Mostrando entradas con la etiqueta 100 libros para 2012. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 100 libros para 2012. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de noviembre de 2012

Sueños de Felicidad



Hace unos veinte días, llegó un paquete a casa con un obsequio de Price Minister, el portal de Internet, especializado en la compra-venta, de libros, entre otros artículos.
La empresa fue creada en el año 2000 y tiene su sede en París, como curiosidad en una fábrica de zeppelines de finales del siglo XIX.

El por qué este importante portal de Internet, tubo hacia mi persona la deferencia de un obsequio, es algo inusual, en estos tiempos “nadie regala nada” y tengo que confesar que cuando me apunté a esta curiosa iniciativa, no me creía en cierta forma lo del “regalo”.
Pero no, lo cierto es que el libro que elegí llegó correctamente a mi casa. Y a pesar de la “torre” de obras que tengo por leer, me puse con este, pues tenía hasta el 10 de noviembre para realizar la reseña.

El por qué elegí este libro y no otros, es sencillo de explicar, no había leído nada de Lisa See, ni conocía su obra, pero una de mis hijas está estudiando Chino en la universidad, y en casa estamos últimamente leyendo literatura de ese país o referente a él. Quizás lo hice por ella más que por mi, pero me alegro de haberlo echo, por que esta historia me a impactado.
Lisa See, es una escritora norteamericana de origen asiático, aunque en sus facciones apenas se aprecia esta realidad, Su tatarabuelo llegó a Norteamérica a mediados del siglo XIX y alcanzó a ser el patriarca de Shinatown en Los Ángeles. Un auténtico “self made man” (hombre echo a si mismo) una persona que pasó de fregar en restaurantes y cargar camiones  a regentar una fábrica de lencería para burdeles y una tienda de antigüedades. “Cuentan que fue el primer Chino con coche propio en Estados Unidos”
Quizás todos estos apuntes, identificativos no tengan su importancia a la hora de hacer una reseña, pero a mi me parece primordial conocer un poco a los autores, para poder desgranar algo de ellos en sus historias.

Lisa See nació en París, donde sus padres estudiaban, (eran tan pobres que utilizaban un cajón de armario como cuna para ella), pero se crió en Los Ángeles, en el barrio habitado por la laboriosa y humilde comunidad China. En este contexto, no sentía que hubiera salido nunca del país del que todos hablaban. Era parte de ella. Fue más tarde cuando empezó a sentir lo lejos que estaba de allí y para aplacar aquella digamos “nostalgia” geográfica, de una tierra donde nunca había pisado, decidió escribir sobre aquel mundo.
De este modo ha ido confeccionando una obra salpicada de tramas ambientadas en China, “El pabellón de las peonías”, “El abanico de Seda”, “Dos Chicas de Shangai” y su nueva novela, que es la que tratamos aquí “Sueños de Felicidad”.
La novela nos traslada al Shangai de 1957, donde una “rebelde” joven de diecinueve años  norteamericana, de origen Chino, trata de encontrar a su padre.
Mao, acaba de poner en marcha el llamado “Gran Salto Adelante”, que tiene como objetivo relanzar a la economía del país a través de una industrialización acelerada. Una megalomanía despiadada que provocó una hambruna terrible.
La autora cita en la novela, datos que hablan de más de 45 millones de muertos. Y es que muchos creímos conocer la Revolución Cultural China, pero este capítulo, como otros muchos a través de toda la historia de este mundo ha permanecido oculto, por que seamos sinceros en la actualidad de China, en Occidente, sólo sabemos “el arroz tres delicias y  los rollitos de primavera”.
Y aunque pueda para algunos parecer “morbosa” la autora nos recuerda, que en aquel periodo hubo madres que llegaron a intercambiar a sus hijos moribundos con otras madres, ¿el sentido? Os preguntareis, pues que las unas podían comerse los vástagos de las otras, en “Sueños de felicidad” se mete en la piel de una mujer que se ve en una situación tan desesperada. La única redención moral que podía obtener en su conciencia de una acción así es que al menos no se comían a su propio hijo.
Joy, la protagonista abrumada por los secretos familiares, que acaba de conocer (su tía en realidad es su madre y viceversa). Huye a Shangai para buscar a su padre biológico, el artista Z.G. Li, de quien May y Pearl (su madre y su tía) estuvieron enamoradas antaño. Deslumbrada por él, y cegada por el idealismo y los desafíos que plantea La Nueva Sociedad de la China Roja, parece ajena a los peligros que conlleva el régimen comunista.

Pearl, desolada por la huida de Joy, y aterrada por su seguridad, está decidida a salvar a su hija, cueste lo que cueste. Desde la abarrotada ciudad, hasta las aldeas más lejanas, Pearl, se enfrentará a viejos demonios y retos casi insuperables, mientras sigue a Joy , abrigando la esperanza de una reconciliación. Y no es, hasta que en uno de los más trágicos episodios, de la historia de China, donde ambas corren peligro de muerte, cuando se unen de nuevo.
Es una historia reconfortante sobre el heroico amor, entre una madre y una hija, con una investigación impecable, de la autora, y visualmente fascinante.
En la primera mitad del libro, Lisa, nos representa las privaciones a las que se verán sometidas ambas mujeres, cosas sencillas, como la pérdida del agua corriente, o el uso del sostén.
La segunda mitad, está dedicada a descubrir al lector el significado del El Gran Salto Adelante, campos de exterminio, hambruna, etc…
Lisa Lee, nos muestra su habilidad, como escritora dividiendo el foco entre Joy y sus perspectivas, y su madre y sus sentimientos. Una azarosa aventura y a la par desventura, de ambas protagonistas, nos dan una buena dosis de implicación en la lectura para quienes amamos estas tramas en las que se mezcla la verdadera historia, lo exotismo de tan lejanas tierras y algo de sentimiento en sus múltiples facetas.

