intereses de los isleños. En virtud de las potestades constitucionales, el gobierno británico se reservaba la decisión.[4]

El informe del parlamentario Lord Franks especificó que durante el debate en el Parlamento, el Secretario Stewart y otros ministros del Foreign Office «aclararon en varias ocasiones que no habría cesión de soberanía en contra de los deseos de los isleños». Los debates parlamentarios no lograron un consenso sobre un acuerdo con la Argentina.[8][4]

En 1968, Lord Chalfont viajó a las islas para llevarles propuestas a los habitantes. Recibió numerosas protestas pidiendo mantener el status quo.[5]​ Hacia 1969, algunas viviendas y edificaciones lucían en sus puertas y ventanas carteles con la leyenda «Keep the Falklands British» («mantengan las Malvinas británicas») y «God save the Queen» («Dios salve a la Reina»). También en las calles de la capital isleña había pintadas con la leyenda «Viva Argentina» y «We want to stay British» («queremos permanecer británicos»).[9]

Ustedes se muestran reacios a comprender que las cosas están cambiando en el mundo exterior. El Reino Unido ya no es una gran potencia imperialista del siglo XIX [...] Se trata de vuestro futuro. Yo no les estoy dando ninguna seguridad, pero cuando ustedes dicen «Mantengan a las Falkland británicas», asegúrense de saber que esto significa algo diferente a lo que significaba en 1900...

Lord Chalfont luego se reunió de forma secreta con los seis miembros del Consejo Ejecutivo de las Islas, donde el Lord les advirtió que «Gran Bretaña ya no podría mantener en las islas fuerzas navales suficientes para brindar protección, que ya no podría contribuir financieramente por la declinación del precio de la lana en el mundo, que había que tener en cuenta los intereses de la gran comunidad británica en la Argentina y que los isleños lo pasarían mejor dependiendo de la Argentina». Al día siguiente de este encuentro, se reunió en la asociación de criadores de ovejas donde dijo las negociaciones «eran sólo una fase de un proceso, y que la "postura de acuerdo" tantas veces mencionada no constituía un tratado. Aunque se la hiciera pública, de ninguna manera alteraría la soberanía de las islas en contra de los intereses de sus habitantes. Pero las negociaciones debían continuar, porque si se interrumpían la Argentina podría reclamar las Islas de algún otro modo». Con sus dichos, Lord Chalfornt buscó crear incertidumbre en las islas y que se complicara la vida a los isleños.[4]

Después de la visita del Lord a las islas, el Lobby logró que unos cien parlamentarios conservadores firmaran una moción para que el gobierno británico «de una vez por todas asegure que los isleños son británicos y que no serán traspasados a un país extranjero en contra de su voluntad». Lord Chalfont se presentó luego ante el Parlamento Brtiánico donde informó sobre su visita en las islas y donde fue duramente atacado por la oposición conservadora. El embajador argentino en Londres se había reunido con el secretario Stewart para acordar la oficialización del documento, pero Stewart le dijo:[4]

Lamentablemente la respuesta llega muy tarde; ya no estamos en condiciones de aceptar el Memorándum, tengo que ir al Parlamento a dar explicaciones sobre esto porque los Conservadores han pedido una explicación.
Secretario Stewart.

El periódico británico Daily Express había hecho públicas las negociaciones bajo el título «Malvinas en venta». Además, alguien del Foreign Office había filtrado el memorándum a William Hunter Christie, miembro del Falkland Islands Committee, quien puso en movimiento la oposición al acuerdo.[4]​ El 19 de junio de 1982, tras finalizar la guerra del Atlántico Sur, el periódico británico The Gardien publicó un artículo sobre el memorándum de 1968 donde explicaba cómo el abogado Hunter Christie (en ese entonces funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores británico), había sido informado por una fuente secreta del Ministerio de Defensa británico sobre las negociaciones con la Argentina por las islas Malvinas. Cuando Hunter Christie se enteró el reconocimiento de la soberanía argentina, inmediatamente persuadió a la Falkland Islands Company para lograr que las Malvinas queden «bajo el absoluto ámbito y soberanía» del Reino Unido. Luego, dio instrucciones a los parlamentarios conservadores e inició la campaña mediática.[10]

