© de la imagen La meva maleta

Mostrando entradas con la etiqueta Dudas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dudas. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de abril de 2015

El boli azul



Debió empezar como un juego. Se te cayó el boli al suelo y alguien lo hizo correr con una patadita hasta que desapareció de tu alcance y de tu vista. La profesora, quién sabe si harta ya de bromas de adolescentes,  te ordenó que te sentaras y tú te apañaste con un cacharro que soltaba tinta a ratos para terminar la clase.

Perdiste por siempre el bolígrafo por no desobedecer a la maestra, y por falta de picardía no le pediste el boli a la chica que hizo que tú perdieras el tuyo. El boli... El que tú te habías comprado con tu dinerito con tu paga para caprichos, en lugar de pedírmelo a mí. ¡Ah, amigo! Eso te dolió más aún, era TU boli, nuevo de hacía dos días.

Te pedí que la próxima vez te enfrentaras a la situación con agallas. Si tú considerabas que la profesora debería haber resuelto el problema de otra forma, deberías haberle planteado la cuestión de forma educada. Está bien la resiliencia, pero no dejes que abusen de ti.  Porque al final, resulta que a los que son buena gente que nunca se quejan de nada, todos le pueden hacer de todo. Y los que son unos bichos, para que no se reboten, a esos no les toca nadie. 

Porque no es la primera vez. Te bajaron tres puntos de un trabajo en el que tenías un merecido 10 porque alguien te rompió la estructura de madera. Y los autores del estropicio quedaron impunes. En cambio, te culparon a ti por no cuidar tu material, en eso estuve de acuerdo. Pero no proporcionan taquillas ni armarios suficientes a los alumnos. Ni siquiera las aulas se encuentran cerradas fuera de las horas de clase. Era difícil que tú pudieras hacerlo, aun así, aceptamos y aprendimos.

Yo voy a apoyarte de forma incondicional si tú te defiendes con inteligencia y sensatez. Porque creo que en la escuela uno no debe de aprender sólo matemáticas y ciencia. La forma de enseñar a los niños conceptos como la justicia, la lealtad, la honestidad, la ecuanimidad y el respeto es poniéndolos en práctica. 

Además, sé que sabes hacerlo. Lo demostraste el otro día. Me dijiste que te habían pedido  aprender de memoria un himno para cantarlo, y te contaron una patraña politizada sobre su origen. Por esa razón te negabas a cantar. Te dije que era tu decisión, que íbamos a apoyarte escogieras lo que escogieras. Sin embargo, si tú tomas el himno sin la cuestión política, te expliqué, no pondrás en riesgo tus notas (y no te lo dije, pero pensé también que evitabas enemistarte con la profesora). Estoy de acuerdo hagas lo que hagas, te aseguré. Porque sabía que no me fallarías. 

Sacaste la nota más alta de la clase, a pesar de la maestra, que sospechaba de tu intención por razones que no vienen al caso. La dejaste con la boca abierta. Y me dejaste muy clarito que sabes donde pisas. Me dijiste que te sentías orgulloso de lo que habias hecho, porque si el himno que hubieran pedido aprender fuera el del "equipo contrario" vamos a decirlo así, habrían habido pitos y abucheos. En cambio tú les habías dado en toda la boca callándoles con tu nota. 

Tu compañera de clase te debe un boli nuevo, no tengas miedo de exigírselo. Yo te apoyo. Soy tu fan n#1.

domingo, 10 de agosto de 2014

Espectadora

No todos los momentos vividos te tienen como protagonista absoluto. En determinadas ocasiones, uno deja de ser protagonista, ejecutor, actor en su propia vida y se convierte en espectador. Las decisiones no son propias, sino de los demás, a pesar de que te atañen con rigor. Y te ves comprando cosas que no te gustan tanto, postergando actividades que realmente te apetecerían y quisieras estar con gente que no está.

Y vas acumulando resignaciones, porque no queda otra. Porque ellos crecen, porque los afectos de los demás no dependen de ti, porque hay cosas que son inevitables. Y porque muchas veces, tú mismo has colocado en el escenario todos los ingredientes que terminan por apartarte de él, y entonces hay que sentarse en el patio de butacas y aguardar al desarrollo de la función, esperando, al menos, que no sea un drama, sino una comedia ligera.