Si algo tengo que reprocharme al leer esta maravillosa obra, es no haber leído antes, Dos Chicas de Shangai, por que aunque no es necesario leer la primera antes, seguramente la experiencia del libro anterior, hubiese enriquecido más si cabe, esta novela.
Sonrisas y lágrimas para leer en estas tardes lluviosas de otoño…



domingo, 28 de octubre de 2012

LA LEYENDA DE SLEEPY HOLLOW ; WASHINGTON IRVING



Se acerca Halloween, y con el, se acortan los días y se alargan las noches, la oscuridad, hace que se nos presenten, viejos fantasmas, y leyendas tortuosas, no hay nada mejor que leer cuentos de aparecidos al calor del hogar. A si que hoy vamos a comenzar por uno de mis favoritos.

 La Leyenda de Sleepy Hollow.
Cuando apareció en 1809 por el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859), en Europa no se tenía noticia todavía de la existencia de una literatura norteamericana. Poco después, Walter Scott, Balzac y Byron saludarían con gran entusiasmo la obra inaugural de un autor, y de una literatura, de cuyo magisterio se declararían deudores posteriormente escritores como Poe o el poeta Walt Whitman. En 1832 Irving viaja a Europa y presenta sus cartas credenciales como diplomático ante la reina Isabel II de España. Ese mismo año publica su famosa Alhambra («Cuentos y leyendas de la Alhambra»), recreación de tradiciones arábigo-andaluzas en las que la imaginación del estudioso aúna acontecimientos históricos con episodios sobrenaturales.
Personalmente, siempre de pequeña me había gustado la historia del jinete sin cabeza, y del maestro  Ichabod, Crane que aquí entre nosotros siempre me pareció un poco cobardica.
Y cual fue mi sorpresa cuando viajé por primera vez a Granada, y comprarme los “Cuentos de la Alhambra”, cuando descubrí que este autor, era el mismo de uno de mis relatos de infancia predilectos.
Todo ello, unido a que me apasionan los cuentos, y relatos, me llevó el otro día a una gran cadena de librerías, ( que no voy a nombrar por que no me pagan para ello) y me compré unos cuantos volúmenes ( esto es un vicio), entre ellos, uno de una colección que me encanta,  “Valdemar-Gótica), de la que poseo algunos ejemplares.

A si que por fin tengo mi propio volumen de este cuento, junto con otros, pues este es relativamente corto. En este volumen se han reunido algunos de los cuentos que Washinton Irving, aportó a la literatura fantástica.
“Rip van Winkle” el hombre que quedó suspendido en el tiempo durante varios años.
Leyenda de la rosa de la Alhambra” y “La leyenda del astrólogo árabe” (extraidos éstos de la citada “Cuentos de la Alhambra”).
“El espectro del novio” inspirado en una leyenda alemana.
“La aventura del estudiante alemán” un cuento ambientado en los días de la revolución francesa. Y la que nos ocupa hoy;
“La leyenda de Sleepy Hollow”, la historia de un jinete sin cabeza que aterroriza a una tranquila población rural.
La historia tiene lugar en un asentamiento holandés en el Valle Dormido, lugar de numerosas leyendas sobre fantasmas. Ichabod Crane es un profesor de escuela que se enamora de la joven Katrina Van Tassel y de su fortuna, a la que también pretende el joven y rudo Abrahán "brom bones" Van Brunt. Volviendo a su hogar tras una fiesta en casa de la familia Van Tassel, con aire alicaído, Crane es perseguido por el jinete sin cabeza (el fantasma de un soldado que perdió la cabeza por una bala de cañón durante la guerra de independencia americana). A la mañana siguiente, sólo se encuentra cerca de un puente el sombrero del profesor y los restos de una calabaza.


La leyenda fue llevada al cine en 1922, de la mano del director Edward Vebturini, y protagonizada por Will Rogers.

En 1949, Walt Disney produjo “La leyenda de Sleepy Hollow y El señor Sapo” un largometraje compuesto por dos cortos sin relación entre ellos, (vamos para rellenar) El primero inspirado en el relato del Sin Cabeza, y el otro pues si, lo habéis adivinado, sobre un sapo. Aunque es de animación, es el más fiel al relato original, incluyendo el enigmático final.

En 1999, uno de mis directores favoritos, Tim Burton, nos ofreció una nueva versión del relato, contando con la estelar actuación de Johnny Depp, como Ichabod Crane, ( que pasó de ser un feo y maltrecho profesor cobarde a un caballero apuesto, de la policía de New York, eso sí, guapo pero cobardita también).
Christina Ricci nuestra “miércoles” dio vida a Katrina Van Tassel y Chistopher Walken  en el papel del Jinete sin Cabeza.


A si que mis hijas, desde hace años la noche de Halloween, preparan palomitas, encendemos velas , y nos pasamos la noche viendo películas de las denominadas “ de miedo”, entre ellas, nunca falta, esta versión de Sleepy Hollow, que aunque no es fiel al relato original, por otro lado, nos encanta Burton, no lo podemos remediar.

Os dejo con un fragmento de este fantástico cuento.