Las repercusión de la noticia, las presiones de la oposición y la prensa y el temor de una posible caída del gobierno laborista hicieron que el gobierno del Reino Unido abandonase la firma del Memorándum de Entendimiento con la Argentina el 11 de diciembre de 1968, siendo la primer gran victoria del lobby Falklands.[4]

Otras reacciones y actividades

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La consulta a los consejeros de las islas para la propuesta de 1973 debía efectuarse en secreto, pero esto no ocurrió. El director de la Falkland Island Company en Malvinas, filtró las conversaciones al activo lobby de presión en el Reino Unido. Este grupo de presión, actuaba en defensa de los intereses comerciales de la Falkland Island Company, que hacia principios de los años '70 era la propietaria de la mitad de la tierra y los establecimientos de Malvinas. De inmediato la oposición conservadora protestó en el parlamento y los diarios sensacionalistas hablaron de otra «entrega» de las islas a la Argentina.[11]​ El débil gobierno laborista británico dio marcha atrás con la propuesta, aunque el canciller argentino Vignes consideraba que aún era viable.[11]

Ese mismo año dicho comité también se opuso a que el gobierno británico firmara el acuerdo para abastecimiento de combustible por la empresa estatal argentina YPF. Tanto el comité como la compañía justificaban su postura diciendo que temían que los vínculos más cercanos con la Argentina pusieran en peligro el monopolio de la Falkland Island Company.[3]​ El comité se transformó en ese mismo año en una organización no gubernamental (ONG), llamada The United Kingdom Falkland Islands Defence Committee.[12]

En 1977 se creó otro grupo con base en Londres: la «Asociación para la Investigación y el Desarrollo de las Islas Falkland» (Falkland Islands Research and Developement Association), que tenía por objeto la búsqueda de alternativas de desarrollo económico no-argentinas para el archipiélago malvinense. Contaba con importantes apoyos y contactos e intervino para proteger la posición dura de los isleños en la opinión pública. Otro grupo surigido durante los años de negociaciones fue el llamado «Amigos de las Islas Falkland» (Friends of the Falkland Islands). Ambos grupos contaron con el apoyo financiero de la Falkland Islands Company.[4]

Sukey Cameron fue Secretaria Ejecutiva de la Asociación de las Islas Malvinas en Londres entre 1979 y 1982. Su primer cargo político lo tuvo a los 22 años de edad.[13]​ El 25 de septiembre de 1981 realizó una petición en el número 10 de Downing Street, residencia oficial del Primer Ministro del Reino Unido, para pedir la ciudadanía británica completa para los malvinenses.[14]

En las reuniones de 1981 y 1982 entre la Argentina y el Reino Unido en la sede de las Naciones Unidas hubo participación de malvinenses en la delegación británica. Se trataba de Adrian Monk, administrador de campos en la isla Soledad, y de Stewart Wallace, Jefe de la empresa de telecomunicaciones Cable & Wireless, que además de tener esos empleos, eran miembros del Consejo Legislativo isleño. En todos los encuentros ambos se negaron a que el Reino Unido reconozca la soberanía argentina de las Malvinas. En agosto de 1981 se les había asignado la labor de consultar a la comunidad malvinense sobre una lista de salvaguardas para los bienes raíces y sobre los usos y costumbres de los habitantes que Argentina debía respetar. Los consejeros nunca cumplieron con su cometido.[15]

Rol desde 1983 hasta la actualidad

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En 1983 en Londres abrió sus puertas la Falkland House (Casa de Malvinas), que es la oficina de representación del gobierno del Territorio Británico de Ultramar de las Islas Malvinas ante el Reino Unido, funcionando como una misión diplomática informal.[1][16]

