Prohombre
El prohombre (del latín probi homine), también jefe de la hermandad, era una figura medieval española que, por sus conocimientos y maestría, solía ser elegido para gobernar un gremio.[1] Dentro de esta organización, era el cargo de mayor responsabilidad, por lo que, durante su mandato, dirigía y hacía las funciones de representante tanto del gremio como de sus asociados.[2] Su función era equivalente a la de un asesor, ya que en los tribunales aportaba su opinión de forma similar a la de un perito, tal y como consta en la escritura de préstamo otorgada en 1011 por Ramón y Pere Guillem de Ódena a favor de Ricart Guillem y Ermessindis, donde se pactó que cuatro prohombres decidirían la cantidad a abonar por los deudores, en caso de incumplir el convenio que anteriormente habían contraído.[3]
Durante la dictadura franquista, su nombramiento era llevado a cabo por el Delegado Sindical Provincial, y estaba situado al frente de una ledanía, con una serie de poderes administrativos y económicos que alcanzaban todos los ámbitos de la institución a la que estaba a cargo, así como la presidencia del tribunal jurado.[4]
Referencias
[editar]- ↑ Real Academia Española. «prohombre». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 26 de enero de 2016.
- ↑ Juanjo Romero Marín (2016). «La construcción de la cultura del oficio durante la industrialización». Icaria. p. 12. Consultado el 27 de enero de 2016.
- ↑ José Balari y Jovany (2016). «Orígenes históricos de Cataluña». Maxtor. p. 498. Consultado el 28 de enero de 2016.
- ↑ Pilar Gil García (2016). «Las hermandades sindicales de labradores y ganaderos (1944-1977): historia, documentos y fuentes.». Universidad de Castilla-La Mancha. Consultado el 26 de enero de 2016.