“Era medianoche e Ichabold, alicaído y desanimado, recorría la ruta de vuelta a casa, por las laderas de las majestuosas montañas que se alzan sobre Tarry Town, y que había atravesado tan de buen ánimo aquella misma tarde. Tan sombría era la noche como su humor. A lo lejos, el Tappan Zee desplegaba su oscuro caudal de agua, tansporando el alto mástil de un balandro, o arrastrando silenciosamente un ancla por sus profundidades. En medio de aquel silencio mortal que envolvía la medianoche, podía jurar que había oído el ladrido de un perro guardián en la orilla opuesta del Hudson, pero el sonido había sido tan vago y tan débil que solo le había permitido hacerse una idea de la distancia que le separaba de aquel fiero compañero del hombre. De vez en cuando, también, el prolongado gorjeo de un gallo, que por casualidad se había despertado, sonaba a lo lejos, muy a lo lejos, procedente de alguna remota granja entre las colinas. Pero todos aquellos sonidos eran como ensoñaciones. No percibía la menor señal de vida a su alrededor, sólo ocasionalmente el melancólico cri cri de un grillo, o acaso el croar gutural de una rana de alguno de los pantanos de los alrededores, como si le costara dormir y diera vueltas en la cama.
En aquel momento, su memoria se pobló de todas las historias de fantasmas y duendes que le habían contado aquella tarde. La noche era cada vez más oscura; las estrellas parecían hundidas en el cielo y alguna que otra nube las ocultaba a sus ojos. Jamás se había sentido tan solo y taciturno. Se aproximaba además al lugar en el que habían ubicado muchas de las escenas de aquellas historias de fantasmas. En medio del camino, se alzaba un enorme tulipero, que descollaba como un gigante sobre el resto de los árboles de la zona, y que se constituía en una especia de señal. Las fantásticas ramas retorcidas del tulipero, lo suficientemente grandes para ser troncos de árboles normales, se entrelazaban casi hasta llegar al suelo antes de volver a ascender. El árbol estaba relacionado con la trágica historia del desgraciado André, que había sido hecho prisionero muy cerca de allí, y todo el mundo lo conocía como el árbol del comandante André. La gente sencilla lo veía como una mezcla de respeto y superstición, en parte a causa del pesar que les producía el destino del desventurado, en parte por las leyendas de extrañas visiones que se contaban acerca de él.

Conforme Ichabold se aproximaba a aquel tremendo árbol, empezó a silbar: pensó que su silbido había recibido respuesta, pero no había sido sino una ráfaga de viento que había recorrido a toda velocidad las ramas secas. Más cerca aún, pensó haber visto algo blanco y que colgaba del árbol. Se detuvo y dejó de silbar, pero al mirar con más atención, advirtió que era el punto en el que un rayo había caído sobre un árbol y había dejado al descubierto la blanca madera. De repente, oyó un gruñido. Los dientes le castañetearon y cayó de rodillas cobre la arena. Pero tan solo había sido el roce de una enorme rama contra otra que se había balanceado por efecto de la brisa. Pasó junto al árbol sin que nada le ocurriera, pero nuevos peligros se dibujaban ante sí.
A unos doscientos metros del árbol, un pequeño arroyo cruzaba el camino y se adentraba en una cañada boscosa y pantanosa, conocida con el nombre del pantano de Wiley. Unos cuantos troncos, a ambos lados del camino, servían como puente para atravesar aquella corriente. El otro lado de la senda, donde el arroyo penetraba en el bosque, tenía un aspecto lúgubre y cavernoso, gracias a unos cuantos robles y castaños enmarañado con parras. Cruzar aquel puente era la prueba más dura. Había sido precisamente ahí donde habían capturado al desgraciado André, y ocultos tras los castaños y las parras se habían escondido los fornidos vasallos que lo habían sorprendido. Desde entonces, aquel riachuelo estaba considerado un arroyo maldito, y miedo es la palabra que describe lo que siente un escolar que tiene que cruzarlo solo al anochecer.
Conforme se acercaba al arroyo, su corazón empezó a latir con más fuerza; con todo, hizo acopio de valor, dio unas breves palmadas al caballo en las costillas y se dispuso a cruzar con ánimo el puente. Pero en lugar de avanzar, el malvado y viejo animal hizo un movimiento lateral y se lanzó contra la cerca. Ichabold, cuyo miedo crecía a medida que corría el tiempo, tiró de las riendas hacia el otro lado, y espoleó al caballo con el pie contrario. Pero todo fue en vano: el corcel se puso en marcha, pero lo hizo únicamente para adentrarse por el lado contrario del camino, donde más espesos eran los matorrales y las zarzas. El profesor de escuela atizaba con todas sus fuerzas al viejo Pólvora, que seguía avanzando, entre relinchos y resoplidos, aunque se detuvo junto al puente de manera tan repentina que a punto estuvo de proyectar por encima de su cabeza a su jinete. En ese preciso instante, el chapoteo de unos pasos cerca del río captó la sensible atención de Ichabold. En medio de la oscuridad del bosque, en una de las márgenes del arroyo, adivinó algo inmenso, deforme, negro y gigantesco. No se agitaba, sino que parecía estar al acecho, en la oscuridad, como un inmenso monstruo dispuesto a abalanzarse sobre el viajero.

