Un sábado cualquiera de luna llena una pareja de enamorados se disponen a pasar una noche de copas.Él con su coche nuevo, ella con su sonrisa indeleble, dificilmente que algo pueda salir mal.
Pero de repente un fuerte golpe al igual que las olas chocan contra la costa, da paso al más absoluto silencio. Un silencio tan sólo interrumpido por la sirena de una ambulancia, y el silvido cortante del viento.
Los allí congregados vieron un vestigio de luz, y afirmaron que no les habia pasado nada, pero al sábado siguiente dos rosas blancas, tiradas sobre el asfalto mojado indicaba que lo que habían visto era tan sólo el reflejo de la luna llena.
Pero de repente un fuerte golpe al igual que las olas chocan contra la costa, da paso al más absoluto silencio. Un silencio tan sólo interrumpido por la sirena de una ambulancia, y el silvido cortante del viento.
Los allí congregados vieron un vestigio de luz, y afirmaron que no les habia pasado nada, pero al sábado siguiente dos rosas blancas, tiradas sobre el asfalto mojado indicaba que lo que habían visto era tan sólo el reflejo de la luna llena.
Este duele...
ResponderEliminarQue frágiles somos.