Y no hay programa de mano.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Te pedí perdón

Tengo por costumbre presumir de vosotros. De lo buenos que sois, aunque peleáis como todos los cachorros del mundo. De vuestro esfuerzo en el cole, que os da un fruto en forma de buenas notas. De cómo habéis aprendido a comer como personas mayores y que vuestros modales en la mesa dan ejemplo a otros niños. De lo guapos que me habéis salido (y lo digo desde la objetividad absoluta que me da ser vuestra madre jaja). Me da lo mismo que me digan que soy una presuntuosa, me siento orgullosa de vosotros por quiénes sois y por cómo os desenvolveis en este mundo. 

Así que, cuando comenté con tu abuela uno de tus defectos, ¡que gracias a Dios los tienes!, y vi cómo en tu miraba se fraguaba una pequeña sensación de fracaso irreversible, comprendí que me estaba equivocando. Al llegar a casa te pedí perdón y te prometí que me esforzaría en no volver a humillarte ante nadie, porque no tengo razones para hacerlo y porque yo sé que lo que se siente cuando quien más te quiere habla mal de ti. Me dijiste que no te habías dado cuenta, y que no pasaba nada, así que supongo que sí que te dolió y que agradeciste que te pidiera perdón, porque te hizo recuperar el respeto que te arrebaté. 

No dejéis que nadie os lastime, ni siquiera vuestra madre. Mucho menos vuestra madre. Estoy aprendiendo.

domingo, 28 de julio de 2013

¿Me guiarás?

Cuando nada se parezca a lo que soñé, 
cuando no recuerde por qué decidí, 
cuando titubee, cuando el miedo me invada,
cuando nadie me comprenda y eso siembre
la duda en mí y Te pierda de vista,
¿Tú me guiarás, tomarás las riendas por mí?






Tom Chamber

lunes, 9 de abril de 2012

El limbo de las decisiones que no has tomado

Nunca sabrás qué habría pasado si hubieras ido a esa boda.
No podrás decirle cuánto la querías o preguntarle por qué hizo lo que hizo.
No sabrás cómo ha vivido aquél familiar los veinte años que has estado sin verle.
No servirá de nada pedirle perdón. Ya no.
No puedes saber qué habría pasado de haber llegado a tiempo a ese último tren.
No es posible saber qué habría sido tu vida si hubieras elegido otra carrera.
No sabes qué hubiera sido de ti si no le hubieras conocido o si le hubieras encontrado más tarde.
No sabemos qué seríamos de haber nacido en otra familia, en otro lugar, en otra época, con otro sexo.



¿Habrá un limbo en el que uno pudiera ver, como en una película, qué habría sido, de haber sido?

Por si acaso, hay que seguir tomando decisiones todos los días, aunque algunas veces te equivoques.
Debería haber ido. Y ahora no puedo volver el tiempo atrás y estar en el lugar. Mi no decisión vivirá en el limbo por toda la eternidad. Tendré que aprender a vivir con mi error a cuestas.

lunes, 20 de febrero de 2012

Estrategias comerciales

Esta mañana parpadeaba el -5ºC en el termómetro de mi coche mientras en la radio vendían primaveras en el corteinglés.



Abrigo de Aquí

Cierto es que me han entrado unas ganas repentinas de sacar mi tarjeta de crédito a pasear y llenar mi armario de ligereces vaporosas pintadas en colores suaves, verdes, estampados liberty, algodones y linos, chaquetas de entretiempo y bailarinas descocadas.

Casi hasta me ha dado ganas de pegarle un lametón a un sorbete de fresa, de hacer ensalada para comer en la mesa de la terraza, de ir a la playa a caminar descalza en vaqueros con un pañuelo de seda anudado a mi pelo.

Como no sufro de alergias me he visto en mi jardín, con todo en flor, con la humedad del rocío acariciando mi césped tras la reseca insolencia del frío de la última ola siberiana.