El vello del asustado viajero se erizó de terror. ¿Qué debía hacer? Era ya demasiado tarde para dar la vuelta y huir, y además, ¿acaso tenía alguna posibilidad de escapar de un fantasma o un duende, si es que aquello era tal cosa, que podía cabalgar a lomos del viento? Reuniendo, por lo tanto, algo de coraje, preguntó, tartamudeando:
-¿Quién eres?
No obtuvo respuesta. Repitió la pregunta con un tono aún más timorato, pues seguía sin recibir respuesta. Una vez más, palmeó el costado del imperturbable Pólvora y, cerrando los ojos, entonó con un fervor involuntario un cántico religioso. Justo entonces, aquel objeto sombrío se puso en movimiento y, moviéndose a saltos en medio del camino. Aunque la noche era cerrada y lúgubre, era posible adivinar en cierta manera la forma del desconocido. Parecía ser un jinete de grandes dimensiones, montado en un caballo negro de poderosa constitución. No hizo el menor gesto de pasar al ataque ni de mostrarse sociable, sino que se mantuvo distante a un lado del camino, paseándose por el costado de Pólvora, manteniéndose a la distancia idónea para que éste no pudiera verlo. El animal, finalmente, había superado su miedo y su rebeldía.
Ichabold, en absoluto satisfecho con aquella extraña compañía nocturna, y consciente del destino que habían corrido otros viajeros, apresuró la marcha, confiado en que lo dejaría atrás. No obstante, el extraño también espoleó a su caballo, que avanzaba con paso idéntico al de Pólvora. Ichabold se adelantó y se dejó caer en el camino, con la esperanza de quedarse rezagado. El otro hizo otro tanto. La desazón se apoderó del jinete; se esforzó por retomar el salmo que cantaba, pero la lengua, reseca, se le enganchaba al cielo de la boca, y no podía emitir ni una sola sílaba. Había algo misterioso y abrumador en el violento y obstinado silencio de su terco compañero. No tardó en darse cuenta de lo que era. Al ascender a un promontorio, la figura de su compañero de viaje, de una estatura sin igual y envuelto en una capa, quedó dibujada contra el cielo. Ichabold quedó petrificado al advertir que le faltaba la cabeza. Pero su horror no hizo sino aumentar al observar que aquella cabeza que debería estar sobre los hombros viajaba frente a la silueta, a lomos de la perilla de la silla. Su terror se tornó desesperación; proporcionó a Pólvora una lluvia de puñetazos y patadas con la esperanza de que, por causa de un movimiento súbito, lograría librarse de su compañero, pero el espectro se puso en marcha al tiempo que él. Y lejos cabalgaron, por terrenos de todo tipo; las piedras volaban y los cascos de los animales producían destellos con cada salto. Las ligerísimas prendas de Ichabold flotaban en el aire, mientras el jinete alargaba su largo y desgarbado cuerpo hasta superar la cabeza de su potranco, llevado por el entusiasmo de la carrera.
Habían llegado al punto del camino en el que la carretera giraba hacia Sleepy Hollow; pero Pólvora, que parecía poseído por un demonio, dio media vuelta en lugar de tomar esa senda, y se adentró en la colina que quedaba a la izquierda. Ese camino atraviesa una hondonada arenosa, cubierta por árboles durante casi medio kilómetro, cruza el famoso puente de las historias de fantasmas y bordea la verde loma donde se encuentra la iglesia encalada.

A pesar de todo, el pánico que inundaba al corcel había dado a su torpe jinete una ligera ventaja en la carrera. Sin embargo, cuando se hallaban en plena hondonada, las cinchas de la silla se desprendieron, e Ichabold notó que caían bajo su cuerpo. Las agarró a la perilla y trató de asirse con fuerza, pero fue en vano y, apenas se había sujetado del cuello de Pólvora, la silla cayó al suelo y oyó cómo los cascos de su perseguidor la pisoteaban. Por un momento, una terrible ira cruzó por su cabeza, porque era la silla de los domingos. Pero no era el momento de ocuparse de miedos menores; el fantasma estaba a punto de darle caza y (¡qué jinete más torpe era!) le costaba lo suyo mantenerse en equilibrio; a veces se deslizaba a un lado, a veces, hacia el otro, y a veces saltaba impulsado por el montículo que formaba la espina dorsal de su caballo, con tal violencia que temía que fuera a partirlo por la mitad.
Ante sí se abría un claro en el bosque con la esperanza de que no quedara ya muy lejos el puente de la iglesia. El vacilante reflejo de una estrella plateada en el caudal del arroyo le confirmó que no se equivocaba. Vio los muros de la iglesia relucir tímidamente a través de los árboles que divisaba a lo lejos. Recordó el lugar en el que había desparecido el fantasmal perseguidor de Brom Bones. “Si pudiera llegar al puente-pensó Ichabold-, estaré salvado”. En ese momento, oyó como casi se abalanzaba sobre él el negro corcel y notó la respiración del animal a su espalda, e imaginaba que podía sentir el cálido aliento de éste. Otro taconazo en las costillas, y Pólvora se puso a correr hacia el puente. Tronó al recorrerlo, Había llegado al otro lado. Y entonces Ichabold lanzó la vista atrás para ver si su perseguidor se iba a desvanecer, según la leyenda, en un destello de fuego y azufre. Y el fantasma se irguió sobre los estribos y lanzó su cabeza contra Ichabold, que trató de esquivar aquel terrible proyectil, pero lo hizo demasiado tarde. Impactó contra su cráneo con un choque terrible. Cayó de cabeza. Y Pólvora, el corcel negro y el jinete fantasma desaparecieron en un torbellino.

A la mañana siguiente, encontraron el viejo caballo sin silla y con la brida bajo sus patas, pastando tranquilamente en la puerta de su señor. Ichabold no llegó a la hora del almuerzo. Llegó la hora de la cena, e Ichabold tampoco apareció. Los chicos se reunieron en la escuela y recorrieron los bancales del arroyo, pero no dieron con el maestro. Hans Van Ripper empezaba a estar algo inquieto por el destino del pobre Ichabold… y por el de su silla. Peinaron la zona y, tras una diligente investigación, dieron con el rastro. En un lugar del camino, que conducía a la iglesia, hallaron la silla pisoteada. Las huellas de los cascos de los caballos penetraban profundamente en la senda, y-sin duda a una velocidad vertiginosa-llegaban hasta el puente. Al otro lado, en el bancal de la parte más ancha del riachuelo, donde el agua era más profunda y adoptaba un tono negruzco, encontraron el sombrero del desdichado Ichabold, y a su lado una calabaza hecha pedazos.”

martes, 18 de septiembre de 2012

Mis Dioses Han Muerto en Missisippi.




