Parece ser que las cosas vuelven a la normalidad o que las aguas vuelven a su cauce, como se suele decir. La mayoría de la gente vuelve al trabajo y se reviven las tareas cotidianas que quedaron aletargadas tras el parón veraniego. Dicen por ahí que algunos tienen el síndrome postvacacional pero a mí me parece excesivo, ya sacamos un trauma de cualquier pequeñez que suponga algún cambio en nuestras vidas y así nos luce el pelo. Es cierto que cuesta volver al trabajo, puede ser que a unos más que a otros pero en cuanto empieza la rutina ya no podemos detenernos y todo sigue su curso normal. Dentro de unos meses habrá alguno que nos venga con el rollo del síndrome postnavideño y así damos vueltas y más vueltas sobre temas que no llevan a ningún lado como si estuviéramos en la noria y no nos pudiéramos bajar.
Voy a parar que me estoy mareando.
Y ahora que lo pienso todo tiene su explicación , y si no de que vivirían tofos esos tertulianos, que salen a patadas, que hablan de todo y no saben de nada.
Pos eso, como decía aquella canción... Unos que vienen otros que se van, la vida sigue igual.
Aquí os dejo un par de refranes para este mes:
Septiembre, el que no tenga ropa que tiemble.
Septiembre o seca los ríos o se lleva los puentes.
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