En cuanto he bajado del coche me he dado de bruces con la realidad, he subido la cremallera de mi abrigo relleno de plumas y me he arrepentido al instante de haber olvidado mi bufanda en casa.

Sol de febrero, empieza a entibiarnos el alma, pero sigue siendo sol de invierno.

domingo, 15 de enero de 2012

Hoy es tu día



Tienes que dar el gran Sí
No volverás la vista atrás, nunca leerás estas palabras. 
Has tomado una decisión impactante, valiente, difícil, única.

Anoche hablé con tu madre y quise llorar con ella.
No sé explicarte qué se debe sentir cuando tu única hija toma los hábitos. Pero hoy me siento mucho más cercana a tu madre que a ti. Ojalá no viviésemos tan lejos, me gustaría poder acompañarte. 
Lo haré desde la oración. Pediré ayuda para poder comprenderte, para entender cómo se puede renunciar con 38 años a volver a ver el mar, a sentir las calles de la ciudad, a ver escaparates, a contemplar obras de arte, a leer una novela de amor. No tengo ni la más remota idea de cómo vivirás sin dar un paseo hasta perderte, sin poder dormir a pierna suelta hasta las tantas después de haber estado en una cena con amigos, sin sentir el calor de un beso. Ya, ya, ya me sé lo del Amor, lo de la Mano de Dios, lo de la Palabra. Pero no estoy segura de que todo eso pertenezca al mundo de los vivos. Porque tu cuerpo está aquí, y tú has decidido pasar el resto de tu vida encerrada en una cárcel por Él. Necesito más Luz, hoy no la tengo.

viernes, 21 de octubre de 2011

No me lo creo




No, no cuela.

Porque no había guerra, así que lo que ahora anuncian no puede ser la paz.

Porque queda a penas un mes para las elecciones.

Porque no se han arrepentido de nada, no han pedido perdón.

Porque sí ha estado habiendo contraprestaciones políticas.

Porque, con anterioridad, hasta 11 veces han dicho lo mismo, y no fue verdad.

No, yo no me lo creo.


Y lo cierto es que lo que siento por los políticos ya roza la náusea.

lunes, 17 de octubre de 2011

La historia más inverosímil


Los que me conocéis en persona sabéis que soy poco imaginativa, bastante escéptica y suelo caminar con mis pies y mi cerebro pegados al suelo. Los que me conocéis menos no sé si podéis haceros una idea de lo práctica y poco idealista que soy. En cualquier caso, voy a contaros la historia que me ha dejado el corazón tiritando.


Una buena amiga ha recordado a su hermano, que falleció hoy hace seis años. 

Hoy, hace seis años, volvíamos a casa y, en la primera salida del pueblo, fui testigo de una triste imagen: un chico que acababa de tener un accidente de moto. Supuse, por la forma en que le habían dejado quienes le atendieron, que había fallecido. Y así fue. Quedé muda. No conocía a la que hoy es mi amiga. Nunca sabrá cómo vi a su hermano, no suele leer el blog.

Doce días después de aquél día tan triste, supe de la existencia de la pequeña vida de mi hijo menor latiendo dentro de mi cuerpo. Así que es de suponer que hoy hace seis años, el alma de una criatura anidó en mí.


Hoy, seis años después, y por los caprichosos juegos del ¿azar? ¿destino? ¿casualidad?, el mejor amigo de ese niño es el hijo de mi amiga, el sobrino del chico fallecido. 

Mi educación religiosa, mi incredulidad, mi visión del mundo me impide creer en la reencarnación. Pero le he dicho a mi amiga que el mejor amigo de su hijo fue engendrado el mismo día que su hermano falleció. Así, aunque no sea una verdad comprobable, quizá sienta el abrazo de su hermano en el de mi hijo y verle crecer  y jugar con una parte de ella, la llene de esperanza e ilusión. Yo, a partir de ahora, creeré que el ángel de la guarda del pequeño Bufón, que nació en el mismo instante que su alma, es el que fue el hermano de mi amiga.


