domingo, 23 de julio de 2017
Sutil evanescencia
Sutil evanescencia
nunca te vas del todo
¿te alejaste para buscar el remanso?
¿me viste viejo e incapaz
de sostener tu mirada?
fui yo quien te resucitó
en nombre del extraño poder del deseo
que se agazapa en cada gesto
de los hombres y de los paisajes
ahora que has atendido mi llamada
(no me he ido jamás
ni he sido ausencia para quien me reclama
me has susurrado)
sé que solamente dormías
que nunca estuviste muerta
que el éter siempre fluye
nutriendo los recuerdos
ese último pan que no se nos niega
para paliar la tristeza
de los últimos días
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Y cuánto bien nos hace ese último pedazo de pan.
ResponderEliminarEs que no solo de pan material vive el hombre, según una frase al uso en el pasado.
EliminarUn placer leerte.
ResponderEliminarMil besitos.
A veces apetece volver a viejos blogs. Un abrazo.
EliminarEs muy bello. De acuerdo con Amaltea. Belleza emocional digna de reconocimiento más o menos sutil.
ResponderEliminarNo es fácil con los años avanzados ser evanescente, pero uno necesita serlo, necesita la levedad frente a tanta presión ambiental.
EliminarSi somos más espíritu que materia, si al menos esa es la parte nuestra más importante, llegado el momento trascendente, la verdadera esencia surge y se abre camino aún bajo el polvo y el desgaste de las rutinas y los años acumulados. Es bueno saberlo.
ResponderEliminar=)
Es tan material esa afinación de nuestros sentidos, emociones y sentimientos llamado espíritu...Importa vivir esa confluencia cada día, no hay otra trascendencia, solo descubrimiento. Pero tienes razón en que la erosión de nuestro tiempo personal nos hace tomar conciencia del carácter de nuestra existencia. Y ahí encontramos significado y, probablemente, belleza.
EliminarEn el recuerdo siempre presente.
ResponderEliminarMi homenaje con ese poema.
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