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domingo, 25 de diciembre de 2011

NOCHEBUENA SABROSA ...


Un re-encuentro agradable y muy excitante.
No sé si alguna vez, cuando erais adolescentes, os habéis enamorado (más bien encaprichado) de algún amigo/a de vuestros padres .... pues bien, a mi sí que me pasó.
A la edad de unos 15 años, mi padre tenía un amigo, mucho más joven que él, que era como yo quería un hombre: viajero (no paraba quieto, siempre de viaje, conocía el mundo!!), seguro, firme, varonil, moreno, un ojos oscuros que ... buff... unas manos ... ay!!, y siempre llevaba unos pantalones que se podía imaginar como era....
Cada vez que me veía, se acercaba a mi, con su sonrisa, me plantaba dos besos en mis mejillas coloradas por la vergüenza y con su voz que me hacía temblar, me preguntaba; “-¿Qué tal está mi princesa?”- yo le sonreía tímida, contestándole con un seco “Bien” ...

Pues ... esta Nochebuena, en casa de mis padres, tuvimos invitados, y uno de ellos era él, Roberto.
Con una chaqueta ceñida de pequeños botones, debajo un simple sujetador, unos pantalones elásticos, unos botines negros, y mi melena recogida con una cola alta,  y con un toque de maquillaje ... Entré en casa, dirigiéndome al salón, escuchando las risas de mi padre y de otras personas de la familia y entre ellas, reconocí la suya.
Mi padre al verme, vino hacía mi para darme un abrazo, y Roberto se giró para saber a donde se dirigía y me vio, bueno ... más bien nos vimos ... 
El tiempo había sido bueno con él, no había cambiado mucho,su negro pelo ahora canoso y con  arrugas en sus oscuros ojos, que lo hacían más atractivo, de cuerpo seguía casi igual, y seguía usando esos pantalones que tanto me gustaban.
"Vaya! ¡Cuánto tiempo! Pero que guapa estás!!" - exclamó Roberto.
Sonreí, me acerqué a él le di dos besos, mientras notaba sus manos en mi cintura, me dejé ... 
En la cena, frente a frente, hablamos, nos pusimos al día, y disculpándonos torpemente, nerviosos ,por darnos con los pies debajo de la mesa, algunas miradas no tan pueriles y sonrisas para disimular ... A la hora de  los postres, nos prestamos a llevar cosas a la cocina para despejar la mesa, y fue el momento de estar solos ...
- Estas preciosa, María! Vaya mujer en que te has convertido!. Sonriéndole, le recordé que si eso me lo hubiese dicho a los 15 años, ya no hubiese dormido en toda la noche, que sería mi mejor noche de Papa Noel ... Le confesé mi encaprichamiento adolescente. Nos reímos, comentando la vida que llevaba él de aquella época, y mi inocente atracción sobre él ...


Hubo un silencio, noté su mirada, y le correspondí. Me apoyé en la encimera de la cocina, y él se pego a mi, se acercó tanto que note su excitación en una de mis piernas ... 
Escuché las voces y risas de mis padres, de los amigos que procedían del salón ... -"Es una locura, María! Esto es muy arriesgado!!"- Decía Roberto en mi oido, mientras se frotaba contra mi, y una de sus manos estaba debajo de mi chaqueta y la otra me agarraba fuertemente el muslo ...
"Ven!!"- Ordené, llevándolo a uno de los pasillos de la casa, en el que sabía que nadie nos molestaría, ahora si, tendríamos que ser cautelosos porque nos podrían escuchar ...
Me pegué contra la pared, él contra mi, una de sus piernas entre las mías, una de las mías entre las suyas ...sus manos por debajo de mi chaqueta, caminado hacia mis senos, mis manos acariciando su entrepierna por encima de ese pantalón de tela ... Nos miramos ... sentí sus dedos en mis pezones ... noté su pene duro, deseoso por mis caricias ...
Los esfuerzos para evitar que nuestra respiración fuese fuerte e intensa, y que no fuésemos escuchados, ni descubiertos, provocaba más nuestra excitación ... No pude mas!! ! -Necesitó saborearte!-exclamé.  Me agaché, el apoyó sus manos en la pared, le baje despacio el pantalón, deslicé su  boxer hasta debajo de las rodillas, liberé su presión, y ahí estaba, delante de mí, su polla...tantas veces la había soñado, la había imaginado cuando me masturbaba en mi edad adolescente!! Era hermosa!!: Suave, dura, vigorosa, temblorosa ,,, 

Con mis manos, la acaricie, la observé admirada, con la punta de mi lengua la probé desde su base hasta la punta, toda, enterita, la humedecí con mi saliva ,,, Roberto temblaba, suspiraba,,, Con mi dedos la acaricié, de arriba a abajo, deslizándolos despacio, mientras mis labios chupaban su punta tan suave, tan fina, tan jugosa ,,,, con mi otra mano, acariciaba su nalga bajando hasta tocar sus testículos ... a Roberto le fallaban por momentos las fuerzas, notaba su excitación ,,, moviendo su pelvis ... Yo totalmente empapada, mi coño latía!

Roberto entre jadeos, me pedía que le dejase follarme, pero yo no estaba por la labor, quería sentir, saborear todo su sabor, quería seguir notando que estaba bajo mi poder ... eso me excitaba tanto!
Noté que ya no podía aguantar más, que estaba al límite, así que ...mis labios recibieron su verga ansiosos, los dedos de una mis manos acariciaban, pellizcaban dulcemente sus testículos, y con la otra, con las yemas de los dedos acariciaban sinuosamente su ano ... 
Hubo un momento que tuve que ayudarlo a no perder el equilibrio, sus rodillas se dejaban ser vencidas  por el placer que le estaba dando ...


Mis bragas totalmente mojadas, mi corazón a cien ... noté su corrida en mis manos .... Me hizo levantarme, me besó apasionadamente, y metió su mano por la cinturilla de mi pantalón, notó toda mi humedad ... ¡Me gustas tan caliente! - Me dijo excitado. Tomó entre sus dedos mi clítoris, me lo presiono, me lo acarició haciendo círculos, gemí, gemí, me corrí, me corrí, volví a gemir...
No me podía imaginar que podría correrme así! "No te voy a meter mis dedos por tu coño, eso lo hará mi polla, en otra ocasión"- Me susurró Roberto al oído...
Hoy día de Navidad ... pensando en él .... 

El Fin de Año, vuelvo a cenar en casa de mis  padres, y como invitado ... Roberto...