Ángel de la Guarda, 
dulce compañía,
no le abandones
ni de noche, ni de día.



martes, 11 de octubre de 2011

Querer estar bien

-¿En serio quieres estar bien? -Le he preguntado a la paciente, con un sobrepeso de 40 kilos.
-Sí- decía su boca, mientras su lenguaje no verbal negaba rotundamente con la cabeza.
-Pues deshazte de ese sobrepeso, eso es lo que te hace sentirte fatigada. Porque si tienes de verdad fatiga crónica y te pones una "mochila" de 20 o 30 kilos de encima, estás peor. Y si estás peor, te fatigas más, y si te fatigas más, tienes más ansiedad.

Le he hecho un electro, que ha salido bien, y enseguida ha alegado que la tensión la tiene descompensada (hoy, desde luego, no)

¿En serio quieres estar bien? ¿De verdad de la buena? A mí me parece que el año y medio que estuviste de baja, más los seis meses más un tiempo más tarde, no te hicieron bien. Porque alimentaban un autoengaño.

Cuántos juegos emocionales conlleva la enfermedad real o fingida. No la cuestiono, no cuestiono que se sienta mal, pero no estoy segura que quiera encontrarse mejor.


*NOTA: hablo de un caso particular, bajen las hachas.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Crearse enemigos

Sería más fácil estar callada y tragar.

Aunque no estés de acuerdo con los que se han auto eregido como líderes del cotarro y, al fin y al cabo, corten el bacalao... sin preparación ni conocimiento, pero tienen la sartén por el mango, y punto.

Sabes que nadie más se atreve a levantar la voz, porque los mandamases transitorios se los merendarían en un santiamén.



Así que tienes dos opciones: tragar y fingir que no te has dado cuenta de que ellos están obrando mal o levantar la voz y crearte un enemigo.

Ahora mismo, esta opción me da pereza, así que ando buscando un agujero en el que esconder la cabeza con indignidad.

martes, 13 de septiembre de 2011

Estados de la mente



No he dormido mucho. Otra vez. Esta noche no me han acechado miedos incomprensibles, ni el estrés, ni la falta de cansancio. Simplemente me he desvelado a las 4 y no me he vuelto a dormir con profundidad hasta poco antes de que sonara mi despertador, lo cual es un gran fastidio, porque tenía un sueño del que me apetecía conocer el final.

La falta de sueño me produce un atasco mental, a partir del cual no me nacen las palabras. Suele pasar que la creatividad se origina en algun lugar de nuestro yo en el que hay un remanso de paz o un caos absoluto, nunca de un paraje llamémosle normal, cotidianamente lleno de ruidos.

Será que el curso empieza asomando su hocico de lobo bajo su piel de corderito y tal vez mi mente lo perciba de una forma inconsciente.

Aquí estamos, sin embargo.

martes, 7 de junio de 2011

Lo estamos haciendo a nuestra manera

Al principio tratamos de analizar los porqués para buscar respuestas.
Luego levantamos un muro a tu alrededor e investigamos el estado de tu corazón a golpe de intuición y cercanía.


Caminas con desgana sobre una cuerda floja. Bajo tus pies hemos tejido, a golpe de teléfono, una red que parará tu caída si tropezaras.
Lloramos contigo por tu tristeza, pero sabemos que encontrarás la fuerza que te mantenga arriba. Sabes, sabemos que es cuestión de tiempo.

Además, no estás solo.
No estarás solo.

Y ni siquiera estoy segura de sepamos cómo ayudarte; tú buscarás tu refugio en el lugar de siempre, en tu alma gemela, y estaremos todos contigo hasta volver a verte feliz. 

lunes, 4 de abril de 2011

Límites

La reflexión de hoy nace a partir de la lectura los blogs de Mariapi, y de Dámaris.

Ambas abordan el mismo tema desde dos frentes muy dispares.

Mariapi, a partir de un paseo viendo las esculturas de arena de los juglares de playa del siglo XXI, se pregunta si aceptaría que uno de sus hijos fuera uno de ellos. Dámaris se reprocha haber coartado la libertad de su hijo de 5 años, mientras bailaba con alegría.