Dicha misión se compone de una delegación representante del gobierno colonial de las islas compuesta por seis personas.[16]Sukey Cameron es la actual representante desde 1990.[1]​ Entre sus funciones tiene como objetivo dar a conocer turísticamente las islas y representar los intereses y puntos de vista del gobierno colonial y de los habitantes británicos de la islas ante el gobierno y Parlamento Británico, los medios de comunicación y el público en general en el Reino Unido.[17]​ Cameron organiza conferencias, exposiciones y visitas a las islas de miembros del Parlamento Británico y de otros políticos para mostrar y buscar apoyo al punto de vista británico en la cuestión de las islas Malvinas. También ha organizado visitas a las islas de la realiza británica.[18]

También ofrece servicios de apoyo, que incluyen la contratación de trabajadores temporales, reservación de pasajes de vuelo civiles hacia la base Aérea de Monte Agradable y ayuda de los pacientes médicos que llegan desde las islas a través de vuelos chárter. Entre otras funciones promueven el comercio entre las islas y el Reino Unido y proporcionan una secretaría para visitar a miembros de la Asamblea Legislativa y funcionarios del gobierno de las islas. Además colabora con una serie de fideicomisos y asociaciones que operan en el Reino Unido para ayudar y asistir a las islas. Algunos de ellos son Falkland Islands Association (FIA), UK Falkland Islands Trust (UKFIT), Falklands Conservation y Shackleton Scholarship Fund (SSF).[17][16]

En el edificio se han realizado eventos públicos en apoyo al punto de vista británico en la disputa de soberanía de las islas.[19]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c «The London Diplomatic List». 14 de diciembre de 2013. 
  2. Lorenz, 2014, p. 97.
  3. a b Kreimer, Osvaldo (21 de junio de 2012). «“Autodeterminación” y “pueblos”. Su aplicación al caso Malvinas/Falklands». Página/12. 
  4. a b c d e f g h i j k l «Diplomacia de Malvinas, 1945-1989: Del inicio del diálogo al Memorándum de Entendimiento». Historia general de las relaciones exteriores de la República Argentina. Consultado el 20 de septiembre de 2015. 
  5. a b «Nuestras Islas, Nuestra Historia» (PDF). Gobierno británico de las Islas Malvinas. 
  6. «Memorándum de Entendimiento, agosto de 1968» (PDF). Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (Argentina). 
  7. Freedman, 2005, p. 21.
  8. Franks, Lord (1992). Falkland Islands Review: Report of a Committee of Privy Counsellors. Chmn.Lord Franks. Pimlico Books. ISBN 9780712698405. 
  9. British Pathé. «The Falkland Islands 4 - Colour (1969)». YouTube. 
  10. Martínez Casado, 2010, p. 118-119.
  11. a b Freedman, 2005, p. 29.
  12. Martínez Casado, 2010, p. 119.
  13. «Falkland Islands Newsletter». noviembre de 1979. 
  14. «Britain and Argentina's sovereignty standoff». CNN. 12 de marzo de 2013. 
  15. Betts Goss, 2013, p. 66.
  16. a b c «Falkland Islands Government Office, London». Gobierno del Territorio Británico de Ultramar de las Islas Malvinas. 
  17. a b «London Office». Gobierno del Territorio Británico de Ultramar de las Islas Malvinas. 
  18. «Royal Honour for FIGO Head Sukey Cameron». MercoPress. 14 de junio de 2003. 
  19. «“Islanders exist: here we are”, the toast at Falkland House in London». MercoPress. 

Bibliografía

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  • Betts Goss, Alejandro (2013). Malvinas, Identidad Nacional (Segunda edición). Ciudad de Córdoba (Argentina): Editorial Insignia. ISBN 9789872119294. 
  • Freedman, Lawrence (2005). The Official History of the Falklands Campaing. Whitehall Histories: Government Official History Series (en inglés). Volume I: The Origins of the Falklands War. Routledge. ISBN 0-7146-5206-7. 
  • Lorenz, Federico (2014). Todo lo que necesitás saber sobre Malvinas (1° edición). Buenos Aires: Paidós. ISBN 9789501204049. 
  • Martínez Casado, Gisela (2010). Malvinas, nuestro legado francés (Primera edición). Buenos Aires: Argenta Sarlep S.A. ISBN 978950887420. 

Enlaces externos

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