... Aún
sobevuelan,
pájaros de fuego.
Y la voz
de las bombas,
silencia
la música del agua.
Languidece la hierba
por el humo.
Y quedan fantasmas,
donde antes
hubo árboles.
Aún,
ciudades
se desploman
en cemento,
y un sol ensangrentado,
cae a plomo,
sobre rotos cadáveres.
-Es el brazo de un niño?...
Donde
quedó su cuerpo?-...
Entre ruinas,
caminan sin rumbo
los supervivientes.
Nadie
sabe sus nombres.
Nadie
cuenta los muertos...
Tal vez,
añorando su árbol
"voló el último pájaro,
sobre la rama
de un fusil".
Tal vez, un día,
el hombre se rebele.
Y se ponga de pié
para exigir...
¿Qué comentario se puede escribir?
ResponderEliminarEs demasiado grande el dolor y las guerras siguen y un puñado de hombre deciden como destruir el mundo....
Abrazo.
Abrazo, mariarosa. Por un feliz verano porteño.
EliminarFalta mucho para que llegue ese día, falta desde el primer momento de la humanidad. El lado oscuro del ser humano se lleva siglos enteros.
ResponderEliminarUna pena.
Un abrazo.
Milgracias, N N. Abrazo.
EliminarNo habrá tal día. O habrá otra especie, esta misma mutada. Pero ¿para mejor? De todos modos, no nos quedemos solamente con el lado destructor. Hay que seguir desentrañando la sustancia humana. En eso tu poema lo intenta, agradecido.
ResponderEliminarEsa sustancia humana tan incomprensible...
EliminarMuy triste pero bellísimo, poema, Soco. Un gran abrazo, polita. Manu
ResponderEliminarGracias a tí, Manu, por acercarte. Abrazo.
EliminarLa vida al parecer no importa en quienes buscan el poder geopolítico , no les importa la diaspora forzada que imponen con tal de conseguir y probar sus teorías retorcidas
ResponderEliminarAbrazos querida Soco, tu poema es una denuncia clara y vigente de una realidad que se repite desde siempre lamentablemente
Abrazo, Lichitalinda.
EliminarDuelen tus versos, Soco, estremecen por su poética simpleza, abruman por su irrefutable humanidad...
ResponderEliminarAbrazo admirado. De corazón.
Abrazogrande, Carlos.
EliminarMe temo que vamos de mal en peor.
ResponderEliminarDe eso he escrito hoy.
Besos.
Besos, Xavi. Gracias por llegarte.
EliminarSiempre es lo mismo, por unos pocos que ganan millones por vender armas, el resto de la humanidad sufre, por unos cuantos locos, el resto sufre.
ResponderEliminarUn año ya de la guerra de Ucrania y parece que el resto del mundo se acostumbró. No importan que en estos momentos están falleciendo niños y ancianos. No sé si se recuperará la cordura.
Besos Soco
Milgracias, Tati. Y besos.
EliminarMuy profundo tu sentir, el poema es desolador al igual que bueno. Tendremos que decir no, las veces que haga falta. Un abrazo.
ResponderEliminarOtro para tí, Xan.
EliminarUff, me ha sobrecogido este poema, y es que es justo el sentimiento que despierta este tiempo que vivimos tan horrible....a ver si alguna vez despertamos y puestos de pie enarbolamos banderas de paz...
ResponderEliminarUn abrazo
Que se cumpla tu deseo, stella. Abrazo.
EliminarAndas perdida y
ResponderEliminarno entendí tu últino comentario ¿Estas Bien?
Milgracias, Muchita. Estoy bien.
Eliminarmagnífico Soco, como siempre
ResponderEliminarGracias, Violeta. Me encanta verte por aquí, Abrazo y vuelve.
EliminarNo me permite comentar si no es como anónimo. Lo siento.
ResponderEliminarComenta como anónimo y pones tu nombre, al final del coment.
EliminarSaludos y gracias.
te abrazo siempre poeta
ResponderEliminarY yo a ti, Muchitalinda.
EliminarAún...por desgracia para todos.Un poema con alma,desgarrador pero realista. Y sí, hasta es posible que un día el hombre se rebele contra tanto sinsentido.Ese día habrá llegado la paz definitiva,aunque nosotros no lo veremos ya.
ResponderEliminarUn abrazo
Abrazo, Joaquin Y gracias:
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