Siempre me han gustado las historias sobre los esclavos del Sur, de los EEUU, unas de mis lecturas preferidas son sobre ese tema, cuando era pequeña la Cabaña del Tío Tom, me hizo preguntarme muchas cosas sobre los hombres de otro color, que yo solamente veía en las películas de Tarzán, donde un enorme Johnny Weissmüller, salía pegando berridos y saltando de liana en liana.
Ni siquiera mi rey mago favorito Baltasar, era negro de verdad, era como todos “pintado”, y en ocasiones se parecía sospechosamente a mi vecino o a mi primo, pero seguramente eran solo conjeturas de mi corta edad.

Rey más falso, que un billete de dos euros.
La primera vez que vi una persona de Color ( Afroaméricano) fue a los doce años en Toledo, estaba yo con mi madre esperando el autobús, cuando se paró un cochazo, con un tiarrón negro, guapísimo que nos preguntó por la plaza de Zocodover, y luego me regaló una maravillosa sonrisa, con unos dientes blancos como la nieve.

Ni que decir tienen que cuando pasaron por televisión la serie “Raices” no me perdí ni un capítulo.

El caso es que cuando con 17 años me fui del pueblo a trabajar a Madrid, con mi primer sueldo me compré mi primer libro de verdad, no es que hasta entonces hubiese tenido libros imaginarios, no, pero eran cuentos, cómics, libros de joyas literarias, de los cinco, etc… pero este era de verdad, grande, 642 páginas sin ningún dibujo, con letra pequeña, en fin, un libro.

El pobre está algo ajado por el uso, por que lo he leído un montón de veces, y ahora lo he vuelto a leer, por que me encanta.
Mis Dioses Murieron en Mississippi, de Frank Yerby.

Este novelista nacido en Georgia, y afincado desde los años cincuenta en Madrid, debido a la discriminación racial, fue el primer escritor de color, que consiguió que una de sus novelas fuese llevada al cine “Foxes of Harrow” que en español se tradujo por “ Mientras la ciudad duerme”, los españoles y la manía de cambiar los títulos…
Casi todas sus obras tratan de los problemas humanos surgidos del conflicto social, tratados desde los más variados enfoques. Por eso, en sus novelas están reflejados crudamente, sinceramente, sin partidismo. Leyendo sus obras no se sabe si condena o defiende el racismo.
Mis dioses han muerto en Mississippi, es la apasionada y emotiva historia de Hwesu, un joven africano vendido como esclavo en el Sur de los Estados Unidos, antes de la guerra de Secesión, y de la historia de la mujer que, en contra de su propia voluntad, ama a Hwesu, la bella y compleja Pamela Bibbs, educada en el Norte, dueña de una extensa plantación, llamada Ingrama´s Crest.
Exclavos del Sur, Recogiendo Algodón
 Hwesu, al que todos llaman “Wes”, había nacido en Dahomey, y era príncipe de su nación, orgulloso de su pueblo, de su nobleza y de sus dioses, fue apresado en las costas africanas y vendido como esclavo.
Es comprado por los Bibbs, desde el principio Wes destaca por su físico privilegiado, pero también por sus aparentes poderes mágicos, que no son otros que una potentísima capacidad hipnótica, un oído agudísimo educado en la selva, una profunda intuición psicológica, y una astucia sin límites; además de un inquebrantable orgullo de raza.
Wallace Bibbs, el cabeza de familia, queda inmediatamente impresionado por aquel negro gigantesco que todo lo adivina y todo lo soluciona; no así Bob “ el guapo” Bibbs, su hijo menor, calavera, jugador, borracho de racismo cruel, casado con Pamela Ingraham, joven de muchísimo carácter y sensualidad reprimida, educada en el norte y separa de su marido.

Entre la joven divorciada blanca y el negro de Dahoney nace una ambigua relación, Pamela no puede zafarse de la atracción física que le despierta Wes y que ella intenta reprimir con todas sus fuerzas; y Wes siente por Pamela una íntima confusión.
Pero Wes desprecia todo lo que no sea negro, realmente negro. Y la única razón de los actos de Wes es la llegada del día de que esté suficientemente preparado para huir a los Estados del Norte.
Pamela, a raíz de su pasión por Wes y el consiguiente despecho por la frialdad de éste, y su boda con Phoebe, una bellísima negra, comienza a adquirir sentimientos esclavistas. Y demuestra ser capaz de esgrimir el látigo con una fuerza y una crueldad superiores a las de un capataz.
Durante su noche de bodas, Wes es herido gravemente y su mujer violada, por lo que después la joven se suicida.
Entonces Wes planea la fuga más espectacular de la historia y vuelca su terrible venganza sobre sus opresores.


Esta novela, nos sitúa en torno al conflicto entre amo y esclavo, nos presenta una multitud de caballeros sureños, pariente pobres, esclavos y pillos, todos ellos vívidamente retratados.
Fran Yerby, mientras seduce al lector hacia las escenas finales, de hostilidad y rescate, sigue una trayectoria en la que se dan constantes sorpresas y cambios radicales, en esta narración centrada en un destino brutal.
Para los amantes de las novelas fuertes y pasionales.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Los Gozos y las Sombras.




Todos los veranos, me gusta “releer” algún libro, de los que yo llamo “mis favoritos” algunos los he leído más de veinte veces a lo largo de mi vida, y siempre encuentro algo, que tal vez, se me escapó la primera vez que lo hice, supongo que es la madurez, no es lo mismo leer el Quijote con 15 años que con 40 y lo digo por experiencia.
Pero el caso es que estas vacaciones, en mi maleta, metí una de esas obras favoritas, la trilogía de “Los Gozos y las Sombras”, escrita por Gonzalo Torrente Ballester, y publicada entre 1957 y1962, se la considera una de las obras cumbre de la literatura española del siglo XX, y a mi personalmente me fascina.
La trilogía se compone de: “El Señor Llega” (1957), “Donde da la vuelta el aire” (1960) y “La Pascua Triste” (1962).