A veces me pregunto hasta qué punto los items aprendidos nos limitan en aspectos cruciales, como la creatividad, la expresión, conseguir un empleo, incluso un novio.

Si me concentro una décima de segundo podría hacer una lista de 50 límites innecesarios impuestos por mis padres y que yo repito como una letanía con mis hijos. ¿Innecesarios? No, no lo fueron. Los límites dan seguridad.

Nuestra obligación como padres es ofrecer a nuestros hijos los parámetros de lo que, para nosotros, es una vida "normal". Para cada cual, la suya. Y lo lógico es que pretendamos para ellos que aspiren al máximo potencial de sus capacidades. Primero, que se aseguren el comer y el dormir y la vida con las mayores comodidades posibles (estamos hablando de aspiraciones, claro). Y cuando eso lo tengan ya cubierto, entonces nos preocuparemos de que tengan un potencial artístico.

Esa es la teoría. Luego viene la realidad de un niño especialmente hábil con el piano, o con una gran capacidad para la interpretación, o con una belleza inusual, y te desmonta el chiringuito.
Porque lo que queremos, por supuesto y para empezar, es que sean felices. Y todo lo demás vendrá solo.

¿Qué hubiera sido yo si no hubiera tenido el corsé de las normas impuestas por mis padres? Un desastre, lo puedo garantizar. Así que voy fabricando los moldes para mis hijos en función de lo que a mí me ha valido, y rechazando los topes que no funcionaron bien. No hay garantía de que no me equivoque. Cuando llegue el momento, rectificaré.

martes, 29 de marzo de 2011

Llego tarde



Acabo de saber que llego una semana tarde a la posibilidad de hacer  un examen que necesito para conseguir una especialidad.

No podía haberlo sabido, nadie me lo dijo. Claro que tendría que haberme preocupado yo.

Y no lo hice.

No debía de interesarme lo suficiente.

Ahora lo lamentaré toda mi vida. O a lo mejor es que esa no era mi puerta.

Nunca lo sabré.

¿Habrá otra oportunidad para mí, o habré dejado pasar el tren bueno? Estoy debatiéndome entre encogerme de hombros y darme cabezazos contra la pared.

martes, 1 de marzo de 2011

Y no pasa nada

Ha llegado el tiempo en que necesito reflexionar. Y pienso que tengo que hacerlo en voz baja.




Necesito estar callada algún tiempo. No, no pasa nada.

Veo nacer y morir blogs todos los días. Y no pasa nada

Veo blogs que frenan su ritmo. Y no pasa nada.

Veo blogs con comentarios sin responder. Y no pasa nada

Veo blogs que paran, y vuelven. Y no pasa nada

Quizá este blog deba sufrir cambios importantes. O no.

Descubro blogs muy buenos todas las semanas, blogs que un día cambian, se pausan, o desaparecen.

Espero que me acompañéis en mis silencios igual que lo habéis hecho hasta ahora, con educación, cariño, respeto, comprensión y amistad. Espero que nadie se ofenda si no escribo en su blog. Probablemente lo siga en silencio. O no. No va a pasar nada.

No, no estoy cansada. Sigo activa, no sé si coseré, si leeré, si pasaré tiempo jugando con mis hijos, o haré todo lo de siempre. Pero hace días que el barullo me impide escuchar mi propia voz y creo que ha llegado el tiempo de volver a escucharla.

Llega el momento de dosificarse.

Quizá mañana mi silencio haya producido sus frutos y tenga ganas de hablar de nuevo. Me gustará saber que seguís ahí.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Ser tú por un instante

Furtivamente amplio al tamaño deseado tu dibujo, sin permiso, porque es un regalo para ti... para tus hijas, en cualquier caso.

Compro una camiseta lisa de la talla de la joven implicada, y según su color, escojo las telas.

Calco el dibujo en la fliselina, y plancho las piezas, las recorto, las aplico a la camiseta, y empiezo a festonear el contorno.

Al final, sólo al final, la duda me paraliza... no sabré ser tú, no podré dar la expresión que tú viste a esa cara, ni delinear el mechón rebelde tras la oreja. ¿Me habré confundido de color? ¿Les gustará?

No, no sabré ser tú. Asumida la realidad y convencida de que lo he hecho lo mejor que se me ha ocurrido, aquí estan...




Confirmada la recepción del envío, y captada la gratitud de las beneficiarias,  me alegra haber corrido el riesgo.

Diseño de los dibujos lamevamaleta.blogspot.com

martes, 21 de diciembre de 2010

Tengo el poder

Después de lamentarme en algunas ocasiones de mi emotividad incorregible, y de comprender el carácter terapéutico de una buena llantina, ahora he conseguido el efecto contrario: no puedo llorar.
Empezó la semana pasada. Sin querer, removí la memoria de una etapa muy muy triste y dolorosa de mi vida, un recuerdo. En el primer momento lloré por aquél dolor. Pero al cabo de un rato logré hacer lo que siempre había soñado: sentir el nudo en la garganta, notar las lágrimas invadiendo mi mirada y, de repente, tragar, y continuar sin llorar como si nada hubiera pasado.

Desde aquel momento me he sentido con el nudo atravesado varias veces, en las que en otro momento hubiera llorado de forma desconsolada, pero no he llegado a soltar ni una.


Me siento poderosa. Ya no me vencerán las situaciones, ahora que sé cómo hacerlo.

Sólo tengo una duda: esa sensación de haber tragado ácido, ¿desaparece?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La chica de las sillas

Un grupo de mujeres fuimos convocadas a una reunión. Todas con ideales que nos unen, todas de distinta edad y condición. Una de ellas, de las más jóvenes del grupo, algo mayor que yo, de pelo corto, gafas y mirada huidiza. Nos sonreímos al llegar, sabiéndonos cómplices de lo mismo. Estábamos convocadas una a una, por teléfono, seríamos unas 20, y otras tantas sillas ocupaban el centro de la sala.


En un rincón una pila de sillas permanecía callada, y la chica del pelo corto, de la mirada huidiza, se ofreció para ayudar a la organización a poner más sillas, para que no faltara nada. Yo la observaba medio distraída, buscándome un asiento cerca de la puerta por si se alargaba la sesión para poder volver a mi puesto de trabajo.
Sobre esto estuvimos bromeando, total, que quedamos sentadas juntas.
No habían pasado dos minutos y con los ojos empañados y la barbilla tiritando, me dijo que hacía algo más de un año un cáncer se llevó a su hermano y que ahora era un tiempo duro porque habría cumplido años. Maldito cáncer... le conté que tenía una amiga enferma.... y ella que su hijo de 14 años lo llevaba fatal, que todos lo llevaban mal, cada uno a su manera. Ni siquiera sabía su nombre, y se agarraba al clavo ardiendo de las orejas predispuestas de una desconocida. No me anduve con rodeos ni con tapujos. "¿Tienes ayuda?" A susurros en mitad de la charla, me dijo que sí, que el niño veía a un psicólogo. Hablaba apresurada, nerviosa, y conteniendo el llanto. "No te he preguntado si tu hijo va al psicólogo, te he preguntado si vas tú.", le dije con cariño. Un aplauso nos interrumpió. Y me pidió abiertamente ayuda. Quiero hablar contigo, ni sabía mi nombre. Y no se me ocurrió nada más que darle, en una tarjeta de visita, la dirección de este blog y mi dirección de correo electrónico.

Así que, M, tal vez estés leyendo esta entrada que habla de ti. Me pediste contactar conmigo para ayudarte, y yo sólo tengo palabras. La primera, que debes ponerte en tratamiento, no puedes deshacerte en lágrimas ante una desconocida. Y la segunda, bienvenida a este castillo. Espero que aquí encuentres alivio para tu lastimado corazón.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Por favor,

Si algo de lo que expongo aquí te molesta, te pertenece, o habla de ti y quieres que lo borre, tan solo tienes que pedírmelo. Nunca quise ofenderte, ni plagiarte, ni molestarte...
Este es un espacio de libertad y, sobre todo, de respeto.