En esta historia el autor nos narra, la vida en Pueblanueva del Conde, durante los años anteriores a la Guerra Civil. En  este pueblo imaginario, de la costa gallega, todo se remueve con el regreso de Carlos Deza, último descendiente de los “Churruchaos”, antiguos señores de la villa. Carlos, después de un fracaso sentimental, y por la apatía que le produce su trabajo como psiquiatra, se ve impulsado a regresar a su pueblo natal, durante un período de tiempo indefinido. Desde el principio contará con el apoyo y la amistad de “la Vieja”, que es así como llaman a Doña Mariana, que verá en Carlos un aliado para luchar contra el cacique local, Cayetano Salgado.


Carlos aunque reacio a inmiscuirse entre las tramas de Cayetano y Doña Mariana, se verá inmerso poco a poco en una lucha sin tregua por el poder, por una parte los valores de la antigua nobleza hereditaria, y la nueva nobleza “plebeya” poseedora de los medios económicos de producción.
Carlos queda prendado de “La Galana”, la amante de turno de Cayetano, y ella juega con el deseo de los dos, para hacerse con un marido y una propiedad.
Otros protagonistas son los primos de Carlos, Clara, Juan e Inés Aldán, unos personajes dispares pero de gran relevancia en la pequeña comunidad.



Con la muerte de Doña Mariana, los acontecimientos darán un giro inesperado. El testamento de la doña, deja a Carlos Deza en la tesitura de tener que administrar durante cinco años, y con absoluta libertad, todas sus riquezas y patrimonio. Al pasar esos años, Germanie, sobrina de la fallecida, podrá hacerse cargo de ellas como heredera universal, pero no antes.
Los bienes incluyen barcos pesqueros, (para los cuales, algunos sindicalistas guiados por Juan Aldán albergan sus propios proyectos), y una hipotética posibilidad de matrimonio entre Carlos y Germanie, aunque esta no llegará a realizarse.
Germanie, volcada en su pasión por la música y el cuidado de su padre, regresa a París con un sustancioso adelanto de su herencia, pues ni el pueblo, ni la vida de éste le interesan lo más mínimo, ni sus relaciones con Carlos, por que no llegan a entenderse demasiado entre los dos.
La novela se termina con el abandono del pueblo por Carlos, acompañado de Clara Aldán.


La obra, es un retrato fiel de la sociedad gallega de preguerra, presenta un análisis profundo de las características de dicha sociedad y de su paso del siglo XIX al capitalismo, en el que todo cambia para que todo siga igual.

En 1982, Televisión Española estrenó la serie del mismo nombre, adaptada por Jesús Navascués, y dirigida por Rafael Moreno Alba, esta serie consta de trece capítulos y tuvo un gran éxito, a pesar de que habían pasado veinticinco años de la publicación de la primera novela, se convirtió entonces en un auténtico fenómeno editorial.
La emisión de la serie marcó un hito en la historia de la televisión en España siendo la primera que abrió el camino a la producción de otras series basadas en novelas clásicas de la literatura española, lamentablemente en la actualidad, nos tenemos que conformar con visionar estas series del pasado pues las actuales, no tienen la suficiente calidad a pesar de las nuevas tecnologías.
Prueba de este triunfo sobre las series basadas en la literatura clásica, es la cadena de televisión británica BBC, que cada serie es un éxito de audiencia.



El protagonista para TV fue  Eusebio Poncela como Carlos Deza, Amparo Rivelles, en el papel de Doña Mariana Sarmiento, Charo López, encarnando a Clara Aldán, Carlos Larrañaga que lamentablemente falleció el pasado 30 de agosto en el magnifico papel de Cayetano Salgado, Rosalía Dans, como “La Galana” y Santiago Ramos personificando a Juan Aldán.

Uno de los personajes que en la obra se denominan secundarios es el de Paquito el Relojero, aunque personalmente este tiene una gran fuerza en toda la trama, fue protagonizado por Manuel Galiana, al que se le a podido ver recientemente en “Bandolera”.


Recuerdo también con especial cariño a Rafael Alonso, en el papel de Don Baldomero el Boticario, ambos personaje y actor, ponen en ocasiones junto a Paquito la Vis cómica de esta gran obra.



Os dejo con un fragmento del epílogo, en forma de carta o comadreo anónimo con el que termina la novela.

“¡Peste de churruchaos, casta de locos! Por fin Pueblanueva del Conde se ha visto libre de ellos. Fueron muchos siglos de soportarlos-Siete, según se dice_, sin esperanza. El mundo daba vueltas, las cosas iban cambiando, costumbres y gobiernos, y ellos seguían ahí, en sus Pazos, con sus narices y sus pecas, como si no hubiera más en la tierra que sus líos, y sus caprichos, y sus disparates, y Pueblanueva para aguantarlos. Un año y otro, un siglo y otro, el tiempo eterno. La muerte no prevalecía contra ellos. Cuando nacía uno de nosotros, se le podía profetizar “Tendrás sarampión, vivirás del sudor de tu frente, y un día u otro tropezarás con algún Churruchao, que están ahí, esperando, y el tropiezo te hará la puñeta para el resto de tu vida”.


Espero que disfrutéis de la obra en forma de novela o en su defecto de la serie.




domingo, 19 de agosto de 2012

El hombre que amó a Jane Austen.



 Siguiendo con mis reseñas del Mundo de Jane Austen y a pesar de que la autora por desgracia para sus fans, no nos dejó muchos libros en forma de legado literario, yo sigo leyendo todo aquello que se publica con su nombre  y sus personajes como protagonistas.

Hoy le toca el turno a “El hombre que amó a Jane Austen” de Sally Smith O´Rourke. Sally es una escritora estadounidense, que hizo su debut literario con esta novela en 2007, ignoro completamente si tiene más obras en general,  pero hoy os hablaré de esta en particular.


 ¿ Qué pensarías si de repente encuentras una carta de amor escrita hace 200 años, por uno de tus personajes de ficción favoritos, y es más si esta carta está dirigida al escritor que creó tal personaje???, y qué pasaría si para rizar el rizo, existe otra carta de la propia autora dirigida a ese personaje????
Pues Eliza Knight, una artista en la ciudad de Nueva York, descubre esta historia, precisamente en el momento que compró un antiguo y ajado tocador, una aburrida tarde de domingo.
Cual fue su sorpresa cuando al examinar el viejo mueble, ocultas detrás del espejo, encuentra dos cartas, de las cuales, una está sellada, y otra abierta, en la que puede leer;

“12 de mayo, 1810.

Queridísima Jane,
                    El capitán me ha descubierto. Me obligan a ocultarme de inmediato. Pero si tengo la posibilidad, seguiré esperando en el mismo lugar esta noche. Entonces sabrás todo cuanto deseas saber.
F. Darcy.


Bueno yo , si me lo encuentro me quedo de piedra pómez, F. Darcy con Jane Austen???? Eliza, fascinada por las ideas románticas de Orgullo y Prejuicio, y por la posibilidad de que Darcy no sólo fuese fruto de la imaginación de la autora, si no que pudiese ser el verdadero amor de Jane, se pone en contacto con un criador de caballos, un excéntrico personaje, que hace las veces de investigador y que compra todo aquello relacionado con Jane.

Tres años antes, durante un viaje de negocios a Inglaterra, este tuvo una experiencia que le marcó en su vida, tanto que hace que ahora esté ansioso por comprar la única carta escrita por Jane Austen, antes de que salga a subasta. Para Eliza la carta representa una posible y suculenta fortuna, para él, representa el amor posiblemente correspondido, por que pásmense, señoras y señores, el personaje se llama Fitzwillian Darcy y su magnifica hacienda sureña… Pemberley!!!.
¿Cual es tu Darcy Favorito?
Este libro personifica un sueño. Es una fantasía vivida a través de la noche de los tiempos, en la que el enigmático protagonista de Orgullo y Prejuicio, es finalmente desenmascarado y Jane la mujer que lo creó, revela el secreto de su verdadero amor… O al menos eso nos hace pensar Sally Smith.
A mi me parece que es una obra entrañable. Eliza es muy cercana, te identificas con ella desde la primera página me recuerda muy mucho a Amanda Price, la protagonista de la miniserie de BBC “Lost in Austen”.
Es como un cuento de hadas, donde el príncipe azul te lleva con maestría con un salto en el tiempo a pasear por los parajes que Jane Austen, describe a la perfección en sus novelas, aunque los diálogos de la parte digamos “actual” son un poquitín flojos, en su esencia es lo que se espera de una novela romántica, un libro con encanto para mentes soñadoras.
Si como yo, eres entusiasta de Jane Austen, te hará soñar una vez más con el increíble Darcy, si, por el contrario, no has leído nada suyo, desearás leer sus obras una a una. En cualquier caso como digo siempre no os dejará indiferentes.


Y aunque mi hija siempre me dice que soy un poco “spoiler” os dejo con el contenido de la carta que supuestamente Jane Austen, escribió  y llegó a su destinatario doscientos años después.

12 de mayo de 1810

Querido Darcy:
              Aunque hayas accedido a que yo compartiera contigo esta noche, por tu expresión he visto que temías romper mi corazón a causa de un amor imposible…
¡ Oh, qué equivocado estás al pensar así! ¿Acaso no sabes que yo, de todas las mujeres, estaría dispuesta a cambiar un solo momento de amor por toda una vida preguntándome cómo habría sido ese momento?
    Y aunque a ti te preocupaba mi corazón, déjame que ahora yo me preocupe del tuyo. Pues en algún lugar de ese lejano mundo tuyo, sé que te espera un verdadero amor. ¡Encuentra a esa mujer, querido! Encuéntrala, sea lo que sea lo que hagas…

    Y cuando la encuentres, dile que ella es tu deseo más querido y preciado. Sé feliz, amor mío.
                                                                Tuya para siempre,
                                                                                       Jane



Que sigáis disfrutando de este mundo Austen…




miércoles, 15 de agosto de 2012

Julie and Julia




Hace semanas me deleité con una película de esas que algunos llaman “para chicas” con la increíble y polifacética . Meryl Streep interpretando a Julia Child, una mujer que revolucionó la cocina en los Estados Unidos, poniendo al alcance de todas las amas de casa, los “secretos” de la cocina francesa.
Inmediatamente me puse a buscar el libro, que encontré pero en Inglés,"Cleaving" de Julie Powell,  así y todo, he logrado leerlo aunque me a costado, pues mi Inglés no es tan fluido como para lecturas muy continuas, pero al fin lo he logrado.

A si que hoy, y  coincidiendo con la fecha del centenario del nacimiento de Julia Child, os hablaré un poco sobre esta increíble historia basada en dos vidas reales.

 Julie Powell, en el 2002, se propone un reto, realizar todas las recetas contenidas en el libro de Julia Child, “ Mastering the Art of French Cooking” ( Dominar el arte de la cocina francesa).
Libro que fue escrito en la década de los 60, y cuya protagonista se convirtió en la inspiración de miles de mujeres estadounidenses.
Julie Powell cocinando con el libro de Julia Child
La historia nos muestras dos vidas entrelazadas, por una parte vemos como Julia Child descubre su afición a la cocina durante el tiempo que estuvo viviendo en París en 1950  y como escribe y logra publicar su propio libro de cocina, llegando a tener  programas en  TV.
Por el otro lado, se encuentra la joven Julie, y su marido, que se mudan a un nuevo apartamento, aparentemente más humilde que el anterior hogar, Julie trabaja como funcionaria en un departamento para victimas del atentado del 11-S, y necesita un cambio en su vida, tener algo interesante que hacer, y es cuando entra en el mundo del Blogger, viendo un antiguo programa de cocina de Julia Child, Julie recuerda el libro en casa de su madre, y decide cocinar todas las recetas en 365 días, mientras hace un seguimiento diario en su blog.
La actriz Amy Adams, interpretando a Julie Powell en Julie and Julia
Mientras esto ocurre, en 1950, aparecen llegando París Julia y su marido que trabaja en la embajada de los Estados Unidos, como le encanta la cocina francesa, disfruta degustándola.
Julia no tiene hijos, y se aburre, sola en casa mientras su marido trabaja, entonces se le ocurre tomar un cursillo, para pasar el tiempo, Tras varios intentos fallidos, encuentra un curso de cocina en el que la única mujer es ella, al principio no le entusiasma demasiado, por su torpeza y su lentitud, sus compañeros se “mofan” un poco de sus aptitudes pero ella lejos de acobardarse se supera día a día practicando en su casa, especial escena ( en la película) es en la que el marido llega y ella a picado un saco de cebollas, tantas que no se puede ni respirar, el caso es que esta aptitud le hace ser la mejor alumna de la clase con diferencia.

A lo largo de la historia, se nos muestra a Julie haciendo varias recetas al día, ya que en el libro son 550 en total.
Desde su famosa sopa de cebolla, pasando por  el “aspic de manzana al ron con crema inglesa”, la “ charlotta Malakoff”  su particular “Quiche Lorraine”, cantidad de Soufflés, Brioches, Bruschettas, la espléndida y deliciosa “Bullabesa” hasta su plato extrella “ Boeuf a la bourguinon”.

Mientras las dos protagonistas, cortan, amasan, hornean, y como no, degustan junto a sus respectivos esposos que dicho sea de paso, empiezan a tomarse algunos kilos de más.
La historia continúa mientras Julia junto a dos amigas, van realizando un libro y dando clases de cocina, una de las amigas no aporta nada, y es descartada.

Mientras en la actualidad Julie, estresada, aunque encantada por que su blog, al que ama realmente va teniendo cada día mayor acogida entre sus seguidores, es invitada a un programa de TV, en el que al parecer iría a su casa a cenar una persona anciana muy importante,  Julie se prepara con esmero para recibirla, y tras un gran percance con su receta, y el engaño a su superior para no ir a trabajar, el encuentro se cancela, lo que hace caer a Julie en una pequeña depresión y le hace pelearse con su marido. Este se va de casa y desaparece sin responder a las llamadas de la desesperada Julie, que solo piensa en recuperarlo, hasta el punto que deja de cocinar, por casi una semana, hasta que éste, que lee el blog de su mujer, se da cuenta de que sigue siendo ella, aunque bajo el stress de su blog, y de el libro de recetas , vuelve a casa.
A la derecha Meryld Streeps, a la izquierda Julia Shild
En el pasado Julia y su compañera no encuentran quien les publique el libro, varias editoriales lo rechazan por que es demasiado largo y ellas quieren hacerlo en tomos como una enciclopedia, los dulces, los panes, las sopas etc… contradiciéndose a si mismas pues el libro estaba titulado como “ La cocina francesa para el ama de casa Americana”, lo que da la impresión de que unas recetas supuestamente inalcanzables hasta el momento, sean más fáciles para amas de casa.
Julia tiene la idea de modificarlo en inglés, lo que hace que consigan una editorial y el libro es un éxito, (éxito que tiene hasta el momento en el que se venden miles de ejemplares).

Llegados a este punto, solo queda una receta en el libro de Julie, su blog y su objetivo es muy conocido, y una tarde ella llega a su casa y se encuentra 65 mensajes telefónicos, en los que le piden hacer su vida en películas, publicar libros, shows televisivos, etc… poco después un periodista le llama explicándole, que Julia Child, no estaba para nada contenta con lo que ella hacía, y preguntándole su opinión al respecto.
Podéis suponer la desilusión de Julie, que tanto admiraba a Julia, que soñaba con conocerla algún día, al saber que esta la reprocha su aventura Blogger cae un otra pequeña depresión. Pero gracias a su marido, consigue fuerzas de nuevo, aclara sus opiniones sobre Julia, vuelve a admirarla como antes, termina su receta y cierra su blog.
Los finales de estas historias nos muestran a Julia y a su marido, mudándose a los estados unidos a una enorme casa con una más enorme aún cocina, en la que por la altura de ella, les tienen que hacer las encimeras a medida, mientras decoran e instalan los moldes y demás enseres culinarios de Julia… aparece la misma cocina en un museo dedicado a la autora, en el que Julie y su marido están de visita, Julie explica a su marido una de las reglas de Julia Child “ Nunca en una receta hay demasiada mantequilla” y Julie fiel a su admirada autora pone y pone mantequilla en todos sus platos, al final y frente a una foto de Julia Child, Julie susurra “ te quiero Julia” y deja un paquete de mantequilla como tributo.
detalle del paquete de mantequilla
Espero que podáis encontrar el libro en castellano, y si no, en inglés si lo domináis bien, en todo caso podéis disfrutar de la película,  “ Bon appetit”.